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¿Por qué la legalización del aborto va más allá de un tema religioso?

A propósito de la decisión que tomará este miércoles la Corte Constitucional en torno a una ponencia que propone limitar el aborto legal poniendo restricciones a partir de la semana 24 de gestación, la directora de Advocacy de la Federación Internacional de Planificación Familiar/Región del Hemisferio Occidental, María Antonieta Alcalde, habló con EL TIEMPO sobre por qué sigue siendo tan polémica la discusión sobre la legalización de la interrupción del embarazo en América Latina. 

Alcalde,  quien también es madre y activista por los derechos sexuales y reproductivos de jóvenes en Latinoamérica, manifestó que la larga batalla por la legalización, sin excepciones, del aborto en países Colombia es apenas una prueba de que en la región ya son miles de mujeres las que están demandando sus derechos.

De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud, 21,6 millones de mujeres se practican abortos no seguros cada año y se estima que 47.000 mujeres mueren de complicaciones por esta causa. En Latinoamérica solo Cuba y Uruguay permiten la interrupción libre y voluntaria del embarazo.

¿Por qué el debate sobre la legalización del aborto aún genera tanta controversia en América Latina?

Esta es la región del mundo en donde hay más países que penalizan el aborto incluso en los casos en donde peligra la vida de la mujer embarazada. Eso tiene que ver con el hecho de que América Latina es un bastión muy fuerte de la iglesia Católica en el mundo y a que este es un tema límite en lo que tiene que ver con el control verdadero de las mujeres sobre su cuerpo y reproducción.

Mientras las mujeres no tengamos acceso a una salud reproductiva y nos veamos obligadas a continuar con embarazos que no deseamos, no será posible ese empoderamiento que grupos los grupos conservadores ven como una amenaza.

Mientras las mujeres no tengamos acceso a una salud reproductiva y nos veamos obligadas a continuar con embarazos que no deseamos

¿Qué problemáticas se profundizarían en la región de continuar la penalización de la interrupción voluntaria del embarazo?

Esta legislación draconiana sobre el aborto en en América Latina tiene una cara problemática y es la de la mujer que lo vive, el caso de Liliana Herrera en Argentina, una joven de 22 años que falleció por un aborto mal practicado y los miles de casos parecidos que ocurren a diario son prueba de ello. A la sociedad no la beneficia obligar a las mujeres a continuar embarazos no deseados.

Otra cara de la penalización del aborto es que en 11 países de la región hay mujeres encarceladas porque deciden practicarse un aborto, esta situación es dramática porque las autoridades las envían a la cárcel y la separan de su familia porque tomó la mejor decisión para el futuro de su vida.

¿Está funcionando la gestión de estados latinoamericanos para la prevención del aborto?

Un tema central para la democracia es la laicidad. Los estados tienen legislar para todos y todas, con políticas públicas que respondan a las realidades, y el tema del aborto es una tragedia que solo afecta a las mujeres.

Respeto las tradiciones y creencias de cada persona, de hecho nosotras hemos  levantado la voz cuando se conocen casos de abortos forzados practicados a mujeres que viven en situación de discapacidad. Nosotras no apoyamos el aborto, defendemos  el derecho de las mujeres a decidir sobre su reproducción, y en este sentido lo que los estados deben hacer es separar sus creencias religiosas de su obligaciòn de asegurar el bienestar de toda la población.

Nosotras no apoyamos el aborto, defendemos el derecho de las mujeres a decidir sobre su reproducción

En este orden de ideas, ¿qué deberían hacer los gobiernos para reducir su tasa de embarazos no deseados?

La mejor forma en la que un gobierno reduce su tasa de abortos es asegurando el acceso a métodos anticonceptivos, garantizando una mejor educación sexual en las escuelas y poniendo en marcha programas que asistan a las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual. Lastimosamente, estas tres estrategias hacen parte de la agenda de aquellos grupos conservadores que están en contra de la legalización del aborto, esas mismas organizaciones buscan el control de la libertad reproductiva de las mujeres y terminan forzándolas a muchas de ellas interrumpir su embarazo.

¿Cree que la llegada de grupos conservadores a la administración de gobiernos en Latinoamérica es una amenaza para la lucha por los derechos fundamentales de las mujeres?

Afortunadamente hemos logrado avances sólidos en la región en materia de consolidación de políticas públicas de salud sexual y reproductiva. Además creo que incluso los gobiernos más conservadores de la región tienen a este punto dentro de los temas de la agenda necesaria para el desarrollo de su país. El problema es cuando este punto se cruza con la agenda religiosa y política, y los estados están dispuestos a arriesgar los derechos de la población con tal de ganar los votos de algunos grupos en contra del aborto y la libertad reproductiva de las mujeres.

Hoy más que nunca necesitamos empoderar a las organizaciones de mujeres para que hagan vigilancia de sus gobiernos y que organismos internacionales pongan presión en los gobiernos para que sean implementados los acuerdos del Consenso de Montevideo.

¿Qué le diría a una adolescente latinoamericana que está siendo presionada para que tome la decisión de abortar o de seguir con su embarazo?

A pesar de que reconozco que esa es una decisión muy íntima, me gustaría poder decirle que esa decisión es de ella, que la debe tomar libremente y que los demás estamos aquí para apoyarla. Esa es la realidad que queremos que vivan las mujeres que enfrentan un embarazo no deseado.


En Uruguay el aborto fue legalizado, sin excepciones, hace 6 años, ¿qué efectos ha tenido esta medida en la reducción de mortalidad materna en ese país?

Uruguay es un gran ejemplo para otras naciones. A pesar de que la ley que legalizó la interrupción voluntaria del aborto tiene algunas restricciones, el país logró reducir su tasa de mortalidad materna en la última década.

¿Cuáles son los nuevos retos para los movimientos a favor del aborto en América Latina después del rechazo a la legalización del mismo en Argentina y a los nuevos gobiernos conservadores de Latinoamérica?

La lucha de las conciencias libres es una batalla que ya ganamos. La movilización de las mujeres en todo el mundo es prueba fehaciente de que las sociedades están demandando sus derechos y esa lucha está aquí para quedarse.

Por ahora seguiremos manifestándonos y asegurándonos que todas esas millones de mujeres les hagan saber a los políticos de su países que ellos no las representan.

JULIÁN VIVAS
REDACTOR NACIÓN
EL TIEMPO
@_auscultar