Luego del corte del servicio de agua potable en Armenia debido a la contaminación de la tubería por combustible, los habitantes de la capital del Quindío quedaron preocupados por la vulnerabilidad de la infraestructura del acueducto.
Superada la emergencia, que se extendió por 36 horas, en la mañana de ayer el director de la Corporación Autónoma Regional del Quindio (CRQ), José Manuel Cortés, le preguntó al gerente encargado de las Empresas Públicas de Armenia (EPA), Gonzalo García Rivera, si la entidad tiene identificadas las contingencias del canal de aducción del acueducto desde la bocatoma hasta la planta de tratamiento. La respuesta, según Cortés, fue que le dieran ocho días para presentarles un mapa del trazado de dicha infraestructura. No existe un mapa de riesgos de la tubería.
Cortés planteó ese interrogante con el objetivo de programar una serie de visitas de inspección a los terrenos donde están ubicados los 9,7 kilómetros de la tubería de conducción. Esas visitas se realizarán con funcionarios de EPA.
“Lo que nos está demostrado esta contingencia es que el acueducto de Armenia es altamente vulnerable”, afirmó Cortés.
La emergencia conjurada ayer se debió a que por fisuras de la tubería provocadas por las raíces de un árbol entró combustible a la misma.
Pero además de la amenaza puntual al acueducto que representa la estación de servicio de Oro Negro, cuyo funcionamiento fue suspendido preventivamente por la CRQ, el director de esa entidad advierte que la tubería de aducción es susceptible, entre otros, a la arborización a lo largo de su trazado y a deslizamientos de tierra debido a la topografía montañosa que recorre desde la vereda El Agrado, en el municipio de Salento, donde está ubicada la bocatoma.
‘La tubería está vieja’
Sin embargo, el gerente de EPA entregó a EL TIEMPO un dato que es más preocupante: “la tubería de conducción desde la bocatoma hasta la planta de tratamiento ya está cumpliendo su vida útil”. ¿Es una tubería vieja, en otras palabras? le preguntó este medio. “Sí, es una tubería vieja, pero acá le sacamos el doble de vida a cualquier elemento”, fue la respuesta.
Con respecto a la inquietud de la CRQ por los factores de riesgo de la infraestructura, García explicó que con las visitas conjuntas al terreno se podrán determinar otras posibles amenazas. “Desde luego que esa revisión nos va a llevar a un mapa de riesgos”, precisó García.
Acerca de la vida útil de la tubería de conducción este medio quiso ahondar con el funcionario y le preguntó si las EPA tienen un proyecto para modernizar la tubería. La respuesta esta vez fue “no” y precisó: “hay unas intervenciones para unos mantenimientos, pero modernización en sí no está planteado. Pero esto nos obliga ya a tomar acciones más radicales, de más futuro”.
De otra parte, la Procuraduría General de la Nación solicitó con urgencia al gerente (e) las Empresas Públicas de Armenia un informe pormenorizado sobre la presunta turbiedad en el agua, que generó la suspensión de este servicio público vital a partir del 28 de enero.
Además, señaló que ante la afectación que se podría producir a la comunidad, exigieron indicar los planes de contingencia que se tienen previstos, toda vez que es el segundo evento que se presenta dentro de los cuatro últimos meses.
“A través de esta actuación preventiva, el Ministerio Público practicará visitas técnicas al sitio de interés, con el acompañamiento de la Corporación Autónoma Regional del Quindío, en busca de verificar los posibles hechos que han alterado la calidad del agua potable y, de ser necesario, tomar las medidas pertinentes para dar solución definitiva a esta calamidad”.
Los 270 mil habitantes de Armenia fueron abastecidos con el líquido vital por medio de carrostanques. Las escenas en las calles fueron de cientos de personas con tarros haciendo filas para recibir el agua. Otros fueron al río Quindío y quebradas a proveerse.
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