La lucha en ‘Villa Circunvalar’

Vanexa Romero/EL TIEMPO

Gladys María Duque, de 51 años, no tiene casa  a pesar de contar con los requisitos para acceder a una en el 2014 por medio de un programa del Gobierno Nacional. La mujer tuvo que vivir arrendada hasta hace una semana que la sacaron por no pagar donde se encontraba. No tiene trabajo y es responsable de un hijo con retraso mental. Ella es una de las pioneras en ‘Villa Circunvalar’, una nueva invasión en el barrio 7 de Abril, suroccidente de Barranquilla.

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Las condiciones de pobreza son extremas, afectando la salubridad de quienes viven en el lote. Para los habitantes del barrio 7 de Abril, en el suroccidente de Barranquilla, la llegada de la gente a ese espacio ha mejorado las condiciones de seguridad del entorno, el cual era usado para el consumo de drogas y como foco de delincuencia.

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El lote queda justo al lado del Colegio Jorge Robledo Ortiz. La comunidad, a través de su líder, Keyla Consuegra, de 26 años, tomó el lugar el 30 de octubre y solicitan que la Alcaldía los ayude para obtener vivienda digna. 

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 José Pérez, de 32 años, recibe en su cambuche a sus hijas Camila y Andrea del Colegio Jorge Robledo Ortiz. Él, al igual que otras personas, ha recibido ayuda de vecinos del barrio. 

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A punta de machete, pala y azadones, los habitantes de la invasión han bajado el monte de ‘Villa Circunvalar’ para la edificación de sus casas de madera. 

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Los habitantes de la invasión no cuentan con servicio de energía eléctrica; sin embargo, han instalado un poste de manera artesanal, el único que existe proveniente de una fuente de energía del barrio 7 de Abril. 

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La Policía Nacional ha conversado con la comunidad para explicarles el porqué deben retirarse del predio. De acuerdo con morados del sector, el lote tiene amparo policivo y desconocen al dueño. 

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Luis Polo, de 28 años, vive con su esposa y sus dos hijos, de 7 y 3 años, en el lugar. Sueña con darle una vivienda digna a su familia. Considera que la gente que vive en la la ‘villa’ necesita el terreno y no ha podido levantar su casa por las advertencias de la Policía. En la imagen, camina al lado de las tablas que fueron desmontadas por orden de las autoridades. 

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Andrés Arroyo, un joven de 19 años, vive en esta casa improvisada con su madre, su hermana y dos sobrinos. No ha construído más por temor a la Policía, la cual ingresó con el Esmad a desmantelar los cambuches a la fuerza. La comunidad denuncia que hubo abuso policial. 

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Muchas personas han decidido abandonar voluntariamente el lote después de la intromisión oficial del jueves 9 de noviembre en horas de la mañana. Por otro lado, algunos decidieron quedarse y reconstruir sus casas de tabla, las cuales están delimitadas por pitas. 

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La señora Cleotilde Berrío, de 54 años, vive con su esposo y sus dos nietos en la invasión pues no tiene contacto con sus 9 hijos. Solicita ayuda de las autoridades administrativas para obtener vivienda y teme el regreso de la Policía. Al igual que muchos, se siente sola en la lucha de ‘Villa Circunvalar’.

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De las 84 familias que invadieron el lote, el 30 de octubre, ya quedan 20. La gente quiere conversar con el dueño para negociar y pagar un alquiler, pero solo han tenido contacto con la Policía. También quieren que autoridades distritales y nacionales intervengan en busca de ayuda humanitaria para resolver su vivienda. Este lote queda al lado del Colegio Jorge Robledo sobre la Avenida Circunvalar a la altura del barrio 7 de Abril, suroccidente de la ciudad,  y le han denominado ‘Villa Circunvalar’.