Inicio Colombia Las tierras que buscan entregarle al pueblo nómada Nükak Maku en Guaviare

Las tierras que buscan entregarle al pueblo nómada Nükak Maku en Guaviare

Un juez admitió la más ambiciosa demanda por tierras presentada en los doce años de historia de la Unidad de Restitución de Tierras para que le devuelvan al pueblo indígena Nükak Maku, un globo de terreno de cerca de mil hectáreas en los municipios de San José y El Retorno, en el departamento del Guaviare.

El Juez Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras al admitir la demanda ordena darle trámite preferencial, expedito y eficaz al proceso, tras admitir que se cumplió con los requisitos exigidos por la ley.

En consecuencia dispuso darle trámite inmediato a este asunto con relación a los demás expedientes, además de garantizar que el proceso judicial contribuya a la eliminación de esquemas de discriminación y marginación.

Uno de los propósitos es la protección especial de los derechos de las comunidades indígenas víctimas del conflicto armado interno, especialmente de sus mujeres y niños.

Además, el Juzgado ordenó dar continuidad a las medidas cautelares y demás órdenes proferidas en favor de este pueblo originario de contacto inicial.

La Unidad de Restitución de Tierras como apoderada judicial de los Nükak, busca con esta acción judicial, que los 632 sobrevivientes del pueblo ancestral accedan al derecho fundamental de restitución y al goce efectivo de su territorio, constituido por 954.480 hectáreas, de acuerdo con su cultura, costumbres, cosmovisión y formas propias de organización.

Así como la implementación de las medidas de atención y asistencia humanitaria; la prestación de servicios de salud, la recuperación de sus prácticas culturales, seguridad alimentaria a través de la caza y la pesca, además de la recuperación y el fortalecimiento del gobierno propio, entre otras pretensiones.

El director de Asuntos Étnicos de la URT, Acxan Duque, aseguró que “con la demanda se protege el derecho ancestral como pueblo en contacto inicial, para su reconocimiento a sus derechos a la pesca, la caza, la ancestralidad y al desarrollo de su libre territorio, y por ello se constituye en una demanda hito que hemos presentado, y vamos a seguir haciendo un acompañamiento específico en los 14 asentamientos que hemos identificado”.

La comunidad indígena se vio afectada por el conflicto armado y los cultivos de droga.

Foto:

Unidad de Restitución de Tierras.

Su historia

Los Nükak Maku son de tradición nómada del noroeste amazónico colombiano y como pueblo nómada, su territorio de movilidad está comprendido, de manera ancestral, entre el río Guaviare y el río Inírida limitando en el oriente con el departamento de Guainía y territorio del pueblo Puinave, y hacía el occidente con una frontera flexible en las sábanas naturales del Guaviare.

En la caracterización realizada se identificaron 14 asentamientos los cuales corresponden a: Golondrinas, Chak amüh, Caño Makusito, Costeñita, Caño Cristal, Puente Largo, Capricho, caño Maku, Guanapalo, Cumare, La Esperanza, Filo de hambre, Villa Leonor y Agua Bonita.

Los asentamientos que representan mayor población son: Agua Bonita con el 16,2 por ciento, Caño Makú con 13,2 por ciento, seguido por Chekamüh con el 12,8 por ciento y Charras con el 12,3 por ciento de la población total; a diferencia de asentamientos como Tierra Alta, y Filo de Hambre que están por debajo del 1 por ciento de la población.

Algunas afectaciones territoriales identificadas por la Unidad a través del equipo étnico de la Dirección Territorial Meta son: la colonización a partir de los años 60, presencia de grupos armados ilegales, epidemia de gripe que desencadenó en el exterminio de más del 50 por ciento de su población entre 1990 y 1996; proliferación de cultivos de uso ilícitos y acciones conexas a actividades de narcotráfico y otras violaciones de los derechos humanos e infracciones al Derechos Internacional Humanitario.

Como causa del conflicto armado que sufrió el pueblo Nükak Maku, se produjeron una serie de hechos victimizantes tales como amenazas, desplazamientos forzados, restricción a la movilidad, entre otras violaciones a los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario, que originaron una serie de afectaciones y decisiones judiciales que los protegen.

NELSON ARDILA ARIAS
Especial para EL TIEMPO
VILLAVICENCIO