Inicio Colombia La millonaria inversión para un colegio que lleva cerrado tres años

La millonaria inversión para un colegio que lleva cerrado tres años

Desde hace tres años, la comunidad del barrio González Chaparro del municipio de Floridablanca en Santander, conviven con un enorme ‘elefante blanco’. Se trata del megacolegio Río Frío, una infraestructura de más de 14.000 millones de pesos que ha permanecido cerrada desde su entrega.

“El megacolegio se convirtió en un elefante blanco más de los muchos que ya le han dejado a Floridablanca. Ha sufrido el deterioro por el abandono en el que ha estado”, señaló Alexis Araque, presidente de la Junta de Acción Comunal de la zona.

Y es que la sede educativa ha sido centro de un conflicto jurídico luego de que fracasara la puesta en marcha de una concesión a diez años para el manejo de la institución por parte de la Fundación Fe y Alegría.

La falta de estudiantes impidió que esta institución comenzara a funcionar. El megacolegio tiene una capacidad para 1.400 estudiantes, sin embargo en la zona solo se tenía un potencial de alumnos de 300. Por ello, Fe y Alegría le pidió al Municipio que los indemnizara con cerca de 2.800 millones pesos por incumplimiento del contrato.

La obra fue planeada en 2008 y se debía entregar en 2011, pero el contratista que la construyó, se demoró tres años más de lo acordado, es decir, su construcción terminó en el 2014. Debido a esta demora, en el 2010, el Ministerio de Educación, el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo y el municipio, tomaron la decisión de entregarlo en concesión.

El alcalde de Floridablanca, Héctor Mantilla, quien critica la falla en la planeación de las anteriores administraciones, señaló que en varias mesas de trabajo de buscó persuadir al concesionario para poner en funcionamiento el megacoleg
io con un número de 600 estudiantes que actualmente ya se tienen disponibles.

El mandatario señaló que Fe y Alegría sabía sobre ese cálculo errado en el número de estudiantes, pues era un tema utópico que aparecieran todos esos alumnos en esa zona que está alejada del área urbana.

Se da un negocio, porque eso era un negocio, el de entregar la educación a un privado

“La concesión no quiso ceder, ellos querían que les pagáramos indemnización. Nosotros nos rehusamos porque consideramos que en el momento en el que se firmó el contrato el concesionario también sabía que había un error de planeación”, dijo Mantilla.

El alcalde aseguró que no entiende por qué se dio esa concesión, teniendo en cuenta que en el municipio hay una planta docente para darles educación a 30.000 estudiantes y en matrícula se tienen 28.800. “No sabemos por qué se concesionó si se tenía la capacidad para prestar el servicio directamente”, añadió.

El funcionario indicó que tras la fallida conciliación, el concesionario inició un proceso de demanda en contra del municipio, el cual se encuentra en un tribunal de arbitramento, acción que posibilita a la administración local hacer un uso inmediato de la infraestructura, que abriría sus puertas en 2019 con 600 estudiantes.

“Pudimos tomar el dominio del megacolegio, estamos invirtiendo en reparaciones de obras locativas propias de los 10 años que esa infraestructura ha estado ahí, quieta”, precisó Mantilla.

BUCARAMANGA