Inicio Colombia No cesan presuntos abusos ni asesinatos de niños en suroccidente

No cesan presuntos abusos ni asesinatos de niños en suroccidente

La Policía capturó a un hombre en Palmira (Valle del Cauca) por el presunto abuso de una niña de 5 años. Según la Policía, el caso ocurrió el sábado, en Ciudad del Campo, donde hubo gritos de la mamá de la pequeña, quien tendría limitaciones cognitivas. Los vecinos, alarmados, al parecer, trataron de lincharlo.

Cada día de este año se reportan entre cinco y seis denuncias de abusos sexuales en el Valle del Cauca. Solo en los primeros tres meses de este año, la cifra alcanzó los 508 casos, de los cuales, 442 correspondieron a mujeres y los 66 restantes, a hombres.

Son datos del Instituto Nacional de Medicina legal, estamento que el año pasado recibió 2.267 reportes de violaciones en todo el departamento, es decir, seis diarios. De esa cifra, 1.908 fueron denuncias de mujeres y 359 tuvieron relación con hombres.
Pero lo más grave es que el 40 por ciento de todas las denuncias tienen que ver con niños y niñas en Cali, lo que significa que en un año hay por lo menos 500 menores que son víctimas de estos abusos, según la secretaría de Salud de la capital vallecaucana.

De acuerdo con la Secretaría, los menores con edades entre 10 y 14 años son los más propensos a sufrir un abuso sexual.

La dependencia tiene informes de que entre el primer semestre del 2017 y los seis primeros meses de 2018, hubo 294 casos.

Claro está que hay casos de abusos a menores de 6 años, como el de una niña en Buenaventura en junio pasado. Por este caso, según la Fiscalía, hay un capturado a quien le imputó cargos como presunto autor del delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años. La madre denunció a un allegado que aprovechaba su ausencia para manosear a la pequeña y luego abusar de ella.

El Juez Sexto Penal Municipal con función de control de garantías en Buenaventura, Jairo Segura Ortega, quien ordenó medida de aseguramiento en la cárcel de Jamundí contra Jhon Édward Quintero Urquiza, como presunto autor del feminicidio agravado y acceso carnal violento a su sobrina de 10 años en el barrio San Francisco de Asís del puerto vallecaucano, le dijo a EL TIEMPO que en este municipio, los casos de presuntos abusos a niños son frecuentes. Dijo que en su despacho atiende un promedio de dos a la semana. 

Sigue investigación por descuartizamiento de niña en Cauca

En mayo de este año, las autoridades indígenas en el nororiente del Cauca detuvieron a dos presuntos sospechosos de uno de los crímenes más repudiados en esta zona del país.

El domingo 12 de mayo, una niña de 15 años, , quien pertenecía a la etnia misak, fue hallada en aguas del río Piendamó. No tenía su vestimaneta. El padre de la menor dijo que la invitaron a una reunión. 

La adolescente era oriunda de Guambía, en Silvia.

El gobernador indígena de esta región, Álvaro Morales, dijo que la menor habría sido atacada por desconocidos. “Hay unos problemas muy delicados. Se organizan muchas fiestas y la gente que está haciendo el negocio ilícito comercializa muchas sustancias psicoactivas, lo que viene generando problemas de seguridad”, sostuvo Morales.
La adolescente vivía a unos 11 kilómetros de la cabecera municipal de Silvia.
La secretaria de la Mujer del Cauca, Elvia Rocío Cuenca, rechazó el crimen y pidió celeridad en la investigación que adelanta la Fiscalía.

El 14 de ese mismo mes de mayo, el país se horrorizó por el asesinato y descuatizamiento de una niña, de 11 años, en Santander de Quilichao, municipio del norte del Cauca. 

Después de enterrar a su hija, cuyos restos mutilados fueron dejados abandonados en costales frente a su vivienda, Mercy Mayerly Barrero hizo un nuevo clamor.

La mujer pidió a las autoridades proteger a su hija menor, de 4 años. Aún teme que corra la misma suerte de su hermana, quien era estudiante de la sede La Milagrosa de la institución educativa Ana Josefa Morales Duque, en Santander de Quilichao, donde aún sigue la consternación y el repudio por el asesinato de esta menor, que había desaparecido en la tarde de ese martes 14 de mayo.

Según la Policía, la niña desapareció cuando se dirigía a casa de su abuela y allí recogía las llaves de la casa donde vivía con su progenitora.

La madre, de 32 años, dijo que obtiene su sustento diario al trabajar en diferentes oficios para sostener su hogar como cabeza de familia. Es así que aunque detrás del crimen habría una supuesta extorsión que habría terminado en el aberrante crimen o represalias de algún vecino que venía acosando a esta familia, la mujer reiteró a la Fiscalía que no cuenta con suficientes recursos, solo los suficientes para sostenerse en esta zona del norte del Cauca. Señaló que ella ahora vela por la niña que le quedó, la de 4 años.

Comisión, en Samaniego para esclarecer crimen de niña awá

Una comisión de la Fiscalía y de otras autoridades llegó a Samaniego (Nariño) para avanzar en la investigación que permitan dar con el responsable o los responsables del abuso y el asesinato de una niña awá sande, de 12 años, en Nariño.

De acuerdo con las mismas autoridades, buscan pistas que podrían involucrar a dos personas en este aberrante crimen, repudiado en la región y en el país. Así mismo, un cuchillo sigue siendo clave como la posible arma homicida.

El pasado jueves, en el parque principal de Samaniego, se realizó un plantón por la pequeña, cuyo cuerpo fue hallado en la vereda Andalucía, en la tarde del pasado martes.

La niña awá fue atacada con arma blanca y víctima de abuso sexual, de acuerdo con declaraciones que entregó el defensor de Derechos Humanos, Harold Montúfar.

Según Montúfar, se trató de un feminicidio. El funcionario añadió que la menor también fue torturada. Así lo señaló la necropsia, como lo recalcó el defensor.
Las autoridades de Nariño habían ofrecido una recompensa de 20 millones de pesos para quien suministre información sobre los autores o el autor del hecho. La niña estaba de vacaciones y ayudaba con las tareas del hogar. Había salido el martes a llevar unos desayunos y no regresó. Ese día se dio alerta sobre su desaparición. 

En Nariño, también en mayo, autoridades denunciaron el caso de dos niñas que contrajeron una enfermedad de transmisión sexual, tras haber sido presuntamente abusadas en el corregimiento de Sanabria, ubicado en la zona rural del municipio de Iscuandé.

De acuerdo con la denuncia de Claudia Cabrera, alcaldesa del municipio de Policarpa, llegó al centro médico de esa población una mujer originaria de Sanabria que estuvo preocupada por los granos que le habían salido a su nieta de 5 años en sus partes íntimas.

“La abuela nos dice que la niña tiene unos granitos en el órgano genital. Luego de la valoración médica nos dimos cuenta de que había señales de abuso sexual en el cuerpo de la menor y había sido contagiada de sífilis. La otra niña que las acompañaba también tenía el mismo diagnóstico”, afirmó Cabrera en ese entonces.

CALI