Reparos a la forma como el Gobierno está direccionando el programa Ser Pilo Paga formuló el rector de la Universidad del Valle, Édgar Varela Barrios.
“No estamos en contra de la filosofía de Ser Pilo Paga –señaló–, sino de la manera como este programa ha sido diseñado, donde el grueso de los recursos resulta direccionado hacia las universidades privadas, con una parte muy pequeña para las públicas”.
En Cali, por ejemplo, de 1.100 pilos, unos 200 ingresaron a Univalle. La situación, en parte, se explica por los puntos exigidos en las públicas para ingresar a carreras de alta demanda como medicina, arquitectura o ingenierías.
“Somos del Estado, debemos respetar las filas de la meritocracia. Por ejemplo, el último estudiante que ingresó a una carrera lo hizo con 370 puntos y hay un cupo adicional. El que sigue tiene 369 puntos y no es de los pilos, pero hay uno con 344, el puntaje base este año. Por el sistema de las universidades públicas debemos asignar ese cupo al de 369 que no es pilo. Para llegar hasta el estudiante de 344 tendríamos que ampliar, mucho, los cupos. Y si con los que tenemos no aguantan los recursos, menos ampliando”, explica.
Ante este hecho, los pilos se deciden por una privada que los recibe en la carrera que deseen.
Diversos rectores hacen parte de una comisión temática junto a funcionarios del Gobierno para analizar de qué manera construir una regulación equilibrada que garantice una proporcionalidad adecuada en esta matrícula de Ser Pilo Paga a las universidades públicas. Según análisis de los rectores, este año, el 82 por ciento de los pilos se fueron para el sector privado.
“Los Andes recibe hoy 52.000 millones de pesos del presupuesto nacional, esa es la factura de los estudiantes pilos. El modelo dice que se paga la matrícula cualquiera que sea, la universidad y carrera que escojan. En medicina son 17 o 18 millones de pesos por semestre pagados para cada estudiante por el Gobierno, mientras que a la UIS (Santander) le dan 3 millones y medio por un estudiante, una diferencia altísima”, expresó.
“El porcentaje de Univalle son 6,4 millones por pilo, la tercera parte de lo que recibe la de los Andes”, señala.
Y concluye: “Tal cual está el modelo no nos sirve, y ha generado mucha molestia en las universidades públicas que en una época de escasez de recursos fiscales el Gobierno les esté dando centenares de millones a los privados antes que asignarles esos recursos a los públicos. El Gobierno debe privilegiar la educación pública, que es la que le da acceso a los más pobres”.
CALI
