Es común ver el uso de elementos como gafas o marcapasos en nuestros días, pero tener antenas, sensores sísmicos o meteorológicos en nuestro cuerpo todavía suena inverosímil. Sin embargo, en el mundo ya hay personas que optaron por implantar en sus cuerpos elementos cibernéticos para potenciar sus sentidos.
Estos humanos son conocidos como ‘cyborgs’ y aunque parecen sacados de una película de ciencia ficción, tres de ellos se encuentran en Medellín contando sus experiencias.
Manuel Muñoz, Neil Harbisson y Moon Ribas son artistas que tienen implantados en sus cuerpos elementos cibernéticos que amplían la percepción del mundo que convencionalmente tiene el ser humano. Son los invitados especiales de la UPB después de la visita de la humanoide Sophia.
Somos artistas porque creamos nuestros propios sentidos
Neil Harbisson es cofundador de Cyborg Fundation, entidad que ayuda a las personas a desarrollar sus propios sentidos, dependiendo de sus necesidades y gustos personales. Harbisson nació con un problema médico que no le permitía ver de manera óptima los colores, así que desarrolló una antena que le permitiera ver colores imperceptibles para cualquier humano.
El censor ubicado en la parte trasera de la cabeza le permite percibir el clima de manera más aguda.
Foto: Jaiver Nieto – EL TIEMPO
Caso diferente es el de Ribas, que siendo bailarina interesada por el movimiento, decidió desarrollar un sensor sísmico conectado a internet que le permite percibir el movimiento del planeta.
Estudiando coreografía del movimiento me interesé por conocer más el movimiento de la tierra, entonces para mí es una exploración artística
La utilización de la tecnología es casi tan antigua como la existencia del ser humano, así que este tipo de utilización no es nuevo, pues marcapasos e implantes de todo tipo son usados hace décadas en el mundo.
La Cybor Fundation está ubicada en Barcelona y ayuda a personas de todo el mundo que quieran implantarse elementos cibernéticos.
Foto: Jaiver Nieto – EL TIEMPO
La cuestión es que este tipo de ampliación de la percepción humana de la realidad genera un debate a futuro debido a que podría ayudar a personas con necesidades médicas y hasta artísticas pero también abre el debate de los alcances de estos recursos en nuestras vidas. En este sentido el campo médico y jurídico tienen nuevos retos.
Los fundadores de Cyborg Fundation dicen que a medida que se va avanzando en los elementos cibernéticos también se va pensando en una reglamentación de ‘leyes cyborgs’ que eviten que se vulneren derechos como la privacidad. Aunque plantean que al ser una expresión artística nadie debería regular la cantidad de sentidos que se quieran implantar dependiendo de la decisión de cada persona.
Bryan Andrés González
Para EL TIEMPO
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