Inicio Colombia México y Medellín, hermandad de cine, música y letras

México y Medellín, hermandad de cine, música y letras

Una carcajada brota entre las palabras del escritor e historiador de Medellín, Memo Ánjel, cuando trata de indagar sobre aquellos vínculos que entrelazan las culturas de México y Colombia.

La música, la literatura y el arte han circulado entre los dos países desde finales del siglo XIX, pero lo que le provoca risa es que, paradójicamente, uno de esos lazos se lo debemos al analfabetismo: “Como la gente aquí no sabía leer, prefería ir a cine a ver las películas mexicanas porque estaban habladas en español, entendían los chistes visuales y así empezaban a enterarse de la cultura mexicana”.

De esa época de oro del cine mexicano, entre los años cuarenta y cincuenta, quedó la admiración por personajes como María Félix, Pedro Infante, Germán Valdés ‘Tin Tan’, Cantinflas, entre otros artistas emblemáticos de la época.

Aunque esa hermandad cultural podría rastrearse aún más atrás en el pasado. Según Ánjel, se podría hablar de ese mestizaje musical que ocurrió cuando Pelón Santamarta, célebre compositor de Medellín, llevó hasta las costas de Yucatán el bambuco y se trajo la música carrilera oída por los soldados de la revolución, a principios del siglo XX.

Muchos antioqueños hacían la ruta. Salían de Antioquia, se iban por Centroamérica y pasaban a México. Uno de esos fue Porfirio Barba Jacob, por ejemplo

Este año, ese intercambio cultural se pondrá de manifiesto durante la 12 Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, que se realizará del 7 al 16 de septiembre, en el que México es el País Invitado y llegará con una delegación de unos 50 escritores, artistas, cocineros, músicos, científicos e intelectuales que tienen claros, cada uno a su manera, cuáles son esos rasgos comunes de nuestro ADN cultural.

Para el escritor y artista mexicano Mario Bellatin, por ejemplo, “tenemos un pasado en común compuesto, en especial, por la población de origen nativo, la irrupción española, y las diversas migraciones, negras principalmente”.

Este factor hace que Pilar Quintana, autora colombiana de la novela La perra, hable incluso de Latinoamérica como un solo país: “Nos unen el idioma, el mestizaje, la religión y muchas expresiones culturales heredadas de la colonización española. Por otro lado, está el maíz, como gran base de nuestra cocina”.

Tenemos un pasado en común compuesto, en especial, por la población de origen nativo, la irrupción española, y las diversas migraciones, negras principalmente

Más conexiones

A partir de este lazo inicial, tan antiguo, las ramificaciones de este puente entre los dos países se extienden a diversos territorios, entre ellos, uno que tiene la lengua como eje central: la literatura.

Se trata de un diálogo longevo que se fortaleció aún más durante la segunda mitad del siglo pasado, con especial impulso cuando se trasladaron a vivir acá Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis y Fernando Vallejo, como antes también había sucedido con Porfirio Barba Jacob”, afirma Juan Nepote, un activo divulgador científico de Guadalajara que, además, identifica entre su ciudad y Medellín otras señas comunes: “Ciertamente compartimos la atmósfera vital de nuestras ciudades: el amable desorden, la música urbana, las carcajadas callejeras, el desgano, la desesperanza y la capacidad de resistencia. Además, curiosamente, es notable un interés común por los libros”.

Los escritores que estarán en la 12 Fiesta del Libro y la Cultura desde hace mucho tiempo tienen en sus pasaportes de lectores grabadas las firmas de esos autores inmortales de la literatura de ambos países. Mario Bellatin, autor de la novela Salón de belleza, destaca aprendizajes esenciales encontrados en autores colombianos: “Como lector, desde La vorágine en adelante, me da la impresión de que los autores colombianos se empeñan en crear nuevamente el mundo.

La sinergia cultural de ambos países se demuestra a través de la cultura.

Foto:

Cortesía: Fiesta del Libro

En nombrar por primera vez a las cosas, como se afirma en las primeras páginas de cierta afamada novela. Y esa insistencia, esa terquedad, es uno de los impulsos necesarios que debe tener cualquier autor frente a su obra.

Esa influencia recíproca alumbrada por las obras de Barba Jacob, Rulfo, García Márquez, Carlos Fuentes, Juan José Arreola y Álvaro Mutis, se actualiza con los autores contemporáneos, que se leen entre sí, cultivando camaradería y amistad.

Gilmer Mesa, autor de La cuadra, afirma: “Leo constantemente a autores mexicanos porque me parecen geniales, unos de otra época como Jorge Ibargüengoitia y Carlos Fuentes y, de ahora, Juan Villoro, Jorge Volpi, y el increíble Daniel Salinas Basave, a quien conocí en Bogotá y me pareció un tipo estupendo y su obra, adictiva”.

Un entusiasmo parecido reluce en el mexicano Yuri Herrera, autor de La transmigración de los cuerpos: “Tengo una relación muy cercana con la literatura colombiana. La gente joven ha sido una influencia para mí. Con Juan Álvarez, quien ha escrito una de las mejores novelas en español en los últimos años, La ruidosa marcha de los mudos, tengo un diálogo constante, quizás como no lo tengo con nadie más”.

Librería viajera llegará a la Fiesta del Libro

Un barco cargado de libros llegó desde México al puerto de Cartagena. Su preciado flete de páginas y letras se dirige a la ciudad de Medellín para nutrir durante la 12.ª Fiesta del Libro y la Cultura los anaqueles de la librería del País Invitado.

El Fondo de Cultura Económica (FCE) fue la entidad encargada de seleccionar el catálogo de títulos y autores que los lectores de Medellín podrán encontrar en un espacio que será la carta de presentación de México, el País Invitado este año, y reflejará el buen momento por el que atraviesa la industria editorial de esa nación.

En los últimos años, México ha visto el surgimiento de sellos editoriales independientes que impulsan en el ámbito internacional la obra de escritores, académicos, científicos, ilustradores y artistas que encuentran en el papel el mejor medio para llegar a sus audiencias.

A Medellín llegarán un total de 34 mil volúmenes de 37 editoriales que representan un universo compuesto por ocho sellos del sector público, 19 editoriales privadas como Almadía, Sexto Piso, Impronta, Mantis, entre otras; 7 editoriales de Jalisco, entre las que destacan Paraíso Perdido, Pollo Blanco y Petra; dos editoriales transnacionales que tienen temas o autores mexicanos, como Alfaomega y Cangrejo Editores; y el FCE.

La librería se asentará en 90 metros cuadrados de exhibición durante los diez días de la Fiesta, en Carabobo, para darle la bienvenida a los más de 400 mil visitantes que se esperan durante este encuentro de la Secretaría de Cultura Ciudadana. Según Álvaro Velarca, gerente general del Fondo de Cultura Económica -filial Colombia, el concepto de la muestra en el stand de México estará alineado con Las formas de la memoria, tema central de la 12.ª Fiesta del Libro y la Cultura de este año: “Se busca resaltar a aquellos autores que han surgido a lo largo de la historia como Juan Rulfo, Octavio Paz, Sergio Pitol, Fernando del Paso, Juan José Arreola y Carlos Fuentes; escritores que han contribuido a la identidad del país, a la diversidad en las letras y en el arte, que permiten compartir un patrimonio editorial de esta prodigiosa tierra latinoamericana”.

Los libros de ese embarque que arribó a Colombia son apenas los primeros emisarios de los invitados mexicanos que tendrán un palco de honor en los distintos eventos con los que México compartirá parte de su cultura en la capital antioqueña.

Quienes asistan a la Fiesta podrán, entonces, conocer las raíces más antiguas de la cultura mexicana pero también las expresiones artísticas actuales que reflejan una identidad diversa. Durante diez días, México se convertirá en una experiencia para los sentidos. Desde sus sabores, colores, sonidos y palabras, el público podrá conectar sus emociones con el país hermano y reservarle un lugar de honor en la memoria.

DIEGO AGUDELO GÓMEZ 
Eventos del Libro de Medellín.
Para EL TIEMPO