La situación en Norte de Santander es alarmante tras el derrame de crudo en el río Catatumbo. Los daños ambientales ocasionados tras el ataque contra el oleoducto Caño-Limón Coveñas por parte del Eln han generado alerta en las comunidades aledañas.
Cortesía: Corponor
El gran impacto ambiental genera preocupación en habitantes aledañas del afluente como es el caso de los corregimientos de San Pablo y El Aserrío, que se abastecen de esta fuente hídrica para su consumo de agua y el de los animales.
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Ante la emergencia Ecopetrol comunicó a las comunidades no tomar agua de la quebrada La Llana, en la que cayó principalmente el crudo y también el del río Catatumbo.
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Otras de las recomendaciones para los habitantes es no utilizar elementos que puedan generar chispas ni hacer fogatas.
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Cabe recordar que este atentado sería el séptimo ataque contra esta infraestructura petrolera en lo que va del año.
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De acuerdo con sobrevuelos realizados por Ecopetrol, la mancha de crudo se desató en horas de la tarde del pasado miércoles tras este ataque.
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Cabe recordar que en el 2018 se registraron 89 acciones violentas contra este oleoducto.
La flora y la fauna se ven amenazados tras el derrame de crudo en el río Catatumbo
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