Inicio Colombia Juez ordena a la gobernación de Antioquia devolver terreno en Bello

Juez ordena a la gobernación de Antioquia devolver terreno en Bello

La aspiración del gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, de empezar la construcción de un autódromo en predios del disputado parque Tulio Ospina, por ahora, tendrá que ser aplazada.

En efecto, un nuevo lío jurídico se presentó cuando el Juez Primero Penal de Bello, Luis Armando Vásquez, tuteló desde el pasado primero de octubre los derechos fundamentales invocados por Rubén Darío Zapata Pino, uno de los cuatro poseedores de un lote de cuatro hectáreas en el que funciona Parqueadero y Servicios Bellavista, y que la Gobernación de Antioquia afirma que hace parte de las 90, 3 hectáreas del lote Tulio Ospina.

A Zapata le fueron tutelados el derecho de defensa, el debido proceso, el derecho al trabajo, el acceso a la administración de justicia y el principio de confianza que le fueron vulnerados.

En la misma sentencia, el Juez dejó sin efecto la acción de desalojo que ocurrió el pasado 21 de septiembre y ordenó la entrega del bien inmueble para que bajo un debido proceso, Zapata pueda ejercer su derecho de defensa.

La extensión del megalote es de 90,31 hectáreas, tanto como 120 canchas de fútbol

Foto:

Esneyder Gutiérrez

Pese a que el departamento de Antioquia, la secretaría General del departamento, el municipio de Bello, la subsecretaría de Gobierno de Bello, la inspección de Policía de Bello, con funciones de control del espacio público, el Comando de la Policía Metropolitana y el municipio de Medellín respondieron esta demanda sosteniendo que era improcedente por tratarse de los mismos hechos respecto de los cuales ya se había fallado en primera y segunda instancia, el juez Vásquez argumentó que sí es procedente la acción de amparo.

¿La razón? Porque en la resolución de desalojo fueron mencionados Luis Iván Zapata Botero, Ana Rocío Contreras y Yolanda Amparo Zapata Pino como supuestos infractores y se les ordenó desalojar el inmueble del cual Zapata Pino es el poseedor material y en dicha resolución a él no se le incluyó.

Nosotros no estamos pidiendo que nos regalen nada, sino que se respete el debido proceso. En caso de que nos demuestren que ese terreno es de la gobernación, nosotros mismos nos vamos

“Nosotros no estamos pidiendo que nos regalen nada, sino que se respete el debido proceso. En caso de que nos demuestren que ese terreno es de la gobernación, nosotros mismos nos vamos”, explicó Zapata durante una conversación, en la que no ocultó su malestar porque los están señalando como el obstáculo para la construcción del parque.

Por su parte, Carlos Contreras, defensor de Derechos Humanos que acompaña a los cuatro poseedores, también dijo que seguirán creyendo en el debido proceso de la jurisprudencia colombiana. Igualmente, descartó una toma del terreno por las vías de hecho, a pesar de las dificultades de las 200 familias que dependen del trabajo en dicho parqueadero y a que la decisión judicial está en pie. el incumplimiento por parte de la Gobernación podría acarrearle otro problema jurídico.

El término dentro del cual debió cumplirse la parte resolutiva de la sentencia de tutela es de tres días hábiles, con la advertencia de que su incumplimiento acarreará desacato, que genera sanciones penales y disciplinarias.

Alexander Martínez, abogado de los poseedores del lote, dijo que el mandatario departamental está incurriendo en desacato al no cumplir la orden de un órgano de la Rama Judicial. Algo que, según él, “podría traerle problemas legales”.

Luis Pérez Gutiérrez, dijo el pasado 16 de octubre, durante un Consejo de Seguridad que ya tenía el 99 por ciento del lote en manos de la Administración Departamental y que sólo faltaba “clausurar unas tienditas que están a las afueras”. Para la construcción del autódromo, aseguró el mandatario, hay 38.000 millones de pesos disponibles en Indeportes.

Allí el mandatario hacía referencia al terreno de 90,3 hectáreas que fue donado por la familia Ospina en 1973 para que se construyera un parque público. Espacio que por sus condiciones ambientales y de ubicación es único en el valle de Aburrá.

La gran apuesta del gobierno departamental es la construcción de un autódromo de 2.600 metros para la práctica de deportes a motor, en el que incluso, podrían traerse eventos que cumplan con los requisitos internacionales.

El otro 50 por ciento fue cedido, el pasado 21 de abril, por parte de la alcaldía de Medellín al Área Metropolitana para que desarrolle en él un gran pulmón verde de unos 330.000 metros cuadrados, cumpliendo así con el deseo de la familia Ospina de construir en los terrenos cedidos un parque público.

La historia del lote donde se construirá el ‘Central Park’

En 1973 la familia Ospina donó a Medellín, y al resto de municipios del área metropolitana, una granja que, según las medidas de catastro alcanzaba las 97,3 hectáreas. Un año después de su donación fue encomendado al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) el mantenimiento y administración del megalote, que sirvió como zona de estudio al Instituto.

A lo largo de las últimas décadas del siglo pasado, la extensión del lote ha ido disminuyendo debido a la construcción de algunos proyectos de uso público que le redujeron, en definitiva, unas 34 hectáreas.

El primero en construir en predios del terreno, que tenía una cláusula que solo permitiría destinar el mismo para la construcción de un gran parque público, fue el municipio de Bello que construyó su polideportivo para los juegos Centroamericanos y del Caribe, de los que Medellín fue sede principal, teniendo a Bello como sede auxiliar.

El otro “ocupante de buena fe”, como lo llama el gobernador, Luis Pérez Gutiérrez, fue el Metro de Medellín, que en 1995 abrió sus talleres principales en otro terreno ubicado en una franja al occidente del río Aburrá. Entre estos dos ocuparon cerca de 160.000 metros cuadrados del terreno.

Una polémica surgió luego de que en la administración del gobernador Sergio Fajardo Valderrama tomará la decisión de actualizar los linderos, que se redujeron a 90,3 hectáreas, algo que para algunos concejales, como Jaime Mejía Alvarán, resulta muy sospechoso.

Paralelamente a esta historia, Bernardo Serna Lopera, el primer poseedor del terreno, empezó a hacer uso de cuatro hectáreas que son las que hoy está en un lío jurídico.
Ahora, los cuatro propietarios argumentan llevar más de 25 años en él y, aseguran, no pertenece al lote Tulio Ospina, sino que fue abandonado por la constructora del barrio Las Vegas, que actualmente está en liquidación.

Bryan Andrés González Vélez
Para EL TIEMPO
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