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Los mitos de la tuberculosis y sus historias en Barranquilla

En el último cuarto de la casa, lugar frío, triste y oscuro, alejado de todo y de todos, fue el sitio donde Alfredo*  estuvo confinado para luchar por un tiempo contra la tuberculosis.

Cuando tosía  sentía que lo que más le dolía no era el pecho ni el resto del cuerpo, sino el rechazo de quienes lo rodeaban. La soledad y la tristeza que sentía, aceleraban su riesgo de muerte, pese al tratamiento permanente que tomaba.

El estigma de estar enfermo y de ser una amenaza para sus hijos, esposa y familiares, era lo que en verdad lo estaba matando en vida. El día que salió de ese encierro, entendió que la enfermedad  no representaba el riesgo que pensaban en su casa si estaban juntos,  se curó de verdad. Hoy es un hombre normal.

La historia de Alfredo (nombre cambiado) es similar a la de Carlos, y otras de las tantas que se encuentran en la corporación Pazaporte, organización sin ánimo de lucro, que desde el 2013 promueven en Barranquilla la lucha por la mitigación del estigma y la discriminación por la tuberculosis.

Para ello se reúnen en el centro de Barranquilla o barrios como Rebolo o San Roque, con pacientes que sufren de esta enfermedad, para hacerles un acompañamiento y ayudarlos a llevar esta lucha que sostienen contra la enfermedad y el rechazo de la sociedad.

El grupo de profesionales que conforma la organización Pazaporte.

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Suministrada Pazaporte.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS) en el primer periodo epidemiológico de este año se presentaron 539 casos (64,8 %) en hombres, y 293 casos (35,2 %) en mujeres, siendo las personas mayores de 65 años las más afectadas. El Atlántico aparece entre las cinco departamento que se encuentran por encima del valor promedio, que es de 1.5 por cada 100.000 habitantes. En Barranquilla fueron diagnosticados 561 casos con tuberculosis en el 2O18.

La sicóloga Olga Leones Osorio es quien preside esta corporación, que hace dos años creó el Grupo de Apoyo Psicosocial con Enfoque Holístico Pazaporte a la Vida (GAP) para pacientes de Tuberculosis (TB)  y coninfectados TB/VIH.

“La tuberculosis termina siendo más discriminada que el mismo VIH por el estigma, por los mitos y realidades de esta enfermedad”, sostiene Leones, para precisar que es una enfermedad curable, pero que compromete no solo lo físico, sino también lo emocional y social. “Llegando en algunos casos a la condena social para el paciente, convirtiéndose esto en un determinante social para la falta de adherencia al tratamiento”, agrega.

La tuberculosis termina siendo más discriminada que el mismo VIH por el estigma, por los mitos y realidades de esta enfermedad

Pazaporte lo conforman un grupo de voluntarios, entre los que se encuentran médicos, especialistas, artistas, periodistas, sicólogos, entre otros,  que realizan actividades que le permitan brindar herramientas psicosociales, espirituales y clínicas, a los pacientes y familiares, en el camino hacia su sanación.

“Los participantes hablan sobre la enfermedad y describen sus emociones”, precisa la líder el grupo, al enfatizar que lo primero que hacen con un pacientes es explicarle qué es lo que tiene, cómo no se transmite la TB y de qué manera si se puede contagiar a los otros.

Los encuentro con los pacientes, se realizan cada 15 días en un consultorio del Hospital Barranquilla o espacios que se gestionan en la comunidad del centro de la ciudad como colegios o salones comunales.

Mitos y realidades

  • • La tuberculosis no es una enfermedad hereditaria.
  • • Solo se transmite por pequeñas gotas de saliva de una persona enferma (sin tratamiento) expulsadas al toser, estornudar, gritar.
  • • No se transmite por dar la mano a las personas, un abrazo o un beso, solo por vía aérea.
  • No se cura con remedios naturales, caseros o que vendan en la farmacia.
  • • Un paciente con tuberculosis no se debe aislar ni abandonar, debe recibir apoyo.
  • • El tratamiento regular dura 6 meses y debe ser estrictatamente supervisado, administrado en un centro de la salud, no se lo puede llevar para la casa.
  • La casa debe estar ventilada, iluminada, limpia para que la bacteria de la tuberculosis muera.
  • • La  tuberculosis tiene cura

En el primer proceso, que duró siete meses, acompañaron en este camino de sanación a 38 pacientes y sus familias.

“Generamos confianza con este grupo y comenzamos contándole como si fuera un ABC de la enfermedad. Se les dan las orientaciones y precisiones del caso, y las implicaciones que tiene seguir o no con el tratamiento”, sostiene. Leones, quien ha visto como muchos pacientes  han logrado superar los mitos de la tuberculosis y hoy llevan vidas normales al lado de sus familiares.

La lucha en el Atlántico

Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis este domingo 24 de marzo, la Secretaria de Salud del Atlántico presentó un balance de lo que ha sido la lucha contra esta enfermedad afecta a cerca de 9 millones de personas en el mundo, es de tipo infectocontagiosa producida por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis, que se transmite solamente por las gotas de saliva que expulsa la persona enferma, sin tratamiento, al toser, y que entran por vía respiratoria, es decir por la nariz, a otra persona.

Foto:

Prensa Gobernación del Atlántico

“Con corte a la semana epidemiológica 52 de 2018, en Atlántico se notificaron un total de 379 casos de tuberculosis sensible, siendo la incidencia de 28,9 x 100.000 habitantes. Los municipios con mayor incidencia fueron: Santo Tomás, Galapa, Campo de la Cruz, Malambo, Palmar de Varela y Soledad”, explicó Armando De la Hoz, secretario de Salud del Atlántico.

El 85,8 por ciento de los casos fueron de la forma pulmonar, y la coinfección TB/VIH fue del 13 por ciento. El 55 por ciento de los casos se presentó en población masculina, siendo el grupo de edad más afectado el de mayores de 29 a 59 años (51 por ciento), seguido del grupo de mayores de 60 años (24 pr ciento); los menores de 15 años aportaron el 5 por ciento de los casos.

El funcionario agregó que la mortalidad por tuberculosis en Atlántico fue de aproximadamente 1,14 por 100.000 habitantes al año 2018, e insistió en que “tanto la infección tuberculosa latente como la tuberculosis activa tienen tratamiento, el cual es gratuito”.

Leonardo Herrera Delgans
Corresponsal de EL TIEMPO Barranquilla
@leoher69