El deterioro al medioambiente, infligido desde hace un mes por el derrame de crudo en zona rural de Barrancabermeja, tiene sumido en una crisis económica a las comunidades pesqueras del río Sogamoso, que se vieron en la necesidad de abandonar sus faenas debido al vertimiento del hidrocarburo sobre este importante afluente, cuyas aguas tributan (desembocan) en el río Magdalena.
Los recolectores de este alimento, que se asientan en 12 caseríos de los municipios de Barrancabermeja, Puerto Wilches y Sabana de Torres (Santander), calculan que han dejado de percibir cerca de 2’000.000 de pesos diarios, la ganancia equivalente por la venta de 40 pescados atrapados durante una jornada de seis horas de trabajo.
Nosotros dejamos de pescar cuando empezamos a encontrar rastros de crudo en el cuerpo del animal o en el olor, porque sabíamos que ese producto nadie lo iba a comprar
No obstante, la mayor preocupación de estos campesinos radica en que la temporada de subienda, popularmente conocida como ‘el milagro de la multiplicación de peces’, no cumplió con las expectativas en ventas trazadas para Semana Santa.
“Nosotros dejamos de pescar cuando empezamos a encontrar rastros del crudo en el cuerpo del animal o en el olor, dejamos de pescar, porque sabíamos que ese producto nadie lo iba a comprar. A pesar de esta situación, estamos adelantando reuniones con Ecopetrol para hablar de mecanismos de reparación ante esta emergencia ambiental”, puntualizó Pablo Gil Rincón, presidente de la Asociación de Pescadores del corregimiento Puente Sogamoso, municipio de Puerto Wilches (Santander).
Este clima de incertidumbre económico también reina en las veredas El Pedregal y Hortensia, del municipio de Barrancabermeja, cuyos habitantes solían recoger unos 23.000 bocachicos para abastecer las despensas de sus hogares y para la venta durante Semana Santa, pero esta vez decidieron parar sus labores pesqueras debido a la contaminación del crudo en este cuerpo hídrico.
De acuerdo con la Autoridad Ambiental de Licencias Ambientales (Anla), la mancha de crudo, que recorrió una distancia de 24 kilómetros de la quebrada La Lizama, Caño Muerto y del río Sogamoso, mató 2.437 animales y contaminó 40 espejos de agua.
El derrame de crudo mató 2.437 animales y contaminó 40 espejos de agua.
Cortesía Ecopetrol
Al clamor de estos campesinos se sumó el llamado de ecologistas y organizaciones sociales, quienes piden a Ecopetrol celeridad en la operación de limpieza y remoción de los 550 barriles de petróleo derramados para luego comenzar con la recuperación de la fauna y la flora impactada.
“Ecopetrol debe ejecutar estos trabajos con rapidez para brindarles las garantías a los pobladores de que su ecosistema se va a reestablecer cuanto antes, porque ellos también sufrieron los impactos de la represa de Hidrosogamoso”, precisó Claudia Ortiz, vocera del colectivo Ríos Vivos.
Montaje de unidad de alivio en pozo Lisama, en marcha
Ecopetrol informó, a través de un comunicado emitido este lunes, que el ensamblaje y montaje de la máquina de alivio, denominada Snubbing Unit en el pozo Lisama 158, donde el 2 de marzo se presentó un afloramiento inusitado de lodo, gas y petrolero, avanza sin contratiempos.
El montaje de la unidad especializada, traída de Estados Unidos, se inició la semana pasada y su objetivo es adentrarse en los 6.000 pies de profundidad de este yacimiento y normalizar el alto nivel de presión, que originó este fenómeno.
“Esta instalación es considerada de alta complejidad debido a los trabajos en altura para la instalación de válvulas de gran tamaño”, puntualizó la estatal petrolera.
BUCARAMANGA
