«No hay edificios para la facultad de artes y de arquitectura. Además, el edificio de cine y televisión se está cayendo. Los laboratorios están desactualizados y a los estudiantes se les dificulta hacer sus trabajos con los instrumentos que tiene hoy la universidad. También tenemos un programa tecnológico grave, pues en este momento tenemos una red wifi de acceso gratuito para todos, pero la van a desactivar».
Así describe la situación en infraestructura de la Universidad Nacional, sede Bogotá, un grupo de estudiantes de Literatura y Administración de Empresas de esa institución.
El deterioro de las instalaciones de las principales universidades públicas de Colombia también fue uno de los principales motivos que originaron las movilizaciones estudiantiles de esta semana. Y es que las cifras revelan que existe un déficit histórico en infraestructura de 15 billones de pesos, según el Sistema Universitario Estatal (SUE).
El TIEMPO hizo una visita guiada en dicha institución y evidenció que algunos edificios están cerrados: están viejos, no cuentan con las condiciones de sismorresistencia, algunos tienen grietas y otros requieren cambios de techo.
En algunos edificios de la Universidad Nacional son evidentes las grietas en las paredes.
EL TIEMPO
Y si bien son evidentes las grietas y goteras (durante la visita estaba lloviendo) en algunas estructuras, el mantenimiento se debe realizar no porque representen un riesgo para los estudiantes sino porque es necesario realizar una intervención para la habitabilidad.
«En el campus de la sede Bogotá tenemos aproximadamente 144 edificios, de esos, 140 necesitan intervención. La mayoría de las estructuras datan de los años 30 y es necesario hacer una constante remodelación, pues debemos reemplazar, por ejemplo, instalaciones eléctricas e impermeabilización de cubiertas», señaló Camilo Salazar Salamanca, jefe de división de la Universidad Nacional.
De los edificios que necesitan atención prioritaria, según Salazar, son el de bellas artes, el de la facultad de derecho, el de ensayos y materiales de la facultad de ingeniería, el de arquitectura y finalmente el auditorio León de Greiff.
Este recinto –proclamado monumento nacional en 1996 y por donde han pasado personalidades como el fallecido secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan; el mismo donde hace 25 años Antanas Mockus se bajó los pantalones y les mostró las nalgas a los estudiantes porque no le permitían hablar y donde toca la Orquesta Filarmónica de Bogotá– necesita intervención.
«El auditorio es una de nuestras grandes prioridades porque al ser una construcción de los años 70 debe cumplir con las normas de sismoresistencia», explica Salazar.
Precisamente, el funcionario fue enfático al afirmar que la mayoría de estos edificios –de los cuales, varios datan de los años 30– necesitan mejoras. Además, «muchas construcciones tienen diferentes techos, fibras y variedad de cubiertas».
Durante la visita se observó que algunos salones de clase también necesitan remodelarse y adecuarse: mobiliario, equipamientos de proyección y tecnológicos para las clases.
Pedagógica, en problemas
Según informa la vicerrectoría administrativa y financiera de la Universidad Pedagógica, en Bogotá, las edificaciones de la institución se han logrado mantener en condiciones aceptables para el desempeño de sus tareas; sin embargo, requieren reforzamientos estructurales para que cumplan con las normas de sismoresistencia, arquitectónicas y eléctricas.
Uno de los mayores problemas que tiene la Universidad Pedagógica es la Casa de Biología, que según los directos, está que se viene al piso.
Universidad pedagógica
«La Pedagógica requiere modernizar su infraestructura y para ello se necesitan recursos para ampliar el área construida, para adecuar las edificaciones existentes, recursos para modernizar su infraestructura tecnológica y para el mobiliario», explica la institución.
Se estima que la universidad requiere una inversión de 200.000 millones de pesos.
¿Qué pasa en otras regiones?
En la Universidad del Atlántico los estudiantes denunciaron que los bloques A Y D se están derrumbando. «Las condiciones en muchos de los salones en donde se dan clases no son las óptimas. Tanto en pregrado como en posgrado», dijo Soledad Mendoza, estudiante de Literatura en la Universidad del Atlántico.
De acuerdo con Carlos Prasca, rector de la Universidad del Atlántico, hay dos edificios que tienen deterioradas las barandas que protegen a cada uno de los pisos y los servicios sanitarios se encuentran sin mantenimiento.
Por otro lado, según Édgar Varela, rector de la Universidad del Valle, no es sencillo sostener el mantenimiento de 11 campus y 600 salones en 140 hectáreas, sobre todo en una situación de déficit para atender gastos de funcionamiento, que ascienden a unos 30.000 millones de pesos.
El techo de los salones de la facultad de Bellas Artes de la U. del Atlántico presentan más estado.
EL TIEMPO
Según Jairo Miguel Torres, rector de la Universidad de Córdoba, dicha institución también presenta problemas con las instalaciones. «Tenemos dificultades hidrosanitarios y de alcantarillado. Llevamos más de 50 años con esa situación. No hemos podido construir bloques nuevos y no tenemos infraestructura para responder a la demanda de estudiantes. Además, necesitamos fortalecer el cableatecnológico para ofrecer mayor cobertura de internet», dice.
Durante las movilizaciones estudiantiles, el Gobierno dijo que destinará 500.000 millones para la educación superior pública. La ministra de Educación, María Victoria Angulo, si bien reconoció la deuda histórica de 15 billones en infraestructura, aseguró que ese dinero es la suma de inversión que han debido ejecutarse con anterioridad.
CAMILO PEÑA CASTAÑEDA
Redacción Educación y Nación
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