Cuatro personas de una misma familia fueron asesinados y posteriormente incinerados en su vivienda en zona rural de Landázuri, Santander. Luego de esta matanza se presentó una segunda masacre a los supuestos asesinos.
La comunidad habría tomado justicia por mano propia y los habría asesinado. Afortunadamente uno quedó vivo y ya está condenado. Los familiares de los presuntos asesinos aseguran que hay más gente involucrada en esta matanza. El único condenado conocido como alias ‘Mi negro’ apeló su condena.
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En la mañana del 11 de septiembre del 2022 todo fue gris para la familia del profesor Álvaro Díaz, en la vereda Buenos Aires, sector de Miralindo, a cuatro horas en moto del casco urbano de Landázuri, en Santander.
Él junto a su esposa y dos hijos fueron brutalmente asesinados y posteriormente incinerados por quienes fueron sus trabajadores de la finca, pero según versiones de la zona, también eran ‘amigos’ del docente por brindarles una oportunidad económica.
Un riña y al parecer, por dinero que exigían los empleados desató la masacre familiar en el que, según versiones de la Fiscalía, degollaron a la hija de Álvaro Díaz y a los demás los agredieron con machete mientras discutían.
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Luego de esta pelea, los cinco empleados quemaron la casa con los cuatro miembros de la familia para evitar dejar pruebas, pero no se percataron que Natalia Calle, quien era la empleada doméstica quedó con vida.
Esta mujer dio aviso a los vecinos del macabro asesinato múltiple que perpetraron los trabajadores. Según las versiones de las mismas autoridades, la comunidad se lleno de rabia y enfurecida, con tiros de gracia tomaron justicia por mano propia, asesinaron a cuatro de los implicados.
Fue la segunda masacre que se cometió en Landázuri en menos de cinco horas. Solo quedaba Wiliam Trejos, alias Mi negro, quien logró escaparse de la comunidad y fue capturado por la policía.
Un año después de la doble masacre
William Tejos, alias ‘Mi negro’, quien fue el único sobreviviente y presunto asesino de la familia Díaz, fue condenado en abril del 2023 a 719 meses a prisión, que equivale a 59 años y 11 meses.
Además, debe responder por una multa de 710 salarios mínimos salarios vigentes por el ocultamiento del material, pero se le descontará el 50 por ciento por allanamiento de cargos.
A Trejos se le acusa por los delitos de hurto calificado con violencia, homicidio agravado, incendio, daño en bien ajeno y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.
«Al salir corriendo para pedir auxilio, manifestó que ‘Cacha’, ‘Cochi’ y ‘Mi Negro’ estaban matando al profesor y que a la niña la habían degollado y le pateaban la cabeza. Le preguntaban al profesor que dónde estaba la plata. Cada uno de esos elementos demuestran que alias Mi Negro estuvo en el lugar de los hechos. Participó activamente, sostuvo una distribución de rol agrediendo al profesor, y conociendo las lesiones de la menor de edad y de la señora Acuña, esposa del profesor», explica la Fiscalía en su momento.
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Al pasar un año de este suceso, una fuente muy cercana a la familia del profesor de Álvaro Díaz contó que a pesar de que alias ‘mi negro’ ya está condenado y en la cárcel, Trejos asegura que hay más cómplices en esta brutal masacre y que los involucrados están vivos.
Este medio conoció que el único supuesto asesino sobreviviente oriundo de Maracaibo, Venezuela, apeló la decisión de la condena, y que la Defensoría del pueblo de igual manera lo hizo.
“Hay más gente involucrada, apelaron la condena. Él tiene mucho que decir y contar, quiere hablar, la Defensoría del pueblo también apeló”, dijo una fuente a EL TIEMPO.
Además, este medio también consultó con familiares de los supuestos asesinos y aunque prefirieron no dar su nombre contaron que tres meses después de la doble masacre demandaron para conocer la verdad de lo que sucedió esa noche.
A raíz de esa denuncia, recibieron amenazas de muerte. “No busque lo que se le ha perdido o si no quiere que se le llene la jeta de moscas como a su familiar. Le vamos a mandar a tapar los oídos, para que tenga claro y no se le olvide lo que hizo su pariente”, fue uno de los mensajes que recibió un pariente y al que EL TIEMPO tuvo acceso.
El pariente explicó que una de las cosas extrañas es que el cuerpo de uno de los presuntos familiares se lo entregaron ya con 10 días de descomposición, es decir, que no cumplía los días exactos de cuando sucedió la masacre en Landázuri.
“Me llegaron dos investigadores, dijeron que iban a hacer una investigación de la muerte de mi hermano, a mi hermano lo mataron a quema ropa, quedó totalmente carbonizado, mi hermano recibió un tiro en la cabeza, y un tiro entre el hombro, y los que fueron a mi casa dicen que mi hermano murió por golpizas , eso es muy raro, vinieron dos personas de la Policía y dos investigadores. El fiscal no me da la cara”, dijo la familiar.
Las personas allegadas tanto a la familia masacrada como a los presuntos asesinos hablan de que esa noche del 11 de septiembre hubo 11 muertos. Es decir, que habrían tres muertes más que no se dieron a conocer, esto, según audios que le enviaron a familiares de las víctimas, pero las autoridades jamás confirmaron esta versión.
EL TIEMPO consultó con la Defensoría del pueblo del Magdalena medio para conocer las causas de la supuesta apelación de la condena de alias mi negro, pero al momento no ha recibido respuesta.
MELISSA MÚNERA ZAMBRANO
Corresponsal de EL TIEMPO – Bucaramanga.
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