Inicio Colombia Pandillas y microtráfico rondan a 40 colegios del sur de Barranquilla

Pandillas y microtráfico rondan a 40 colegios del sur de Barranquilla

Por lo menos 40 colegios oficiales de Barranquilla se encuentran rondados por la inseguridad, lo que disparó las alarmas del Distrito que prepara un plan que garantice la tranquilidad de docentes, estudiantes y padres de familia, y la normalidad de las actividades académicas.

Los factores que están afectando la seguridad en los alrededores de estas instituciones educativas son la presencia de pandillas y el microtráfico, según lo ha denunciado en reiteradas ocasiones el Sindicato de Educadores de Barranquilla (Adeba).

“Aquí hay profesores que tienen que pagar mil pesos a esos pandilleros, que permanecen sentados en las esquinas, para que los dejen pasar y no los atraquen o hagan un daño”, contó una profesora de uno de los colegios que se encuentra en esta situación.

La gran mayoría de estos establecimientos están ubicados en el sector suroccidental, suroriental y centro de Barranquilla, como lo ha reconocido el jefe de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Yesid Turbay, quien explicó que ya se tiene un diagnóstico de lo que está pasando en esas instituciones, gracias a un trabajo articulado con la policía, al Secretaria de Educación y su oficina. “Ahora viene el plan de acción, orientado a disminuir los riesgos”, dijo.

Aquí hay profesores que pagan mil pesos a esos pandilleros, que permanecen sentados en las esquinas, para que los dejen pasar y no los atraquen

El presidente de Adeba, José Ignacio Jiménez, ha denunciado la situación desde hace varios meses, asegurando que cinco profesores han resultado heridos en atracos.

También ha pedido más presencia de la policía en algunos colegios ,que están cercados por las bandas de expendedores de droga que utilizan a los estudiantes para comercializar los alucinógenos al interior de estas instituciones.

Jiménez ha logrado, a través de estas denuncias, que la Policía haga presencia en varios colegios, pero no oculta su preocupación que una vez se tranquilice la situación, los uniformados se vayan y el problema regrese.

“Los que estamos expuestos somos los profesores que ponemos la cara, alertamos a los estudiantes y autoridades sobre estas bandas, y por eso nos viven amenazando”, puntualizó el educador.