Como lo prometió durante su correría como candidato presidencial por el Catatumbo, cuando esta zona estaba sumida en un paro armado, el presidente Iván Duque estuvo ayer en el municipio de Tibú, analizando la crisis de orden público y la problemática de los cultivos ilícitos que golpean esa región de Norte de Santander.
El nuevo mandatario inició su recorrido con la inauguración de un complejo productivo, ubicado en la vía Tibú-Cúcuta, que busca consolidarse como una alternativa económica para sustituir los cultivos ilícitos en esta zona fronteriza. En esta parte del país, Naciones Unidas reportó 24.881 hectáreas de la mata de coca en 2016.
Se trata de un centro de producción de aceite de palma que compromete tres núcleos extractores con más de 20.000 hectáreas sembradas de este cultivo y tiene proyectado generar 7.000 empleos.
“Este es un compromiso adquirido hace días con esta región, que siempre ha sido resiliente y pujante, y golpeada por la violencia. Vengo a acompañar la inauguración de esta planta por algo que siempre he dicho, y es el matrimonio entre la gran industria y los pequeños productores. (…) Con estos proyectos se puede dar fin a los negocios ilícitos y darles nuevas oportunidades a la gente”, indicó Duque.
Actualmente, esta compañía, que se constituyó con una inversión de 90.000 millones de pesos y tiene una capacidad para producir 135 toneladas del fluido por hora, integra en su planta de personal a 150 excocaleros de Tibú, El Zulia y Sardinata.
El jefe de Estado reiteró la importancia de estas cadenas empresariales y de su promoción por medio de líneas de crédito para frenar la expansión de los cultivos ilícitos.
Posteriormente, Duque se reunión con la cúpula del Ejército y la Policía para diseñar un plan de acción ante el recrudecimiento de la violencia que ha desatado la disputa entre el Eln y ‘los Pelusos’ por el control del narcotráfico. Según las autoridades, esta disputa ha causado 157 muertes violentas, 38 casos más de los registrados en 2017.
Como primera medida, el mandatario anunció un incremento del pie de fuerza de las unidades militares en los once municipios de la zona, con el fin de mitigar la amenaza de los violentos.
“Hoy podemos decir que en esta región vamos a fortalecer la capacidad disuasiva y efectiva de la Fuerza Pública para enfrentar las distintas amenazas de crimen organizado. Lo haremos porque queremos que el Catatumbo esté libre de los ataques violentos, inmisericordes, que se han venido perpetrado”, afirmó.
En su alocución, el jefe de Estado socializó un programa productivo para emprendedores comunitarios, apoyados por ingenieros militares. Otra acción que emprenderá Duque apunta a mejorar el diálogo social con diferentes actores y organizaciones de la región para impulsar proyectos productivos y avanzar en iniciativas viales como la conexión Tibú-La Gabarra y Tibú-La Mata, en el Cesar.
Los alcaldes de los municipios del Catatumbo entregaron a Duque un documento con una serie de peticiones para que sean incluidas en Plan Nacional de Desarrollo.
REDACCIÓN NACIÓN
