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Las motos siguen invadiendo la vía del Metroplús en Medellín

Conductores que transitan en sus motos sin casco, cruzando semáforos en rojo y a altas velocidades son escenas comunes en la avenida Carlos Gardel, mejor conocida como la 45, una vía en la que las motos no están permitidas.

Desde el 2011 la carrera 45, que atraviesa a las comunas de Manrique y Aranjuez, quedó para el paso exclusivo de los buses del Metroplús. Casi siete años después de la inauguración del sistema los buses siguen compartiendo el carril con carros, motos y hasta taxis que con frecuencia invaden la vía.

La situación es bien sabida por las autoridades que con frecuencia realizan operativos en la zona. Durante 2018, la secretaría de Movilidad de Medellín ha realizado 79 operativos en la vía, en los que ha interpuesto 1.891 comparendos.

Y aunque la invasión de los 13 kilómetros que tiene en total el Metroplús no es un asunto exclusivo del sector Manrique, para Mario Ramírez, subsecretario de Movilidad de Medellín, en el tramo de esa zona es donde más invasiones se registran.

No solo las motos invaden el carril exclusivo. Los taxis también son frecuentes infractores.

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Jaiver Nieto – EL TIEMPO

“Tenemos una invasión indebida en todo el carril del Metroplús, pero obviamente la 45 es el sector con mayor invasión de vehículos, más que todo de motos”, comentó el funcionario.

Durante las últimas décadas la carrera 45 siempre ha sido una vía fundamental para la zona nororiental de la ciudad. Por allí pasaron los primeros tranvías que subían del centro de la ciudad hasta Manrique y Aranjuez. Esto potenció la vía como un corredor cívico que tuvo como su eje cultural el tango. Después de la puesta en funcionamiento del Metroplús la calle cambió.

Hay que entender que cualquier intervención urbanística genera cambios, pero con el Metroplús la vía ha tenido más cambios positivos que negativos

“Hay que entender que cualquier intervención urbanística genera cambios. La 45 toda la vida ha sido una vía de expresión cultural, allí se hacían los festivales de tango, por ejemplo, pero con el Metroplús la vía ha tenido más cambios positivos que negativos”, explicó Gilma Páramo Bermúdez, profesional universitaria de la Casa de la Cultura de Manrique.Al parecer, la 45 solo es la punta del iceberg que evidencia un problema cultural de fondo, en el que el irrespeto a las normas de tránsito es un ejemplo más de la normalización del error.

En lo que va corrido del año las autoridades de tránsito han realizado 1.891 comparendos en la 45.

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Jaiver Nieto – EL TIEMPO

Según cifras de la secretaría de Movilidad, las tres infracciones que más han cometido los conductores en la avenida Carlos Gardel durante el año son: transitar por sitio prohibido (carril del Metroplús), con 867 comparendos; mal estacionamiento, con 231 sancionados y conducir motocicleta sin observar las normas de tránsito (por lo general el no uso de cascos) con 197 comparendos.

Para Guillermo Laines, presidente de la Junta de Acción Comunal de Manrique Central, la solución está en hacer más campañas de pedagogía. “A la secretaría se le ha dicho que ponga avisos, pero no hace caso; entonces yo no sé si es que los mandan a que hagan partes y no con un objetivo pedagógico”, comenta.Con la apertura del Metroplús, la zona de influencia del sistema tuvo un incremento en su valorización, lo que hizo que la vía se convirtiera en una zona rosa.

Hay un gran problema de cultura en los conductores, invaden los andenes, se pasan los semáforos en rojo y esto los fines de semana es un desorden total

“Hay un gran problema de cultura en los conductores, invaden los andenes, se pasan los semáforos en rojo y esto los fines de semana es un desorden total”, así examina la situación Laines.

El desorden de los fines de semana al que se refiere el líder comunitario es la obstrucción casi total de la vía por cientos de motos que son ubicadas a la salida de bares y discotecas, impidiendo así el paso normal de los buses de Metroplús que tienen que pasar casi que pidiendo permiso ante la mirada de los agentes de policía.

Aunque el subsecretario Ramírez y Laines coinciden en que el problema de la vía no es de movilidad si no de cultura ciudadana, el líder comunitario crítica que la administración municipal no ha realizado lo suficiente para acabar con el problema.

A esta queja se suma Páramo quien comenta que “falta hacer más campañas de cultura y no solamente en lo de las motos, sino también dentro del sistema mismo. La gente se queja también del servicio, de los buses repletos y demorados. No podemos correr el riesgo de que la gente le pierda cariño al sistema, como pasa en otras partes”.

Bryan Andrés González Vélez
Para EL TIEMPO
[email protected]​@GonzalezVelezB