Inicio Colombia ‘La inclusión sigue siendo una palabra para hacer discursos’

‘La inclusión sigue siendo una palabra para hacer discursos’

Cuando Yenifer Pulgarín Candelo, una pereirana de 23 años, supo que en Colombia había un concurso de belleza para mujeres sordas, no lo pensó dos veces y buscó la manera para participar.

El reinado fue en julio del año pasado, en Medellín, y Yenifer viajó a la capital antioqueña con la expectativa de regresar a su ciudad con la corona por ser la más bella y por su talento para bailar y modelar. Y consiguió el objetivo. Además de la corona, se trajo la oportunidad de representar a Colombia en un concurso mundial similar: el International Deaf Fashion Show & Miss y Mister Deaf Stars, que se realizó este año en Caserta, Italia.

Y es que ese es el carácter de esta bella mujer: le gusta ponerse retos y alcanzarlos. También quiso ser bailarina y lo consiguió. Quiso ser modelo, además, y lo es.

Yenifer es sorda de nacimiento porque su mamá tuvo rubeola durante su gestación, pero en sus primeros años de vida alcanzó a conocer algunos sonidos. De hecho usa audífonos y gracias al bajo nivel de audición que estos le permiten puede pronunciar palabras y frases cortas. Eso la diferencia de los sordos profundos que nunca han escuchado un sonido. Pero como la mayoría de los sordos, tiene una gran capacidad para leer los labios. Cuenta que la persona que tenga en frente debe hablar muy rápido para que ella no sepa lo que está diciendo.

Aunque no escucha prácticamente nada, en el escenario Yenifer se desempeña como la mejor bailarina y si le toca bailar en un espectáculo de reggaetón o hip – hop mejor, porque esos dos ritmos la apasionan “y vibran en mi cuerpo como el arte que quiero expresar”.

En el concurso en Italia no ganó la corona, pero sí estuvo entre las finalistas. Con la ayuda de un intérprete, Josué Manosalva, contó que participar en el reinado ha sido una de las mejores experiencias de su vida porque en esta pudo dejar en alto el nombre del país y refrendar que uno de sus propósitos será luchar por la inclusión.

Estudió sin intérpretes

Yenifer estudió el bachillerato en la Escuela de la Palabra, en Pereira, un espacio para sordos y oyentes, donde aprendió la lengua de señas y una parte oral importante que le permite su poco nivel de audición.

Pero cuando ingresó al Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), regional Risaralda, sintió el peso de la discriminación. Le tocó estudiar sin intérprete. En esta institución estatal de formación no había personal que manejara la lengua de señas. Y cuando preguntó ¿por qué? le respondieron que no sabían del tema. Yenifer recuerda en especial a una profesora que prácticamente no le prestaba atención a ella y otros discapacitados. Sin embargo, otros instructores sí tenían vocación real de maestros y se graduó como tecnóloga en mantenimiento software y hardware.

“La inclusión sigue siendo una palabra para hacer discursos. No se fijan en la habilidad que puede tener una persona para hacer una labor, lo que le gusta, lo que lo apasiona. Es abrirnos, es no cerrarnos, es el mensaje que le queremos dar a la sociedad”, afirmó.

Por fortuna, en la Universidad Tecnológica de Pereira, adonde ingresó a estudiar Ingeniería de Sistemas, sí facilitan los intérpretes y, además, les dan bonos para transporte y alimentación. No ha tenido mayores dificultades para cursar su carrera, va en quinto semestre. No obstante, manifestó que la exigencia académica es alta y espera culminar sus estudios.

Y a propósito del paro de los estudiantes de las universidades públicas, que ya se acerca a los 60 días, Yenifer dice que le preocupa el sistema educativo en general y eso incluye también a las personas sordas.

Cambio de mentalidad

Su participación en los reinados la acercaron a entornos donde no había estado, las actividades sociales, con niños, jóvenes. No quiere abandonar esos espacios, pero le gustaría ejercer su futura profesión.

También le interesa continuar luchando por la inclusión en su ciudad y en el departamento. “He representado el departamento y sé que a través del trabajo con las fundaciones y asociaciones podemos incidir. Tenemos la Asociación de Sordos de Risaralda (Asorisa), con la que buscamos sobre todo eso, incidir. Que bueno sería que Pereira sea un modelo de inclusión”, mencionó.

Yenifer considera que la sociedad aún mira a las personas discapacitadas con pesar, lástima y por eso, en su caso, los mismos sordos, deben buscar el cambio de esa mentalidad. “Cuando estaba en el colegio decía que quería bailar y seguramente bailaba de una forma ridícula, que sé yo, y se burlaban de mi. He recibido muchas críticas en mi diario vivir, pero no he querido concentrarme en eso. Sé que en la mente de las personas no hay un ambiente incluyente y piensa: ¡pobrecito el sordito!, ¡pobrecito no puede!, pero yo me concentro en cumplir mis sueños y logró que esas mismas personas que dudaban, digan: ¡sí lo podía hacer!”.

Agrega que no le gustaría que el aprendizaje de la lengua de señas sea obligatorio para las personas oyentes, pero sí que se tomará conciencia de porque conocerla, “para que conozcan a los sordos y de que se trata nuestra lengua”.

FERNANDO UMAÑA MEJÍA
EL TIEMPO – PEREIRA