Una protesta que duró varias horas, sacó una vez más a flote la ausencia y el abandono del Estado en las comunidades indígenas wayuu, quienes siguen padeciendo y reclaman las mismas atenciones, acceso al agua, la salud, alimentos, educación y atención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Carlos Uriana, uno de los líderes wayuu de las comunidades que habitan en la periferia de Riohacha, asegura que tienen una asamblea permanente desde el 2 de febrero, en la calle 40, pidiendo que los atiendan a través de una mesa técnica para tratar múltiples temas de territorio. La falta de agua es uno de ellos, ya que ha cobrado la muerte de cinco menores por temas asociados a la desnutrición, en la última semana.
Llevaban un mes pidiendo la provisión de un carro cisterna con agua, a la empresa operadora del servicio de acueducto y a la Administración Distrital de Riohacha, sin resultado alguno, tras la protesta y en el intento de desalojar la vía Riohacha – Santa Marta, a la altura del kilómetro 3, le fue suministrado.
Entre los acuerdos está el de mandar semanalmente dos vehículos con el preciado líquido. Así mismo, diligenciar la llegada de las autoridades para analizar a declaración de territorio ancestral a varias zonas en disputa, debido a que luego de varios años le han salido dueño y de acuerdo a lo denunciado aseguran que los quieren sacar a ‘tiros’ por alijunas –no wayuu-, de sus comunidades.
También piden ser incluidos en los proyectos del Estado y que las autoridades tradicionales de sus comunidades puedan tener acceso a los programas del ICBF.
LA GUAJIRA.
