Inicio Colombia La historia del paisa que trotó 500 kilómetros para hablar con Duque

La historia del paisa que trotó 500 kilómetros para hablar con Duque

Julián Esteban Villegas corrió durante más de 95 horas para llegar a Bogotá. Este joven de 28 años —nacido en Rionegro, Antioquia— vio gestar un propósito con la llegada del paro: ser la voz de los colombianos ante el presidente Duque.

“Tengo que conocer el país para saber con qué le voy a llegar al presidente”, pensó Villegas cuando se planteó viajar el pasado 28 de abril, luego de renunciar a su trabajo en una empresa de flores del municipio que lo vio nacer. Este campesino tomó la decisión por el cansancio de ver las injusticias del gobierno, como él mismo cuenta.

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Fueron cuatro días corriendo por más de once municipios de Colombia. En ese lapso, según narra, descansó únicamente 5 horas y 40 minutos. Pero no fue su primer recorrido. Antes de iniciar la carrera de 500 km, Julián viajó a otros departamentos del país con el dinero que le quedó de su última quincena.

El 28 de abril, a las 2 de la tarde, emprendió su ruta por Chocó, Risaralda, Caldas, Valle del Cauca, Quindío, Norte de Santander, Boyacá y Tolima. Sin importar el medio de transporte, se propuso acercarse a distintas poblaciones para conocer su realidad y contársela al presidente.

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Ese primer viaje finalizó en Pitalito, Huila y desde esa misma ciudad comenzó la carrera. Sin embargo, como ya no le quedaba dinero, tuvo que recoger café durante dos días en un municipio cercano. Arrancó el sábado 8 de mayo con cien mil pesos para todo su trayecto.

La guerra aquí en Colombia es la falta de oportunidades y la corrupción.

“En Neiva me quería retirar. Yo dije: voy a grabar un vídeo diciendo que ya no aguanto más, que me voy a retirar”, relata Julián sobre su larga maratón. Pero cuando recordó a los campesinos, el abandono del gobierno con ellos —con él—, recuperó la motivación para su gran carrera.

“Pensé en que en La Guajira los padres se quitan la comida de la boca para dársela a sus hijos y aun así los hijos se mueren de hambre. En Chocó, que lo tienen totalmente olvidado. En las personas que se ganan 13 mil pesos diarios… Yo me puse a pensar en eso”, concluye.

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Llegó a Bogotá el miércoles 12 de mayo, pasado el mediodía. Ni el par de acetaminofén diarias ni los antiinflamatorios que procuró tomar en su marcha, le impidieron decaer faltando dos cuadras para ingresar a la capital. Tuvo que sentarse porque su pierna derecha ya no le respondía.

Varias horas antes de llegar, también tuvo un dolor en su rodilla izquierda. Por azar, se encontró con unos indígenas que reconocieron su esfuerzo y le ofrecieron un ritual para mejorar. “Ellos me dijeron que queríamos lo mismo, que representaba lo que ellos anhelaban para el país. Yo no entiendo qué me hicieron, pero sí me sirvió mucho”, narra Villegas.

Julián llegó a su deporte por casualidad. A los 18 años se presentó para una carrera de ciclismo que resultó ser de atletismo. Ese día, según cuenta, participaron 5 mil personas. Él llegó de octavo y lo tomó como una señal para seguir corriendo.

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Sin camisa, con una pantaloneta, una mochila y la bandera de Colombia sobre sus hombros, este paisa nacido en Rionegro llegó a Bogotá con la intención de hablar con Duque y espera conseguirlo el fin de semana.

“La guerra aquí en Colombia no son las guerrillas, no son las bandas criminales. No. La guerra aquí en Colombia es la falta de oportunidades y la corrupción”, expresa Julián Esteban Villegas: “Yo cargué una bandera en nombre de 50 millones habitantes y llevo la sangre de miles de líderes sociales que murieron a causa de defender su país”.

Villegas marchará hacia la Plaza de Bolívar. Espera que esta sea una movilización multitudinaria que lo acerque definitivamente al diálogo con Duque. “Voy a llegar arrodillado porque voy en nombre de todos los colombianos”, sostiene.

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Pensé en que en La Guajira, en los padres que se quitan la comida de la boca para dársela a sus hijos y aun así los hijos se mueren de hambre

Sus motivaciones son claras: este es un país biodiverso y lo están destruyendo. Hay una marcada desigualdad social y, sin querer, es la misma gente la que patrocina la corrupción. Quiere demostrar que los colombianos no son vándalos.

“Espero que el presidente se coloque la mano en el corazón y me atienda porque yo quiero expresarle parte de mí y del amor que yo siento por Colombia”, afirma Villegas, quien además tiene una importante pregunta para Duque: “presidente, ¿usted realmente conoce Colombia?”.

LUISA MARÍA VALENCIA
ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO
MEDELLÍN