Inicio Colombia Las fotos más impactantes que dejó la tragedia de Armero de 1985

Las fotos más impactantes que dejó la tragedia de Armero de 1985

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collage lugares

Cortesía Frank Fournier

La tragedia de Armero ocurrió el 13 de noviembre de 1985. Hoy, a 33 años de una de las catástrofes naturales más lamentables del país, se mantienen vigentes algunas fotografías que le dieron la vuelta al mundo. La destrucción de este municipio del Tolima se presentó a causa de la erupción del Volcán Nevado del Ruiz, a las 11:30 p.m., cuando todos los habitantes esperaban conciliar el sueño dentro de sus casas, las cuales fueron arrasadas por el material que expulsó uno de los colosos naturales más reconocidos de Colombia. Omayra Sánchez, la niña de 13 años que aparece en la foto, cubierta de los escombros de su propio vecindario, siempre será recordada por la tenaz lucha que libró para sobrevivir, para no claudicar, para no desfallecer. Esta icónica imagen fue retratada por el francés Frank Fournier –‘La agonía de Omayra Sánchez’- momentos antes de la muerte de Omayra, ocurrida 3 días después del deslizamiento –el 16 de noviembre de 1985 se apagó la luz de la niña que cantaba esperando su rescate-.

Archivo Particular

De los 29 mil habitantes de Armero en ese momento sucumbieron más de 23 mil en el deslizamiento. Ese 13 de noviembre cayeron algunos vestigios de ceniza volcánica durante el día, a los cuales no se les prestó mucha atención. A las 11:30 p.m. el primer lahar –sedimento líquido que se mueve desde las laderas de los volcanes- llegó al municipio y arrastró consigo lo que a su paso encontró. Fueron cuatro lahares en total. La foto muestra el esfuerzo realizado por los equipos de rescate para buscar sobrevivientes entre los escombros.

Felipe Caicedo / EL TIEMPO

Muy pocas estructuras de Armero se mantuvieron en pie. El terreno que hoy es decorado por diversas cruces se convirtió en un espacio de conmemoración. La fachada de la foto pertenecía al hospital.

Archivo Particular

Los sobrevivientes de la tragedia se aferraron durante mucho tiempo a la esperanza de encontrar a otros seres queridos del municipio que descansaban en sus casas antes del deslizamiento. Hoy en día, la fundación Armando Armero da cuenta de las historias de quienes buscan a sus padres, a sus hijos, a sus conocidos.

Archivo Particular

Esta fue una de las primeras imágenes que se capturaron tras la avalancha volcánica. En la foto rescatan a una mujer del inmenso lodazal que cubrió a Armero. Fue denominada como ‘La venus de barro’.

Jorge Parga / EL TIEMPO

Jorge Parga ganó el premio Rey de España con esta imagen de un niño que era salvado de la inclemencia del fango en Armero. El niño fotografiado estaba rodeado de varios cuerpos y Jorge Parga, en ese momento reportero gráfico de EL TIEMPO, vio cómo aquel se movía con dificultad. ¡Está vivo!, afirmó Parga a los rescatistas. En un artículo de 1995 EL TIEMPO logró hablar con el sobreviviente.

Archivo Particular

A Omayra Sánchez trataron de rescatarla de su prisión de fango durante tres días. Mientras el tiempo pasaba ella entonaba canciones, daba testimonios y afirmaba que sentía en sus piernas lo que eran los cuerpos de dos de sus familiares. Ella se convirtió en el símbolo principal de la conmemoración de la tragedia.

Archivo Particular

La lucha por sobrevivir de los habitantes de Armero fue infatigable. Si bien todo lo que componía al municipio desapareció, algunas vidas pudieron salvarse del lodazal.

Archivo Particular

El volumen del barro fue una de las mayores dificultades en el momento del rescate. A la firmeza del lodo se le sumaban los escombros de firmes estructuras, de casas, de tiendas, de hospitales y colegios que sucumbieron.

Archivo Particular

Esta foto es de una de las conmemoraciones realizadas por sobrevivientes, testigos y familiares de quienes estaban en Armero al momento del deslizamiento, en un 1985 que jamás se volverá lejano en la memoria histórica de Colombia y probablemente del mundo.

Archivo Particular

El 6 de julio de 1986 el Papa Juan Pablo II visitó las ruinas de lo que era un municipio tolimense. El sumo pontífice de esos tiempos derramó algunas lágrimas frente a una cruz de cemento levantada después del deslizamiento.

Archivo Particular

La madre de Omayra Sánchez conmovida durante un homenaje.

Archivo EL TIEMPO

La tragedia de Armero cumple 33 años este 13 de noviembre. Hoy en día las visitas al escenario del deslizamiento son frecuentes. Las conmemoraciones también son constantes y la búsqueda de los desaparecidos continúa.