La historia empezó en el municipio de Granada, a tan solo 70 Kilómetros de Medellín. Transcurría 1988 y unas amas de casa se mostraban bastante preocupadas por la falta de espacios de recreación para sus hijos, que corrían el peligro de dedicarse al consumo del licor y drogas.Cuenta Consuelo Tamayo Parra, cofundadora de Creafam, que convocaron a una primera reunión para analizar lo que estaba pasando, y de una vez revisaron posibles actividades para que los jóvenes hicieran un buen uso del tiempo libre.
“Buscábamos que nuestros hijos no estuvieran en sitios que eran para adultos, con un ambiente pesado. Que no fueran a bares donde nuestros esposos iban a tomarse unos tragos. Queríamos evitar que esos muchachos recibieran un mal ejemplo”, explica.
Su principal sueño era empezar con actividades constructivas, a la vez que divertidas, y contar con un centro recreativo donde toda la familia tuviera su espacio para el sano esparcimiento.
Ese fue el inicio del Grupo Familiar Recreativo (Grufarre). “Recuerdo que la mayoría éramos madres. También había algunas profesoras, como es mi caso. Empezamos haciendo actividades recreativas en la plaza principal. Congregábamos a todos los niños y nos íbamos con ellos al parque, con triciclos, bicicletas y patines. Y disfrutábamos de una jornada de recreación en familia, que era justamente nuestro propósito”, cuenta entusiasmada Consuelo.
Buscábamos que nuestros hijos no estuvieran en sitios que eran para adultos, con un ambiente pesado. Que no fueran a bares donde nuestros esposos iban a tomarse unos tragos
Pero lo que al principio solo era una serie de jornadas recreativas trascendió a otros formatos y a otros públicos, como la población adulta. Fue así como decidieron tener su propio gimnasio, financiado por ellas mismas, con algunos ahorros.
Con el objetivo de hacer realidad sus sueños, recurrieron a la Alcaldía en busca de ayuda y hasta llegaron a rifar una vaca, para poder pagar los gastos del gimnasio, pero este, que en sus primeros días estuvo lleno, copado, se fue quedando vacío, poco a poco, en la misma medida que bajaba la novedad del sitio. “Fue un momento de mucha dificultad porque ni siquiera teníamos con qué pagar los servicios”, rememora Consuelo.
Y como toda crisis trae de la mano una oportunidad, esa situación les llevó a buscar nuevas alternativas, siempre buscando tener los espacios apropiados, con la estructura correcta en lo físico y administrativo.
En CREAFAM® cooperamos para formar a nuestros niños en la cultura de la productividad, el ahorro y el amor por la naturaleza, por medio de la avicultura.
Agradecemos a Aflatoun por acompañarnos en el municipio de El Peñol. #25AñosCreafam pic.twitter.com/RF4VBoQvmX
— Cooperativa CREAFAM® (@CREAFAM) 24 de mayo de 2018
“Fue cuando una compañera nos dio la idea de formar una cooperativa especializada en ahorro y crédito. En Granada ya teníamos una cooperativa, pero era multiactiva, lo que significa que prestaba el servicio de ahorro y crédito, pero también se dedicaba a otras actividades”, dice esta cofundadora.
En ese día de inspiración, la mencionada compañera dijo que era mejor una cooperativa especializada en ahorro y crédito, que tenga la claridad desde el principio que sus excedentes se dedicarán a la recreación, y eso les permitirá cumplir el sueño de tener un centro recreativo en Granada.
Luego, la situación de violencia que afectó a la región obligó a varias familias a emigrar a otras zonas del país, así que la base de asociados empezó a disminuir.
Entonces, hubo que pensar la situación y buscar una salida y decidieron ir tras esos asociados a las otras ciudades. Actualmente la Cooperativa tiene más de 62.000 asociados en todo el país.
Juan Carlos Yepes
Para EL TIEMPO
En twitter @juancarlosy
