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La Gran Colombia: Lo que pudo ser y nunca fue

Cuando rondaban los años 1800’s, el sueño de Simón Bolívar de formar un bloque económico estructurado, respetado y bajo un mismo paraguas de desarrollo económico; parecía una utopía muy lejana a lo que hoy en día pudiese serlo. Luego de la división de los cuatro países (Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela) en el año 1830; conduce a una clara celebración de independencia del imperio español sin saber que 200 años después podría un sueño añorado por sus actuales habitantes.
La proliferación de bloques económicos hoy en día, saca provecho de sus propias uniones económicas para impulsar las naciones que ellas conforman. Unión Europa, Mercosur, Liga Árabe, Unión Africana, por mencionar algunos; han sabido negociar “al por mayor” sacando mucho mayor provecho que haciéndolo “al por menor o detalle”, haciendo referencia de ir país por país.
La Gran Colombia posee dentro de sus actuales fronteras, un sinfín de factores que benefician el añorado sueño bolivariano sepultado hace muchos años. La primera de las fortalezas se basa en sus casi 100 millones de personas que habitan estas tierras delimitadas por unos 2,5MM de kilómetros cuadrados, nada despreciables al ser equivalente a una 4ta parte de la Unión Europea.
Por otro lado, el bloque bolivariano produce unos US$ 952.000 MM (año 2016) que lo ubicaría en una posición del 15vo puesto Mundial en generación económica. Claro está, su dependencia productiva está fundamentada en los pilares de Venezuela (US$ 373.000 MM) y Colombia (US$ 381.000MM) con sus mayores aportes a ese PIB.
Si el sueño del comandante en jefe caraqueño estuviese vigente y unido como el bloque imaginado, el conglomerado de países se jactaría de poseer las grandes reservas de petróleo del mundo, cafetales por doquier, producción de caña de azúcar, trigo, arroz, banano, ganadería y una vasta gama de minerales (cobre, hierro, bauxita, oro, piedras preciosas), que vuelven a la Gran Colombia como un principal proveedor de materias primas para el resto del mundo.
Por otro lado, el turismo fuese otro factor se gran importancia para este bloque soñado. Con un total de visitas por el orden 7,5MM de visitantes que buscan diversas alternativas climatológicas, el cumulo de países se ve bendecido por poseer playas, llanos, montañas, nieve, bosques y desiertos; que acompañado de sus grandes metrópolis (Guayaquil, Panamá, Caracas, Cali o Bogotá); hacen que el destino gran-colombiano sea considerado por muchos extranjeros.
Para el caso del comercio internacional, su posición es más que estratégica, es privilegiada (posee salidas a ambos océanos). No solo con el Canal de Panamá (que genera unos US$ 2.700MM) sino que los puertos de Buenaventura, Guayaquil, Barranquilla, Maracaibo, Puerto Cabello o La Guaira; ofrecen una gran cantidad de opciones para impulsar y mejorar los términos de intercambio para cualquier lado del mundo.
Dentro de los factores que hoy en día pudieran liderar el bloque, es que posee 33 universidades ubicadas dentro de las mejores 200 en toda Latinoamérica. Universidad Nacional (Col), Universidad de los Andes (Col y Ven), Universidad Simón Bolívar (Ven), Politécnica del Litoral (Ecu) o Tecnológica de Panamá (Pan); son algunas de aquellas casas de estudios “bandera” en sus países y otorgan un grado alto universitario para el sueño del libertador.
Otro de los factores que puede presumir el conjunto de naciones de la Gran Colombia, es que en su haber tiene sus 3 Premios Nobel, compartido entre Baruj Benacerraf (Medicina – Venezuela), Juan Manuel Santos (Paz – Colombia) y Gabriel Garcia Márquez (Literatura – Colombia). Aunque el número puede sonar muy conservador, hay un reto importante para estos países para poder alcanzar el máximo nivel académico. También están las Miss Universos, Grammys Latinos, Premios Oscar; en fin, el bloque tiene “talento, mucho talento” para exportar y competir.
Desde el punto de vista deportivo, los deportes tradicionales como el beisbol y el futbol, serian nutridos y complementados por jugadores de estas naciones bolivarianas. Solo de pensar de una selección de pelota venezolana con refuerzos provenientes de Barranquilla (Col) o Chorrera (Pan), sería un “trabuco de equipo”, que solo se podría comparar con el dolor de cabeza de obtener un grupo de futbolistas con el ojo en los andes ecuatorianos, llanos venezolanos o bien, costas colombianas. Definitivamente, la Gran Colombia estaría disputando copas mundiales en estas y en otras muchas disciplinas deportivas.
Pero con base en todo lo anterior, lo difícil es poder unir a toda esta gente en un bloque social. Aunque los nativos se manifiesten a favor y tiendan su mano a torcer para forma este sueño bolivariano, aun hay muchas cosas por resolver para poder unificar a esta cuatro bendecidas nacionales.
El desastre económico que tiene Venezuela (-4,3%), aunado a la recesión que presenta el Ecuador (-2,9%); se ubican diametralmente opuestos a los esfuerzos y el buen trabajo que proyectan Colombia (+2,5%) y Panamá (5,4%) para este año 2017. Ya por allí, es complicado sentarse en una misma mesa a negociar una integración económica. Desde el punto de vista social, por más que los avances en los Tratados de Paz con las FARC o la inminente ola de violencia de los últimos años en Venezuela; repelen definitivamente a los líderes políticos a pensar en unión social.
Las clases sociales en estos países son muy marcadas. Las pirámides poblaciones reflejan una enorme desigualdad entre estos estratos poblacionales. En Venezuela, la clase baja esta por el orden del 75%, en Colombia (63%) y Ecuador (64%) están muy parecidos mientras que en Panamá presenta un mejor indicador cercano al 57%, para personas que reciben aproximadamente $10 diarios (Venezuela es de $3 por día o menos por tipo de cambio regulado).
Y este último punto es de arduo trabajo, pues las bases principales de un bloque es poder brindar a todos sus ciudadanos una equidad vivencial a lo largo de toda su extensión territorial. Hasta que los países no puedan arreglar sus problemas internos y demostrase a ellos mismos que pueden generar confianza entre sus habitantes; el sueño de Bolívar de esa Gran Colombia, sigue sepultada en el Panteón Nacional de Caracas como algo que pudo ser y nunca lo fue.
Daniel Suchar Zomer