A pesar del cerco militar estrechado por la Fuerza Pública para dar con el paradero de Cristo José Contreras, el niño de cinco años que fue secuestrado el pasado miércoles 3 de octubre y completa más de siete días en cautiverio en la región del Catatumbo, la ola de violencia en esta zona fronteriza con Venezuela no cesa.
Tras el rapto de este pequeño, hijo del alcalde de El Carmen, Edwin Contreras, este sector del país, conformado por 11 municipios de Norte de Santander, viene siendo azotado por una racha de asesinatos selectivos, hostigamientos y eventos de desplazamiento que tiene a la población sumida en el miedo y la zozobra.
El evento de violencia más reciente ocurrió el lunes, en el municipio de Convención (Norte de Santander), donde un comerciante, identificado como Víctor Urquijo, fue acribillado por hombres armados que irrumpieron en su propiedad.
“No hemos encontrado un nexo de sistematicidad entre un hecho y otro, pero es preocupante que ocurran todas estas situaciones en un mismo momento. Igual, es innegable la relación de estos incidentes con la guerra sostenida entre la guerrilla del Eln y Los Pelusos, fenómeno que tiene alterado el orden público en esa zona norte del departamento”, indicó Edgar Pallares, secretario de Gobierno de Norte de Santander.
La sucesión de estos, desde luego, afecta la tranquilidad del municipio y también afecta todos los esfuerzos para hallar al menor
La confrontación entre estos actores armados por el control del narcotráfico, completa más de seis meses y, según organizaciones sociales, ha dejado una veintena de muertos, que no han sido reportados oficialmente por tratarse de milicianos alzados en armas.
A este caso de homicidio se suma la muerte violenta de dos jóvenes, en zona rural del municipio de San Calixto, que fueron identificados como Darwin Josep Pérez Ovalles y Esneider Durán Guerrero.
Debido a este asesinato múltiple, la ONU reportó el desplazamiento de cerca de 200 personas, que desde el pasado 4 de octubre empezaron a huir de sus hogares por miedo a correr con la misma suerte de estos ciudadanos, de 19 y 21 años.
“Es preocupante lo que está ocurriendo hoy en el Catatumbo y más, porque en los más de 10 años trabajando acá, nunca la víctima de tanto sufrimiento había sido un menor de edad. La sucesión de estos, desde luego, afecta la tranquilidad del municipio y también afecta todos los esfuerzos para hallar al menor”, puntualizó Inés Rosalía Bustos, personera de El Carmen.
En inmediaciones al corregimiento de Guamalito, donde ocurrió este secuestro, ocurrió el atentado que en la noche del domingo dejó dos policía muertos de la Policía del Cesar. La arremetida fue atribuida a la guerrilla del Eln.
CÚCUTA
