Este miércoles, más de 5 meses después de la caída del Puente de Chirajara, en la vía Bogotá-Villavicencio, se realizó la implosión de la pila C de la estructura, que aún quedaba en pie.
La implosión estuvo a cargo de la empresa Atila Demoliciones. Para el trabajo, que se inició hacia las 2:10 de la tarde, fue necesaria la utilización de 200 kilos de explosivos, 3.000 metros de cordón detonante y 30 detonadores. En total, 300 personas trabajaron en las labores de demolición del puente.
Según José Álvaro Jaramillo, de la empresa Atila, el uso de los explosivos controlados se hizo con el fin de disminuir la sismicidad, el impacto de la caída, el ruido y la dispersión del material.
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