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¿Por qué la curva en Medellín es menor que la de otras capitales?

Medellín ha apostado por el uso de información para afrontar la pandemia de covid-19. En colaboración con los otros municipios del valle de Aburrá, la administración local ha reunido datos médicos y personales de 2’200.000 personas en la plataforma ‘Medellín me cuida’, con el fin de cruzar esa información para tomar decisiones.

Hasta este 8 de mayo, la ciudad reportaba 279 casos confirmados de covid-19. De estos, un 76,3 por ciento se han recuperado, 63 están activos y 3 personas han muerto. La cifra supera el promedio nacional de contagiados que han superado el virus, que es de 24 por ciento.

Segun el doctor Carlos Agudelo, infectólogo de la Clínica Universitaria Pontificia Bolivariana, el control de la curva en Medellín responde a tres factores: la instalación de la cuarentena cuando se contabilizaban pocos casos, el estudio agresivo de los focos de contagio, como la Central Mayorista y la Farmacia Cruz Verde, y la búsqueda intensificada de los contactos de los casos positivos, para aislarlos más temprano.

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Esto, señala el experto, se refleja en la cifra de muestras realizadas por cada caso positivo, que en Medellín es de 41, mientras que en Bogotá llega a 12 y a nivel nacional, a 13,9. 

Andrés Rangel, coordinador del LivingLab Telesalud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia agrega que los datos de Medellín y Antioquia sugieren que se ha «evitado que las personas susceptibles contraigan la infección», por lo que lo que la mayoría de contagiados han logrado recuperarse.

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, habló con EL TIEMPO sobre estos datos y el manejo que la ha dado la ciudad a la crisis. Considera que han podido «ganarle tiempo al virus», pero no descarta las proyecciones de 3 millones de contagios en el Valle de Aburrá, estimadas por los expertos a largo plazo.

Los datos muestran un porcentaje del 75 % de recuperados en Medellín, ¿qué está haciendo la ciudad para aplanar la curva?

Hay tres curvas. La de casos importados, la de casos relacionados y la de casos sin conexión. Esa última es la más peligrosa. Cuando te los encuentras, generalmente te los encuentras en el hospital; al no saber quién los contagió, quiere decir que el virus está fuera de control por toda la ciudad. A través de los ejercicios de cercos epidemiológicos, hemos logrado mantener esa curva baja, por debajo de las otras dos, de la de asociados y la de importados. Otras ciudades han tenido más dificultades.

El gran riesgo es que alguna ciudad deje de buscar y de hacer cercos epidemiológicos. Porque pone en riesgo las demás del
país

Cuando uno observa esas mismas variables en Cali y Bogotá, concluye que el número de casos en estudio supera el número de casos asociados. ¿Qué hay que hacer? Porque esto no lo puede ganar una ciudad y perderlo otra, que todas las ciudades hagan un esfuerzo superior para que los cercos se sostengan, que no se relajen y que no se dejen de buscar. El gran riesgo es que alguna ciudad deje de buscar y de hacer cercos epidemiológicos. Porque pone en riesgo las demás del país.

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Medellín está aplicando la recopilación y el cruce masivo de datos de ciudadanos y empresas para la apertura parcial de la cuarentena, ¿cómo funciona esta estrategia?

El reto ha sido poder anticiparnos al virus. Cuando muchos decían que esto era una gripa normal, nosotros ya estábamos preparándonos, y de ahí surgió la plataforma ‘Medellín me cuida’, la cual tiene más de 2’200.000 personas registradas, que, además, nos han dado información clave sobre comorbilidades, sobre su georreferenciación precisa, porque te cruza datos, nos permite ubicar a la familia. Son más de 800.000 familias registradas.

Puedo levantar el teléfono y llamar a una persona con más de 70 años y que tenga hipertensión y viva con alguien que esté trabajando en una legumbrería. Con esa información, cuando hay un caso podemos hacer pruebas no solo a un primer círculo de personas relacionadas, sino hasta cinco círculos a la redonda, e incluso a la cuadra, para tratar de encontrar casos positivos.

Así fue el protocolo que se estableció para hacer la limpieza en el mercado minorista de Medellín.

Foto:

Joaquin Sarmiento. AFP

¿Qué decisiones permiten tomar esos datos?

En el caso de las empresas, podemos georreferenciarlas también. Ya no es solo que las personas salgan porque saben que están autorizadas, sino que la Policía puede saber si lo están o no. Cuando una empresa tiene un brote, se les puede prohibir a sus empleados el uso del metro. Eso protege a la gente en el sistema de transporte.

¿Cómo garantizarán la protección de la privacidad y el buen uso de esa cantidad de datos?

Yo vengo de ser viceministro de las TIC. Soy un entendedor del debate en torno a l uso de la información. La verdad es que la mayoría de los datos ya los teníamos. Solo que no estaban articulados, no se conectaban. Por eso mismo no podían crear valor de esa información. Una vez termine el proceso habrá que evaluar. Aquí hay información que es sensible, terminará con el proceso de la covid-19 siendo innecesaria.

Usted dijo que el contagio en el Valle de Aburrá llegaría a los 3 millones de individuos, ¿con base en qué dio ese pronóstico y en cuánto tiempo se llegaría a esa cifra?

​Es la tasa de contagio estimada en el mundo entero, a la que llegaron también nuestros epidemiólogos. Según los expertos, podríamos tener entre el 50 y el 80 por ciento de la población contagiada. Para un valle de 4 millones de habitantes, eso significa entre 2 y 3 millones de personas contagiadas.

Pero estamos ganándole el tiempo al virus. Estamos en una batalla contra el tiempo. Esos días, esas semanas que le ganamos tiempo al virus. Pueden ser la gran oportunidad para salvar sus vidas o salvar la vida de familiares. Mientras construimos los ventiladores, mientras adecuamos más espacios y más camas en el sistema de salud.

Los epídemiólogos que consultamos señalan que uno de los aciertos de Medellín fue su actuación temprana, ¿en qué consistió?

Desde el primer infectado, comenzamos a practicar los exámenes en las casas, en lugar de decirle a la gente que fuera a las clínicas. Luego empezamos un seguimiento continuo, con llamadas diarias. Esta nos sirve no solo para saber si la persona está bien, sino si, en efecto, está en su casa. Lo llamábamos y le pedíamos que nos pasara a su mamá, a su hermano; cuando no pasaban a alguien, inmediatamente hacíamos una visita de inspección. Esto incluyó en algunos casos poner policías de civil frente a las casas.

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¿Cómo evalúa, en comparación, la actuación de otros mandatarios locales ante esta crisis?

No he querido meterme en debates políticos. Todos tenemos que concentrarnos en salvar vidas. Cuando una mamá llora a su hijo, lo hace de la misma manera si era de izquierda o de derecha. Si era de Bogotá o de Cali. Creo que debemos renunciar todos al debate político.

Aunque sí se pronunció sobre la polémica en torno a la responsabilidad de atender a migrantes en Bogotá. Sin mencionar a la alcaldesa Claudia López, usted criticó que se apelara a la xenofobia…

Creo que esto debe dejarnos más unidos como humanidad. O salimos todos o nos hundimos todos. Esta situación, que nos obliga a la distancia física, no debe llevarnos a la distancia social, y menos entre hermanos.

Los venezolanos hoy sufren más que los colombianos. No tienen una patria, tienen una con muchas dificultades y aquí se los ha maltratado en muchos lugares

Los venezolanos hoy sufren más que los colombianos. No tienen una patria, tienen una con muchas dificultades y aquí se los ha maltratado en muchos lugares. Hemos procurado atenderlos, y acompañar a los que quieran volver a su tierra.

Entre las medidas adoptadas por la ciudad, está la de permitir la actividad física entre las 2 p. m. y las 3 p. m., a diferencia de otras que han elegido horarios matutinos. ¿Cuál fue la razón para elegir ese horario? ¿Es el más adecuado?

​Hay tres razones. La primera es que es una hora valle. En esa hora no se nos va a mezclar la gente que está haciendo deporte con la gente que está saliendo a trabajar. Es una decisión clave para reducir el número de contagios.

En segundo lugar, es una hora de alta radiación, sin ser la de más radiación, y esta dificulta la transmisión del virus. La tercera es que queremos que las personas que están en cuarentena en sus casas, puedan recibir el sol, por el beneficio de su salud mental.

JUAN MANUEL FLOREZ ARIAS
EL TIEMPO@juanduermevela