El pasado 14 de junio, el Gobierno tomó la decisión de cerrar de forma indefinida la vía Bogotá – Villavicencio para «preservar la vida y garantizar la seguridad de las personas que transitan por el corredor vial» hasta que esté en condiciones de seguridad y transitabilidad.
La decisión ha ocasionado grandes afectaciones económicas en la región, pues la vía al Llano es una de las carreteras clave para la conectividad en Colombia. Empresas que acostumbran usar la vía diariamente para transportar alimentos, combustibles, materias primas, han tenido que buscar alternativas para cumplir con sus entregas.
EL TIEMPO es una de las empresas que ha tenido que buscar alternativas para que el periódico pueda llegar desde Bogotá hasta Villavicencio cada día y cumplirle a sus lectores.
Cuando la vía al Llano funcionaba con normalidad, el periódico salía de las instalaciones de EL TIEMPO a las 10:30 p. m. y llegaba a Villavicencio a la 1:30 a. m. Esto permitía que a las 2:00 a. m. se iniciara la distribución del diario para que a las 6:00 a. m. todos los lectores tuvieran su periódico.
Desde el 14 de junio, los distribuidores del diario se han visto obligados a utilizar otra ruta para llegar a Villavicencio, la cual implica salir de Bogotá por el norte, subir hasta Chocontá, avanzar hacia el oriente del país atravesando Guateque, San Luis de Gaceno y Villanueva, para empezar a bajar hacia Villavicencio.
Este viaje dura normalmente 8 horas, pero debido a la congestión que se forma en esta vía alterna con todos los vehículos que intentan llegar a Villavicencio, termina durando unas 12 horas aproximadamente.
Esto quiere decir que, si el periódico sale de las instalaciones de EL TIEMPO a las 10:30 de la noche, estaría llegando a Villavicencio entre las 10 y 11 de la mañana. Con el tiempo que se toma la distribución, los lectores estarían recibiendo el impreso a las 2 de la tarde.
Según el jefe de distribución del periódico EL TIEMPO, Ronald Rojas, aunque el periódico estaba llegando a su destino, no lo hacía en el horario ideal. Por esta razón, se optó por tomar otra ruta alterna para llegar a los lectores con la puntualidad que se acostumbra.
Esta ruta, aunque es una trocha, permite ahorrarse varias horas de viaje. Los vehículos pueden tomar el camino desde Monterredondo y salir a la vía principal por Guayabetal, adelante del derrumbe.
A este camino solo puede ser transitado por vehículos tipo campero, ya que hay que atravesar tres quebradas y el espacio es muy estrecho. EL TIEMPO debe llevar los periódicos hasta Monterredondo y allí pasarlos a los camperos para que puedan pasar por la trocha.
Pese a que la carretera es muy complicada y toma dos horas más que por la vía principal, permite que el periódico esté antes de las 5 a. m. en Villavicencio.
EL camino tiene tres quebradas y el espacio es muy estrecho.
En esta trocha se registró un derrumbe en las últimas horas y no se podrá transitar por allí en los próximos días, por lo que el periódico deberá ser enviado nuevamente por la ruta de 12 horas. Sin embargo, EL TIEMPO continuará rebuscándose cada día la manera de llegar hasta Villavicencio y sus alrededores para entregarle el periódico a sus lectores.
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