Inicio Colombia ‘No volveremos a la guerra’: excombatientes de las Farc en los Llanos

‘No volveremos a la guerra’: excombatientes de las Farc en los Llanos

“Pese a la incertidumbre por incumplimientos del Gobierno, acá nos vamos a quedar. Este lugar tiene un valor sentimental. Acá dejamos de hacer la resistencia armada. Acá decidimos decir no más a la guerra. Acá nacieron nuestros hijos y la única consigna es la de seguir cumpliendo”.

Así lo expresa Francisco Gamboa, conocido como ‘Ricardo Semillas’ y coordinador de Farc en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) en Charras, Guaviare.

Ese mismo sentimiento es pronunciado en los ETCR de Colinas, en Guaviare, y de La Reforma, en Vista Hermosa, Meta. Aunque también expresan su inconformismo por los incumplimientos del Gobierno adquiridos en el acuerdo de La Habana, señalan que esperan seguir allí después del 15 de agosto, cuando termina la vigencia de los espacios.

El director general de la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ANR), Andrés Felipe Strapper, sostiene que el Gobierno Nacional les viene cumpliendo a los 1.978 excombatientes que se encuentran en los cinco ETCR ubicados en el Meta y Guaviare, así como en los dos puntos de agrupamiento de La Julia y La Pista, en Uribe, Meta.

En Charras, Gamboa recuerda que cuando llegaron a escoger la casa donde iban a vivir lo que encontraron fue un peladero; en ese momento le propusieron al jefe Elver Marín Mata, alias Albeiro Córdoba, devolverse.

“Él nos dijo que ese sería un mal mensaje para el país porque nosotros aún estábamos en armas y muchos interpretarán que volveríamos a la guerra, pero esto no tiene vuelta atrás”, dice.

Tras decidir quedarse, construyeron casas de plástico en las cuales debían pasar situaciones difíciles por las adversidades del clima. Gamboa destaca que Charras fue el primer espacio donde se recogieron las armas a los guerrilleros, las pusieron en una casa donde duraron tres meses hasta que llegaron los contenedores.

En el sector, dice, han tenido que sobrevivir, pero de a poco se ha ido gestionando los servicios básicos, con la inversión de la cooperación internacional, que ha contribuido en mejorar las vías de comunicación, especialmente de la carretera hacia San José del Guaviare.

“Hemos tenido voluntad política y este lugar tiene valor sentimental. Acá nacieron nuestros hijos, que son parte de nuestro compromiso, lo que no nos dejaría retornar a empuñar armas”, dice el excombatiente.

Hemos tenido voluntad política y este lugar tiene valor sentimental. Acá nacieron nuestros hijos, que son parte de nuestro compromiso, lo que no nos dejaría retornar a empuñar armas

La intranquilidad por estos días es qué pasará después del 15 de agosto, pues quieren seguir habitando esos lugares. De momento, la ARN manifiesta que se está revisando la apuesta de consolidación de estos espacios acorde con el ordenamiento jurídico de cada municipio para que se conviertan en caseríos, veredas o corregimientos.

En este asunto coincide el coordinador del ETCR Las Colinas, en Guaviare, Edwin Sánchez, quien asegura que con sus compañeros existe la certeza de continuar el proceso, aunque los incumplimientos les complica la situación y los mantiene pensativos sobre qué pasará en la zona que habitan.

Hace unos días, cuenta Sánchez, a los excombatientes se les murieron 3.000 peces que hacen parte de una de las iniciativas productivas y se dañaron alimentos para los niños del programa de Cero a Cinco, porque no se mantuvo la cadena del frío tras quedarse sin energía, pues no contaban con gasolina para las plantas.

A Colinas llegaron 482 persona el 25 de febrero de 2016, y se fueron 55 muchachos que crearon otro punto de agrupamiento en La Julia (Uribe). Otros trabajan en fincas para sostener a sus familias.Sánchez expresa que los únicos apoyos que han tenido son de Naciones Unidas con un proyecto de porcicultura que aún no está funcionando, pues no han recibido apoyo del Gobierno para que este prospere.

El coordinador de la Farc de la ETCR de La Reforma, en Vista Hermosa, Meta, Desiderio Aguilar, sostiene que el Gobierno le ha puesto muchas trabas al proceso de reincorporación. “Nosotros mismos hemos desarrollado los proyectos que sacamos adelante. En agosto, cuando terminan los ETCR, aspiramos a que el Gobierno cumpla con los proyectos productivos, programas de adultos mayores y de vivienda, como se pactó”.

‘Todo se va a cumplir’

“Todo lo que está en el marco de la normatividad y lo que se definió en el acuerdo se va a cumplir”, expresa el director de la ARN, Andrés Strapper. Como ejemplo manifiesta que los ETCR no estaban en el acuerdo y son apuestas del Estado que se están fortaleciendo.

En relación con los beneficios sociales, Strapper dice que se adelantan proyectos con varias entidades, entre estas el Ministerio de Educación y el Consejo Noruego para los Refugiados, para que los excombatientes entren a programas que fortalezcan las habilidades y competencias para sus vidas, ya sea en vocación agropecuaria o urbana.

Con respecto al reclamo por tierras, el director general de la ARN expresa que “en el texto del acuerdo, en los puntos uno de reforma agraria y tres de fin del conflicto, no se incluyó entrega de tierras para población de la Farc, lo que se definió fue apalancar proyectos productivos y el Gobierno estableció rutas para acceder a uso de tierra”.

En todo caso, la dejación de armas ha contribuido para disminuir los índices de violencia. Según el Consejo Territorial de Paz del Meta, los homicidios en el marco de la violencia sociopolítica se redujeron 99,2 por ciento, el secuestro el 100 por ciento, al igual que la desaparición. El reclutamiento se redujo el 97,9 por ciento y de 178 casos de accidentes de minas antipersonal al año, se pasó a uno.

NELSON ARDILA
Corresponsal de EL TIEMPO en Villavicencio