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Los increíbles zapatos que crecen con los pies de los niños

Alguien tendría que haberlo pensado antes. Una empresa estadounidense ha inventado un par de sandalias que crecen adaptándose a los pies de los niños. Su nombre: The Shoe That Grows (‘la zapatilla que crece’).

Sin calzado, o con uno deficiente, los niños quedan expuestos a caídas, heridas, enfermedades….

La idea es que las familias de bajos recursos no necesiten comprar calzado tan a menudo, especialmente en África.

Tuve la idea hace 10 años, mientras vivía y trabajaba en un orfanato en Kenia. Un día, en un camino extremadamente sucio, vi a una niña que llevaba unos zapatos tan pequeños que se le habían abierto por delante de la presión, dejando los dedos al aire. Fue ahí cuando pensé en un calzado que se fuese adaptando al tamaño del pie”, explica el inventor, Kenton Lee.

“Sin calzado, o con uno deficiente, los niños quedan expuestos a caídas, heridas, enfermedades… Algunos no pueden ni siquiera ir a la escuela (cuando el establecimiento exige un uniforme, el calzado forma parte de él). Además, es increíble ver hasta qué punto los niños adquieren confianza en sí mismos cuando tienen un lindo par de zapatillas”, añade.

Este es el primer proyecto de Because International, una organización sin fines de lucro, creada también por Kenton, en el 2009.

Foto:

Mon Quotidien

“Ultimar los detalles de The Shoe That Grows nos ha tomado seis años. Es una sandalia de caucho con una capa extrarresistente de cuero sintético por encima. La sandalia se extiende hasta cinco tallas y puede durar años. Tenemos dos modelos para niños: uno de 4-8 años y otro de 8-12 años”, detalla.

Este es el primer proyecto de Because International, una organización sin fines de lucro, creada también por Kenton, en el 2009. Su misión es generar ideas e innovar para hacer más útiles ciertos productos, además de ayudar a familias necesitadas y a empresarios que quieran crear.

Usan caucho antibacteriano

En un principio, la idea fue un pequeño pasatiempo, pero con el tiempo se hizo viral. Empezaron a llegar cientos de correos y llamadas de personas realizando docenas de pedidos de zapatos.

La producción de estos comenzó en China, donde, según la coordinadora de impacto del proyecto, Kayla Hetherington, se ha podido obtener un calzado de alta calidad, a un precio asequible. También se producen zapatos en Etiopía y Kenia, y se está construyendo una fábrica en Haití, la idea no es solo proveer zapatos, sino generar trabajo.

Según sus creadores, la pieza no lleva partes mecánicas o engranajes que se puedan romper.

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The Shoe That Grows ha trabajado con expertos de la industria para crear un diseño simple con materiales de alta calidad. En la fabricación del zapato se utiliza caucho comprimido (similar al de un neumático de automóvil), sintético y antibacteriano, y velcro táctico.

Según sus creadores, la pieza no lleva partes mecánicas o engranajes que se puedan romper. Son fáciles de limpiar y de usar.

El diseño del zapato no solo es funcional y duradero, sino también es indicado para ser enviado y transportado. Este es el sistema que utiliza el proyecto para llegar a varias partes del mundo.

En la página web theshoethatgrows.org cada persona puede realizar un pedido y comprometerse a que este llegue a las manos de los niños que lo necesitan. Cada par cuesta 12 euros, unos 40.000 pesos.

El proyecto se financia con donaciones. Las personas, también a través de la página, pueden donar dinero. Según Kayla, no hay ninguna empresa que financie la iniciativa, todo se ha realizado por medio de la ayuda de los que van conociendo la idea.

Kenton Lee, el creador, agradece las donaciones que se han realizado de varias partes del mundo. «Ya hemos distribuido más de 140.000 pares a niños en 97 países”.

CAROLINE HALLÉ
Mon Quotidien
Francia. 

LAURA ARDILA
EL TIEMPO