Hace 33 años, en una noche que se presentaba como cálida y tranquila, una avalancha arrasó con el municipio de Armero, en Tolima, dejando un saldo de víctimas que a día de hoy supera los 20 mil.
Posterior a la tragedia, inició una búsqueda incesante de personas que pudieron sucumbir ante el deslizamiento pero que jamás se encontraron bajo los escombros.
La búsqueda sigue.
Especialmente con varios niños que, según la Fundación Armando Armero, desaparecieron durante la tragedia de 1985. Y de algunos no se tiene rastro no por haber perecido en la avalancha sino porque, según un comunicado de la entidad, «los niños perdidos de Armero (…) fueron adoptados por conductos regulares o irregulares».
«Los familiares y madres con una foto de su familiar perdido que mostraron
en inimaginables lugares caminaron y viajaron kilómetros averiguando
por la suerte de sus hijos», dice el boletín.
La web de la fundación habilitó un espacio en el cual se dan a conocer las historias de los padres que buscan a sus hijos o, por el contrario, los hijos sobrevivientes de la tragedia que buscan a sus padres.
En la sección ‘Padres buscan a sus hijos’, aparece la información personal del que en su momento era menor de edad y alguna foto de referencia. Algunas, sin embargo, muestran un logo sin rostro oscurecido que indica que la foto de ese niño o niña se perdió junto con todo lo arrasado.
Hijos buscan a sus padres
Los menores que lograron ser rescatados con vida fueron llevados a distintas sedes del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF- para ser adoptados por nuevas familias tanto del interior del país como del exterior. Ellos colocan una foto reciente -todos, por supuesto, son adultos- y, a su vez, anotan algunos detalles con los cuales sus padres podrían tener indicios de que aquel hijo que dejaron de ver desde 1985 lo está buscando con esperanza.
La Fundación, sin embargo, aclara algo en esta sección que es poco alentador: «No menor suerte han corrido los (menores) que recogieron directamente del lugar del desastre, los asumieron como hijos o los vendieron». En efecto, algunos de los infantes sobrevivientes desaparecieron al no pasar por un proceso de adopción legal.
Algunas, sin embargo, muestran un logo sin rostro oscurecido que indica que la foto de ese niño o niña se perdió junto con todo lo arrasado por el deslizamiento
La Fundación Armando Armero ha realizado diversos productos audiovisuales en los cuales transmite breves mensajes. «Fui adoptado en 1986 (…) ya me hice la prueba de ADN y mi información queda en el banco de datos», dice uno de ellos frente a la cámara, ya adulto, muy seguramente distinto al pequeño que sobrevivió a la avalancha producida por la erupción del Volcán Nevado del Ruiz.
La información es posible conseguirla en la página www.armandoarmero.org
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