La compleja situación que se vive por los continuos deslizamientos de tierra en el kilómetro 58 de la vía Bogotá-Villavicencio obligó ayer a las autoridades nacionales a decretar el cierre indefinido de este corredor vial que comunica los Llanos Orientales con el centro del país.
Ante la inestabilidad de la montaña se ordenó el cierre hasta nueva orden de 1,5 kilómetros de vía, entre los kilómetros 57 y 58+500. En este sector, según el Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca, han habían caído cerca de 30.000 metros cúbicos de tierra entre miércoles y jueves pasados.
De hecho, por la misma situación de riesgo, la Gobernación de Cundinamarca había declarado horas antes la calamidad pública en el municipio de Guayabetal.
Tras la orden de cierre indefinido de la vía al Llano, el Ministerio de Transporte informó que tomó una serie de medidas para mitigar el impacto que han tenido los constantes deslizamientos en un tramo de la carretera.
Entre esas decisiones se encuentra la orden de acelerar las obras de estabilización en el kilómetro 58 –donde está la situación más crítica– y recordó que con ese fin ya se habían destinado 120.000 millones de pesos.
Estos recursos se suman a otros 115.000 millones que se están invirtiendo en obras de protección, dos puentes peatonales y en la extensión de los túneles falsos en los km 46 y 64 + 200. Pero, además, el gobierno busca recursos por cerca de 100.000 millones de pesos para atender los demás sitios que representan un riesgo para el proyecto. Se estima que en total hay 136 puntos críticos en la vía.
El Gobierno también recordó que los vehículos de carga hasta de 17 toneladas y busetones pueden transitar por la Transversal del Sisga (Sisga – El Secreto – Aguaclara – Villavicencio). En este corredor, que está en construcción y tiene 351 km, hay 60 puntos de obras. El recorrido se puede realizar entre 7 y 9 horas.
La otra vía es Bogotá-Sogamoso-Aguazul-Villavicencio. Por allí pueden transitar los vehículos de carga hasta de 52 toneladas y buses. Para este corredor con 577 km se destinarán 50.000 millones de pesos para atender los puntos críticos y repotenciar algunos puentes. Además, el Invías dispondrá de maquinaria permanente en el caso de que se presenten derrumbes. Esta vía se puede recorrer en cerca de 11 horas.
Frente a estas alternativas, Colfecar advirtió que no solo aumentan el tiempo de recorrido, sino los costos, que pueden ser un 40 % de más.
Pero, además, según Juan Carlos Rodríguez, presidente de ese gremio, por la Transversal del Sisga solo se podrá movilizar el 36 por ciento de los vehículos que carga que usualmente utilizan la vía al Llano. Recordó que el 63,5 % de la carga que se moviliza entre Bogotá y la capital del Meta se transporta en tractocamiones, y esos son los que pueden transitar por la vía Bogotá-Sogamoso-Aguazul-Villavicencio.
Las medidas también comprenden alivios para los productores y sectores económicos que se han visto afectados por los deslizamientos en el corredor vial. Los gremios del Meta estiman que por el cierre de la carretera, agricultores, ganaderos, petroleros y comerciantes han dejado de recibir más de 500.000 millones de pesos. La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) tasó en 43.000 millones de pesos los ingresos diarios que deja de recibir ese departamento por el cierre del corredor.
Por esa vía también se transporta buena parte de los productos perecederos que se consumen en Bogotá, como plátano, yuca, piña, papaya, cítricos, arroz, pollo y carne de res y cerdo . Según el presidente de la Sociedad Colombiana de Agricultores, Jorge Bedoya, al menos el 50 % del consumo de la carne de cerdo en Bogotá proviene del Meta, así como más de seis millones de aves dedicadas a la producción de pollo de engorde y huevo de mesa, ganado y arroz, que está en proceso de siembra, transitan por este corredor vial.
Por otro lado, tras analizar el paquete de medidas que adoptó el Gobierno por el cierre de la vía, gremios y autoridades del Meta le reiteraron la petición al presidente Iván Duque de que decrete lo más pronto posible la calamidad pública para todo el departamento.
La Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD) señaló que tiene dispuestos planes de contingencias en las zonas donde puede haber mayor dificultad, entre estas siete barrios de Guayabetal, ante posibles emergencias por deslizamientos. Otro factor de análisis es la emergencia que se podría llegar a dar con el río Negro que bordea a esta comunidad.
NELSON ARDILA ARIAS
CORRESPONSAL EL TIEMPO
VILLAVICENCIO
@nelard1
