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Pereira, bien en reducción de pobreza, mal en salud

La capital de Risaralda salió bien librada en reducción de la pobreza monetaria, pero se rajó en la atención en salud y en la medición de la calidad del aire.

Lo anterior se puede concluir del Informe de Calidad de Vida 2018, que presentó ayer el programa Pereira Cómo Vamos, que desde el 2011 le ‘toma el pulso’ a la ciudad en diferentes aspectos. El informe articuló los indicadores locales con los 17 objetivos de desarrollo sostenible.

Según el estudio, Pereira es la ciudad con menor pobreza extrema y la tercera con el menor nivel de pobreza monetaria en Colombia. El 12,7 por ciento de los cerca de 475 mil pereiranos viven en la pobreza (con menos de 275.884 pesos al mes) y el 0,8 por ciento viven en la pobreza extrema (con menos de 121.989 pesos).

Además, es la ciudad con el menor nivel de desigualdad del país, con un coeficiente de Gini (medida de desigualdad) de 0,401.

También es positivo que el desempleo haya pasado del 20,3 por ciento en el 2009 al 9,1 por ciento -tasa de desocupación de un dígito- en el 2017.

Sin embargo, el 58,6 por ciento de los pereiranos están en la informalidad.
Juan Pablo Vélez, coordinador de Pereira Cómo Vamos, afirmó “que en el 2009 Pereira era una de las ciudades con las mayores tasas de desempleo del país e históricas, hoy tiene una de las menores y la informalidad se ha reducido, aunque son más las mujeres con trabajos informales que los hombres, lo cual está ligado a las labores domésticas”.

Mal en salud y aire

Algunos datos de la encuesta en cuanto a salud y medio ambiente son alarmantes.

En el primer aspecto, y aunque la problemática es nacional, Pereira es la penúltima de las 13 ciudades que hacen parte de la Red Cómo Vamos, donde los usuarios tienen el peor nivel de satisfacción con el servicio de salud, con el 39 por ciento; solo supera a Quibdó, que tiene el 32 por ciento. Manizales es la ciudad con el mejor índice de satisfacción con el 71 por ciento y Armenia registra el 47 por ciento y es la novena.

Para el alcalde de Pereira, Juan Pablo Gallo, la situación de la salud en la ciudad es una consecuencia de los problemas de una EPS específica. “Esa cola de Medimás nos afectó muchísimo, muchísimo. A mi me duele mucho porque si bien es un problema (la salud) a nivel nacional, a Pereira lo está afectando especialmente”.

También preocupa que Pereira sea la cuarta ciudad con el mayor índice de suicidios con una tasa de 8,62 por ciento. La superan Armenia, que es la primera, con una tasa de 10,83 por ciento y Manizales, segunda, con 9,90 por ciento. En el 2017 se suicidaron 38 personas en Pereira.

El estudio revela que Pereira debe ampliar el sistema de medición de la calidad del aire, sobre todo de partículas PM2, que son 100 veces más delgadas que un cabello humano y que pueden causar graves enfermedades.

Las dos estaciones que miden la calidad del aire en Pereira, la de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Cárder) y la del hospital San Jorge, miden la concentración del material particulado PM10, más grandes que las PM2. El aire de Pereira, con entre 23 y 24 mg/m3, está por debajo de la media nacional de 50 mg/m3, pero por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es 20 mg/m3.

Además de lo anterior, el informe indica que “el entorno no tiene la capacidad de absorber todos los gases que se emiten en la atmósfera en Pereira”. Es decir, entre otros temas, hacen falta árboles.

Acerca del agua, se resaltó que mientras Pereira no cuente con una planta de tratamiento de aguas residuales (Ptar), las fuentes hídricas, en especial los ríos Otún y Consota, seguirán siendo recibiendo las aguas negras de la ciudad.Al respecto, el alcalde Gallo aseveró que no alcanzará a hacer la Ptar, pero que le dejará a su sucesor, en el 2019, los estudios finales de esta y que ya se construyó el túnel trasvase del río Consota, que permitirá descontaminar esta fuente hídrica.

Aumenta hurto a celulares

Uno de los puntos en rojo en Pereira es la seguridad, en especial el hurto a celulares, que pasó de 1.133 casos en el 2016 a 1.616 en el 2017. Sin embargo, también aumentó el hurto a personas, el hurto a residencias y el hurto a comercios. Descendió el hurto a motocicletas y a automóviles.

Y es que en el 2017, 2.716 personas fueron víctimas de hurto, lo que da un incremento del 17,6 por ciento frente al 2016.