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Por fin le llegó el momento al único ‘ojo de sal’ que tiene Envigado

uego de dos décadas de intentos por protegerlo, el municipio de Envigado dio un paso de vital importancia para salvaguardar el único ojo de sal que aún tiene dentro de su jurisdicción: afectó el terreno en el que este está y espera, según cálculos del secretario de Medio Ambiente, César Mora, comprar el predio de 1,5 hectáreas para protegerlo de manera real y efectiva.

También conocidos como saladeros, ojos de agua sal o fuentes salinas, son aguas continentales ricas en minerales como potasio, hierro y calcio. El de Envigado es más pequeño que una habitación de tres por tres, sin embargo, es de vital importancia para el ecosistema y la fauna que se alimenta de él. Para llegar hay que tomar la vía al aeropuerto y, luego del proyecto Meritage, meterse por una vegetación exuberante, llena de robles todavía jóvenes y manigua apretada que dificulta el caminar.

Al llegar al lugar, el secretario Mora cuenta que, hace unos años, era común encontrar perdigones de escopetas en el lugar; algunas aves como palomas collarejas llegan al sitio para alimentarse del ojo de sal. “Muchas aves y algunos otros animales vienen hasta acá para alimentarse, resulta que el agua es muy rica en nutrientes. Por eso, hace años venían cazadores a ver qué animales encontraban. Eso no puede pasar”, explica Agustín Gutiérrez, director de ecosistemas y biodiversidad de la secretaría de Medio Ambiente de Envigado.

No sabemos qué tan hondo es, nadie se ha metido. La idea, igual, es que nadie haga inmersión en él

La quebrada Espíritu Santo, que alimenta a la represa de la Fe, se encuentra a escasos metros del ojo de sal. Es una cuenca hídrica importante para la ciudad.

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Guillermo Ossa. EL TIEMPO

Mora explica que, si bien se ha estudiado el ojo de sal, hay muchas cosas que se desconocen de él. Con un palo tantea la profundidad, que parece considerable. “No sabemos qué tan hondo es, nadie se ha metido. La idea, igual, es que nadie haga inmersión en él. Cuando las 1.5 hectáreas sean definitivamente adquiridas por el municipio, haremos un estudio con una universidad para conocer a fondo las características físico-químicas del agua, pues no se conocen con certeza”, explica el secretario.

Según información que Corantioquia le suministró a este diario, el ojo de sal de Envigado se encuentra a 2.435 metros sobre el nivel del mar y es conocido como ‘Salado El Sebadero’. A él acuden aves como solitarios andinos o cebritas trepadoras, que aprovechan de las propiedades del agua para alimentarse.

Muchas aves y algunos otros animales vienen hasta acá para alimentarse, resulta que el agua es muy rica en nutrientes. Por eso, hace años venían cazadores a ver qué animales encontraban

Pero los beneficios del ojo de sal no han sido únicamente para los animales. Si bien, desde Corantioquia explican que no se han encontrado evidencias arqueológicas, es muy probable que las comunidades indígenas lo utilizaran para extraer sal. “Sabemos que en el área se han encontrado tumbas, algunas de ellas muy cercanas al ojo de agua sal. Esto fortalece esta teoría del aprovechamiento de comunidades indígenas en épocas prehispánicas”, expresa el informe de Corantioquia.

En peligro inminente

Una de las barreras principales que encontraba el municipio para la conservación del ojo de sal es que este se encuentra dentro de un predio privado.

Según el secretario Mora, había un problema con la ley 99 de 1999, que exige a los municipios comprar predios con el fin de proteger sus recursos naturales y, en particular, los recursos hídricos. “La ley estaba muy concentrada en proteger áreas en las partes altas de los acueductos. Luego, con el decreto 953, se abre una ventana para que los ecosistemas estratégicos se pudieran conservar adquiriendo los predios”, explica Mora.

La idea de la administración es reforestar las zonas que hoy se encuentran deforestadas.

Foto:

Guillermo Ossa

Como el ojo de sal no se encuentra cerca de una cercana a la bocatoma de un acueducto, la adquisición de su predio no había sido fácil.

Jorge Correa, concejal de Envigado, comenta que la zona que rodea al ojo de sal se encuentra deteriorada por la deforestación y la presión urbanística. “El humedal está muy cerca de la vía del aeropuerto, estaba corriendo un riesgo muy alto. Afortunadamente logramos protegerlo por medio del acuerdo 030”, dice el concejal.
Una vez el predio pase a ser del municipio, se comenzará a reforestar con especies propias de la zona. Según explica Gutiérrez, la naturaleza se recupera por sí misma, pero la labor de la secretaría es acelerar ese proceso.

Hace un tiempo vinimos y ahora notamos que la vegetación ha crecido de nuevo. Es que los dueños mandan a pasarle machete. Con el proceso de siembra se hace mucho más rápida la recuperación

“Hace un tiempo vinimos y ahora notamos que la vegetación ha crecido de nuevo. Es que los dueños mandan a pasarle machete. Con el proceso de siembra se hace mucho más rápida la recuperación”, puntualiza Gutiérrez.

Además del estudio para conocer mejor las cualidades del agua, la administración pondrá cámaras trampa para que, en especial en horas de la noche, se registre con precisión cuáles animales se benefician de él.

Envigado avanza en áreas protegidas

n total, el 43 por ciento del territorio envigadeño lo componen áreas protegidas. El secretario de Medio Ambiente, César Mora, expone que es el municipio con mayor territorio protegido del área metropolitana.

Para cuidar la fauna que habita en los bosques de Envigado, se han instalado más de 15 pasos para animales. Son pequeños puentes por los que pasan por encima de las carreteras con la tranquilidad de que no van a ser atropellados. Con las 43 cámaras trampa con que cuenta el municipio se han registrado pasos de zarigüeyas, olinguitos, ardillas, entre otros. También hay presencia de pumas y tigrillos.

Miguel Osorio Montoya
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN
@MigoroMontoya