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‘Mi hija cometió el pecado de ir lo más lejos por cumplir un sueño’

Familia y amigos de Laura Alejandra Flórez Aguirre, la geóloga asesinada en Yarumal, Antioquia, despidieron en la tarde de este sábado, en Manizales, a la mujer de 28 años, en una conmovedora ceremonia.

Como la persona más noble que hayan podido conocer, una que con su sonrisa siempre estaba dispuesta a ayudar y a amar. Así quiero que recuerden a mi hija, la que cometió el pecado de adorar su carrera e ir hasta donde tuviera que ir”, dijo, en medio del llanto, Jairo Flórez, padre de Laura Alejandra.

A las 2:32 minutos salió de la funeraria y llegó a las 4 a la iglesia en La Sultana. La recibieron con bombas blancas. La misa duró 45 minutos. Cuando sacaron el ataúd, la gente tenía globos blancos que soltaron al aire. Adentro, amigas de ella recordaron su especial forma de ser y destacaron las virtudes de una joven estudiosa y alegre.

Con dolor, cantaron la canción compuesta por Juan Gabriel: Amor eterno. Los presentes, unas 500 personas, lloraron. No solo en la iglesia sino alrededor. Gente de la Universidad de Caldas, familiares. La profesional nació, creció y se educó en La Sultana, un tradicional barrio de esta ciudad. Ahí conoció a Valentina Londoño Cardona, una de sus amigas de infancia y de las últimas personas con las que habló antes de regresar al campamento donde perdió la vida.

La última vez que hablamos fue hace una semana. Conversamos sobre la vida, sus proyectos y el momento profesional que vivía y que le permitía soñar con construir un hogar con su pareja

“La última vez que hablamos fue hace una semana. Conversamos sobre la vida, sus proyectos y el momento profesional que vivía y que le permitía soñar con construir un hogar con su pareja. Pensar que no está ahora para hacerlo es algo incomprensible”, dijo Londoño.

Desde hace trece años, estas jóvenes manizaleñas compartían vidas y experiencias. Vivían a un piso de distancia, en el mismo edificio donde todos extrañarán la sonrisa y nobleza que caracterizó a Laura Alejandra.

La misa duró 45 minutos. Cuando sacaron el ataúd, la gente tenía globos blancos que soltaron al aire.

Foto:

John Jairo Bonilla / EL TIEMPO

Las personas que la despedimos somos la prueba de que era una persona especial como hija, hermana, amiga y novia. Recorrer este lugar y pensar que nunca más estará es muy difícil”, mencionó Londoño.

Laura Alejandra escogió una carrera que la apasionaba, batalló por ingresar a una universidad pública y se graduó como geóloga de la Universidad de Caldas, en el 2016. “Ella amaba lo que hacía”, recordó Londoño.

Y con esa misma pasión la recuerdan quienes compartieron con ella en las aulas: “Dulce, cálida y aplicada, esos son los recuerdos que tengo de Laura. Tanto los docentes como sus compañeros de generación estamos conmocionados”, aseveró Elvira Ruiz, decana de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Caldas.

Siempre se esforzaba por ser la mejor en todo. A esta familia se le llevaron la mitad de la vida, porque para sus tíos era como una hija y para sus primos, como una hermana”, expresó Lucero Flórez, una de sus tías.

LAURA USMA
Especial para EL TIEMPO
Manizales