¿Cuándo volverá a sonreír Guatapé? Por ahora, aquí en el ambiente gravita la intranquilidad. De nada ha servido que la Policía, la Fiscalía y la Armada Nacional hayan descartado sobrecupo como causa del hundimiento de la embarcación El Almirante el domingo pasado en esta bella población del oriente antioqueño. Iban 167 personas a bordo. Fallecieron nueve.
Hay temor de los turistas de visitar el municipio. Y del 80 por ciento de la población, que vive de la llegada de los visitantes.
Y es que el accidente sacó a flote la falta de control que hay en las operaciones turísticas. Cerca de 120 lancheros de la zona, que componen la oferta náutica, insisten, sin embargo, en que su actividad siempre ha sido regulada y en sus paseos es obligatorio el uso de chalecos salvavidas.
“Las lanchas son de servicio público y tienen registro de expedición fluvial. Nosotros tenemos seguros y siempre se manejan chalecos hasta para los recién nacidos. Le explicamos eso a la gente para que no se asuste”, explicó un lanchero.
No quiso decir su nombre. Ninguno quiere. El miedo a lo que puede pasar hizo que las tres asociaciones que hay en el municipio decidieran esperar el fin de las investigaciones.
Otro lanchero acepta que el barco se hundió por negligencia. “Es que ni les ponen chaleco ni tampoco los piden las personas porque cuando se montan a un barco es a rumbear y bailar y no les gustan”.
Uno más ofrece un testimonio demoledor. Dice que hace 15 días subió con su familia a uno de los 13 barcos que operan en el embalse turístico, que forman parte de la empresa Asobarcos, y que en aquella ocasión tampoco les ofrecieron chaleco.
La situación se da por descuido y la alta informalidad. Una paradoja en un lugar que vive de su riqueza natural. Guatapé es el segundo municipio más visitado de Antioquia, según la Secretaría de Turismo. Al municipio de casi 6.000 habitantes pueden llegar hasta 30.000 visitantes durante un puente festivo.
Según Yomaira Rosales, secretaria de esa dependencia, en lo corrido del año han visitado Guatapé más de 450.000 personas, de las cuales el 11,6 por ciento son extranjeros.
Se estima que Guatapé podría haber recibido este año aproximadamente 67.500 millones de pesos por el turismo. Y se calculan en 1.800 millones de pesos las pérdidas el solo fin de semana de la tragedia.
¿Pero de quién es la culpa? La funcionaria aclara que, de acuerdo con la Ley 1242 de 2008, quien tiene la competencia de vigilar, controlar, acompañar y asesorar el embalse es el Ministerio de Transporte, al que representa en este caso el inspector fluvial.
Reconoció que El Almirante se hundió parcialmente el pasado marzo, pero que ocurrió en el lugar de atranque y no estaba en movimiento. La causa fue un mal procedimiento de quien hacía mantenimiento del barco.
Según informes de la Policía Nacional, una semana antes del hundimiento de El Almirante, 50 uniformados realizaron labores de verificación de la documentación y el estado de las embarcaciones.
Por su parte, Marleny García, alcaldesa (e) de Guatapé, también asegura que en el municipio sí se hacen controles a la actividad turística. “Contamos con plan de emergencia, pero evidentemente se harán mejoras”, prometió.
Sin embargo, es evidente que hay que actuar. Cuando EL TIEMPO intentó averiguar el porcentaje de informalidad en el municipio, no hubo respuesta ni en la Secretaría de Turismo, ni en la Alcaldía ni en la oficina de la Cámara de Comercio del Oriente.
Otros datos. Tan solo en la zona del embalse y sus alrededores hay cerca de 400 negocios de toda índole. El 60 por ciento de los que vienen visitan la piedra y poco menos del 40 por ciento realizan actividades acuáticas. En ambos casos se necesitan más controles.
Uno de los proyectos es la remodelación del malecón. Se desarrollará en tres etapas y con una inversión de 18.106 millones de pesos, de los cuales el municipio aportará 1.000 millones, la Empresa Autónoma del Municipio de Guatapé, 2.000; Cornare, 1.106 y EPM, 14.000.
En la medida en que se hagan las obras de mejoramiento y se cumplan las normas de navegación, los turistas volverán.
