La grave situación económica y social de Venezuela estaría impidiendo que estudiantes, residentes en poblaciones limítrofes como San Antonio y Ureña, asistan a clases en algunos colegios del área metropolitana de Cúcuta.
De acuerdo con la Secretaría Municipal de Educación, estos alumnos encabezan el listado de inasistencias, que mensualmente presentan los planteles educativos, y tienen disparadas las cifras de deserción, porque además de faltar, los menores estarían optando por no volver al colegio ante las dificultades en materia de servicios públicos y alimentación que deben sortear a diario.
“Esto es panorama cotidiano en la mayoría de los colegios de Cúcuta, donde esta población migrante recibe clases. Además del factor de movilidad, porque hay problemas para el paso por la zona de frontera. Pero también, se percibe que hay mucha inestabilidad económica. Los padres de estos niños no tienen otra opción que mandarlos con hambre, o simplemente no volverlos a mandar”, indicó Hugo Cárdenas, vocero de la Asociación Sindical de Institutores Nortesantandereanos (Asinort).
Este docente aseguró que en las instituciones de la ciudad fronteriza se matriculan cerca de 115.00 estudiantes de nacionalidad venezolana, pero al culminar el año, solo continúan unos 100.000, lo que atiza las cifras locales de deserción.
Sin embargo, la intermitencia en el servicio de transporte binacional, que ofrece Colombia a estos extranjero, también estaría ocasionando estas inasistencias.
Según reportó la Gobernación de Norte de Santander, oficiales de la Guardia venezolana, apostados en el puente internacional Simón Bolívar, estaban impidiendo el paso de la ruta escolar con 800 alumnos a bordo, hacia el municipio de Villa del Rosario durante esta semana.
Este jueves, el cruce del vehículo se restableció luego de que estos uniformados recibieran una orden emitida desde Caracas.
CÚCUTA
