Inicio Colombia La eterna lucha de Leticia (Cartagena) por el agua potable

La eterna lucha de Leticia (Cartagena) por el agua potable

Las comunidades de Leticia y el Recreo asentadas a orillas del Canal del Dique, en Cartagena, lo volvieron a hacer.

Por pura necesidad, por dolor de patria, lo volvieron a hacer, como lo han hecho en los últimos 50 años, sin ser escuchados.

Las comunidades de las últimas veredas de Cartagena madrugaron ayer a taponar el paso de embarcaciones por el canal del Dique como protesta por el olvido del estado en todos los frentes.

Hombres y mujeres atravesaron una cuerda sobre el canal e impiden el paso de embarcaciones por el afluente.

Ante la falta de un centro de salud, la gente de viajar 40 minutos en lancha hasta el corregimiento de Pasacaballos para ser atendidos.

Foto:

archivo particular

Lo que más los indigna es la falta de agua potable pese a ser vecinos de un tubo madre de aguas de Cartagena.

Las aguas que no se pueden beber

Y es una paradoja pues la región está rodeada del mar Caribe y de las aguas grises y nauseabundas del brazo artificial del Río Magdalena que bajan contaminadas después de recorrer el país. Pero de esas aguas no pueden beber los niños leticianos.
Pese que un potente tuvo de la empresa aguas de Cartagena pasa a tres kilómetros de los dos poblados, las 900 personas que aquí viven, no saben lo que es un vaso de agua potable.

“Esa siempre ha sido la lucha de la gente de Leticia y El Recreo: el agua, pero nunca nos han escuchado”, señala Óscar Villero, presidente de la Junta de Acción Comunal de Leticia, quien ayer madrugó, como toda su comunidad, y con sogas, palos y llantas se lanzaron al canal del Dique para impedir el paso de los planchones industriales y de todas las embarcaciones, con el fin de ser escuchados por la administración.

“En Leticia también llevamos toda una vida pidiendo que nos amplíen hasta acá la carretera para que la gente pueda llegar así sea en moto”, agrega Nelson Rivero, líder de Leticia.

Leticia y El Recreo son dos veredas del corregimiento cartagenero de Pasacaballos donde la canícula del Caribe colombiano castiga sin piedad.

Y como no hay agua ni carretera, todo vale el doble y el costo de vida es uno de los más altos de Cartagena pues el único acceso es el canal del Duque.

En estas tierras los niños mucho menos saben lo que es el Programa de Alimentación Escolar, PAE, que nunca ha llegado.

Ante la falta de un centro de salud, la gente de viajar 40 minutos en lancha hasta el corregimiento de Pasacaballos para ser atendidos.

Una comisión de Gobernación y la alcaldía prometió escuchar hoy a los sedientos habitantes de Leticia y El Recreo, quienes padecen no solo la sed por la falta del líquido, sino además por la falta de presencia del estado. 

 John Montaño
 Redactor de EL TIEMPO
 Cartagena
 En Twitter: @PilotodeCometas