A través de un comunicado de prensa, las directivas del Cúcuta Deportivo se apartaron de una serie de consignas y gestos de agradecimiento, que, durante la premiación del equipo motilón por su triunfo en el Torneo Águila 2018, fueron exhibidos en agradecimiento al exalcalde de esa ciudad, Ramiro Suárez, condenado a 27 años de prisión por homicidio.
El conjunto rojinegro se apartó de esta consigna de agradecimiento y dijo que su aparición será objeto de investigación.
Archivo particular
En un tono contundente, el club deportivo aseguró este miércoles que el afiche, con el mensaje: “Ramiro Suárez ¡Gracias por creer en nosotros!”, fue ingresado al Estadio General Santander, de Cúcuta, por personal ajeno a esta institución, y que su aparición en pleno campo de juego será objeto de investigación.
Ramiro Suárez, una persona muy importante para esta institución
Pero la polémica no se ciñe únicamente sobre el mensaje de este cartel. Ante cámaras y poco minutos después de que el equipo se impusiera 2-0 frente al Unión Magdalena, su capitán , Braynner García, exaltó la supuesta ayuda de este expolítico, vinculado a grupos paramilitares. “A Ramiro Suárez, una persona muy importante para esta institución”, dijo el jugador.
“Debido a los diferentes comentarios en redes sociales, nos permitimos aclarar que la anterior administración no tiene injerencia, ni posee relación alguna con la actualidad de la institución rojinegra, la cual es presidida por su máximo accionista, José Aguayo Cadena Mora, desde diciembre de 2013”, puntualizó el comunicado.
La organización añadió que las declaraciones de sus futbolistas obedecen a posiciones personales, sin ningún efecto vinculante de la vocería del equipo.
Esta no es la primera vez que el fantasma de Ramiro Suárez genera revuelo en la capital nortesantandereana. En varias ocasiones se ha denunciado la interferencia del exmandatario en la administración del actual alcalde César Rojas, e incluso, la exsenadora Claudia López dijo en una oportunidad que el condenado mantenía reuniones con sus aliados vía Skype, desde una celda de la cárcel La Picota.
CÚCUTA
