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Hallan sin vida a otro líder social de Norte de Santander

En menos de un mes, las comunidades de la región del Catatumbo vuelven a estar de luto por el abrupto deceso de Elkin Fabián Toro, el quinto líder social de este convulsionado sector del departamento de Norte de Santander, que por ejercer un destacado rol de liderazgo en la sociedad fue ‘silenciado’ con el zumbido de las armas.

Según un reporte de la Policía, el cuerpo sin vida de este dirigente campesino, oriundo del municipio de San Calixto, fue hallado en la tarde del sábado, en el corregimiento Filo El Gringo, del municipio de El Tarra, en Norte de Santander.

Este exintegrante de varias juntas de acción comunal y extrabajador de una emisora comunitaria apareció con seis impactos de bala, luego de que al parecer permaneciera desaparecido en días pasados.

Aunque las circunstancias que rodean su rapto son materia de investigación de las autoridades, en la escena del crimen fue hallada una carta firmada por varios miembros de la comunidad en la que les reclamaban a los presuntos captores respeto por la vida de este líder social.

“Desde el momento de los hechos se adelantan labores de investigación por parte de unidades de la SIJIN, tendientes a identificar y judicializar los autores del homicidio”, precisó la Policía de Norte de Santander en un comunicado.

“Es preocupante esta situación de seguridad, porque estamos reviviendo olas de violencia de tipo sistemático que no se habían visto desde hace 15 años, cuando el departamento estaba en manos de grupos paramilitares (…). Pero lo más triste de todo es que nadie, ni el propio Gobierno Nacional ni la Fuerza Pública, se ha ocupado en detener este derrame de sangre”, manifestó el director de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares.

Según la Fundación Progresar, la muerte violenta de este campesino de 36 años, se suma a los otros cuatro casos de líderes sociales de la región del Catatumbo que han sido asesinados durante este año por representar la voz de las comunidades en procesos tan complejos como la sustitución de cultivos ilícitos.

El hecho más reciente cobró la vida de Sandra Yaneth Luna, presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Tutumito Carbonera del municipio de Tibú (Norte de Santander). Esta dirigente cumplía cinco meses desaparecida, cuando su cuerpo fue hallado a principios de este mes.

En días recientes, la Fiscalía General de la Nación publicó un informe alertando sobre el deterioro en la seguridad de algunas regiones del país, como Norte de Santander, donde los representantes de estas comunidades se han convertido en blancos militares para algunas organizaciones criminales.

Atentado en el Valle

Otro atentado el sábado pasado en el Valle del Cauca prendió las alarmas entre dirigentes del Consejo Regional Indígena de este departamento (Cric) y de la Organización Nacional Indígena Colombiana (Onic). El ataque fue contra el dirigente del resguardo Jambaló, Ricardo Gembuel, mientras se movilizaba en su motocicleta por la vía Panamericana, en el norte del Cauca, específicamente por el kilómetro 10 del sector El Cofre, en Cajibío.

El comandante de la Policía de Cauca, coronel Édgar Rodríguez, señaló que el dirigente resultó herido en el tórax y el hígado luego de que dos hombres armados le dispararon; por ahora permanece en un centro asistencial de Popayán. Por su parte, la consejera de la Onic, Aída Quilcué, declaró que “en el Cauca hay disidencias del Eln, Epl y grupos paramilitares, pero también el narcotráfico, la minería ilegal y el ejercicio de control territorial son parte de los problemas que tenemos”.

Alertas en otros departamentos

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Agencia para los Refugiados alertaron este domingo sobre el incremento en el número de homicidios en el bajo Cauca, que del primero de enero a la fecha superó en más del 255 por ciento la cifra del mismo periodo en el 2017. Así mismo, aseguraron que desde el 19 de enero hasta la fecha, al menos unas 822 personas han sido afectadas por los desplazamientos forzados de indígenas y campesinos de las zonas rurales del municipio de Cáceres, Antioquia. Por su parte, en un informe, la Fiscalía alertó sobre el deterioro de la seguridad en algunas regiones del país, donde representantes comunitarios se han convertido en blancos de algunas organizaciones criminales.

CÚCUTA