Diez de los pasillos de la vieja edificación del Hospital Departamental de Villavicencio están congestionados de pacientes. Allí, en medio de la incomodidad, lmédicos y enfermeras los atienden, porque las 52 camas de observación de las habitaciones están copadas.
La Unidad de Cuidados Intensivos no tiene la capacidad de recibir más pacientes y los servicios de ginecobstetricia y cirugía de emergencias se encuentran también al límite de su capacidad de atención, aseguró el subgerente asistencial del Hospital, Jairo Alfonso Ospino.
Hay una sobreocupación de pacientes del 250 por ciento en el principal centro hospitalario de la Orinoquia, que atiende a personas de los departamentos de Meta, Guaviare, Vichada, Vaupés, Guainía y parte de Casanare y Cundinamarca. La situación obligó a las directivas a declarar la emergencia funcional.
«Solicitamos a las instituciones prestadoras de salud derivar (remitir) los pacientes a otras instituciones prestadoras de salud”, sostuvo Ospino.
“Desde octubre de 2016 ha crecido la demanda de pacientes los 365 días del año, hemos crecido en camillas, en enfermeras y médicos, pero no hemos podido con la avalancha de pacientes”, agregó.
Clínicas al límite
Pero la sobreocupación no es solo en el Hospital de Villavicencio, intervenido por la Superintendencia Nacional de Salud desde octubre de 2015 por los malos manejos administrativos, también se presenta en las otras instituciones de la ciudad.
Las clínicas Meta, Servimédicos y Cooperativa, entre otras, “viven saturadas, hay una capacidad instalada, pero no damos abasto y talento humano de especialistas también es insuficiente. El sistema es incapaz de poder sostener la demanda y hay que sumarle al atención a la población venezolana de las últimas semanas, que congestiona los servicios de urgencia y hospitalarios”, manifestó el secretario de Salud del Meta, Jorge Ovidio Cruz.
Las EPS también deben resolver donde atienden a sus pacientes.
Hernando Herrera / EL TIEMPO
Infortunadamente, añadió Cruz, es un tema que se volvió recurrente “por una capacidad instalada que se quedó corta y no hay espacio físico en el que podamos acondicionar más camas y camillas.
A esto se suma que se registra un mayor número de pacientes, que por fortuna contratan las EPS con el Hospital, pero que rebasa su capacidad. Por ejemplo, explicó Cruz, Medimás -que tiene más de 180.000 usuarios- envía el 80 por ciento de sus usuarios al Hospital de Villavicencio.
Estrategias
Frente a esta realidad, dijo el Secretario de Salud, el Centro Departamental Regulador de Emergencias estableció una estrategia de fortalecer el sistema de contra referencia, articulando con los hospitales de primer nivel para que los pacientes que ya tengan resuelto el problema sean dados de alta para que la cama sea ocupada por otro paciente.
Hemos crecido en camillas, en enfermeras y médicos, pero no hemos podido con la avalancha de pacientes
También se solicita a “los primeros niveles de atención que sean más resolutivos y no remitan pacientes cuyo nivel de complejidad no lo amerite y reservamos el Hospital de Villavicencio para consultas de segundo y tercer nivel”.
Además, “hemos venido haciendo un trabajo con la red de primer nivel para que remita los pacientes de toda la región del Ariari al Hospital de Granada y de Acacías».
Las EPS también deben resolver donde atienden a sus pacientes.
Pide apoyo al Gobierno
Ante la crisis, la gobernadora Marcela Amaya pidió al Ministerio de Salud apoyo y esfuerzo, así como a todos los actores del sistema, incluyendo las EPS, los prestadores y los usuarios, y la utilización racional y adecuada de los servicios de salud.
La mandataria expresó que desde su administración han venido apoyando al Agente Interventor del Hospital, especialmente en el compromiso financiero, entregando 10.000 millones de pesos en el año 2017, mientras que este año se van a girar otros 6.000 millones. Uno los graves problemas de los hospitales y las clínicas de la región es financiero.
El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, aseguró en Villavicencio, hace apenas un mes, que las deudas desde el punto de vista de los prestadores de servicios en el Meta son de 500.000 millones de pesos, pero los pagadores señalan que están en 300.000 millones de pesos, tras hacer unos acuerdos de pagos entre las partes.
Las 52 camas de observación de las habitaciones que hay en el Hospital de Villavicencio están copadas.
Hernando Herrera / EL TIEMPO
La solución proyectada desde hace siete años, que era la construcción de un nuevo hospital para Villavicencio, obra que se iba a ejecutar a través del contrato 0097 del 2011, adjudicado por la Gobernación del Meta al Consorcio Hospital Departamental por 39.998 millones de pesos, nunca se ejecutó por las fallas en la financiación del proyecto, que hoy se encuentra en proceso de liquidación del contrato de común acuerdo entre las partes, mientras los pacientes son atendidos en los pasillos del viejo Hospital Departamental de Villavicencio.
NELSON ARDILA ARIAS
Corresponsal EL TIEMPO
VILLAVICENCIO
