Inicio Colombia ‘Quiero ser el gobernador de Aerocafé’: Luis Carlos Velásquez

‘Quiero ser el gobernador de Aerocafé’: Luis Carlos Velásquez

Luis Carlos Velásquez Cardona fue el elegido para llevar las riendas de Caldas los siguientes cuatro años. El arquitecto, de 34 años, es el mandatario más joven de la historia del departamento y tiene el reto de seguir con una senda de gobierno de un alto nivel de aprobación, como es la de su antecesor.

Los retos de su administración atraviesan por temas como la infraestructura vial y aeroportuaria, además del acceso a Internet en las zonas rurales y la diversificación de la economía del departamento.

El joven mandatario tiene también otros propósitos sociales. Uno de ellos es el deporte, pues aspira que en su gobierno se adquiera la más grande medallería en Juegos Nacionales. Es decir, en los de 2023, donde el Eje Cafetero será sede.

Aspira tener una administración “con transparencia” e “independiente” con la que pueda mostrar que la juventud no es un impedimento para liderar un departamento.
EL TIEMPO dialogó con el electo Gobernador sobre la forma en que enfrentará estos retos.

La bandera del actual Gobernador fue la infraestructura vial, ¿cuál será la suya?

Creo que será la misma, porque mejores vías comunican al niño con la escuela y a la comunidad con hospitales. He contemplado hacer un estudio sólido de una vía que comunique a la Autopista del Café con el Magdalena centro, no podemos tener miedo de invertir ese dinero, porque el Gobierno Nacional no tiene recursos –todavía– para esos proyectos. La conectividad lo es todo, de ahí que también quiera jugármela con Aerocafé.

Aerocafé ha sido uno de los proyectos más cuestionados, ¿por qué seguir apostándole?

Lo que un departamento necesita es conectividad que lo lleve más allá, y yo vengo a cocrear el futuro de la mano de los que saben. Pienso que tenemos que dejar de ser tímidos con la inversión y haremos lo que haya que hacer para sacar el aeropuerto adelante. Quiero ser el gobernador de Aerocafé y el presidente Iván Duque me dijo que contara con el dinero, porque él aterrizará allí.

Sí hay otras posibilidades, como invertir en el aeropuerto de Pereira, pero el desarrollo de un país también se mide por las posibilidades de aterrizaje, así que cuando el Matecaña se cierre, estará Aerocafé.

El desempleo es un problema generalizado en el departamento, ¿cómo se va a afrontar?

Por su vocación universitaria, sobre todo de la capital, cada año salen 40.000 graduados y es claro que el mercado no tiene cómo responderles. Por eso hay que insistir en tener mejores condiciones de competitividad: concretar el aeropuerto, seguir con Pacífico III, rediseñar el kilómetro 41, pues llegarán más empresas de ciencia aplicada, turísticas y agropecuarias que albergarán a muchos de estos jóvenes.

¿Cómo va a mostrarse al departamento en otros renglones económicos que no sean de la agricultura?

Una de las prioridades será el turismo de naturaleza. Los extranjeros ya no vienen buscando hoteles cinco estrellas, sino experiencias distintas, y ahí, por la diversidad y multiculturalidad de Caldas, tenemos grandes posibilidades.

También lo lograremos con la industria tecnológica. El Parque Tecnológico de Villamaría será fundamental, porque a través de él vamos a hacer alianzas internacionales, como sería el caso del Instituto Tecnológico de Monterrey, la universidad más innovadora de Suramérica y que –a su vez– está aliada con la Universidad de Standford.

En zonas rurales hay retos en infraestructura y educación, ¿cómo plantea enfrentarlos?

En este momento, 12 de cada 100 familias tiene acceso a Internet, es una tasa muy baja. Por eso voy a respaldar la ley de Tics, para que las brechas sean cada vez menores. En cuanto a la atención de los menores se seguirán implementando los modelos en que somos ejemplo como el Plan de Alimentación Escolar.

Es vital la construcción de las sedes de la Universidad de Caldas en La Dorada y Anserma, que llegarán con opciones con las que se va a poder responder a la matriz agropecuaria y ganadera de la zona.

Existe un déficit en vivienda, ¿cuál es su propuesta para combatirlo?

Todo mi absoluto compromiso para tener el mejor Secretario de Vivienda de la historia de Caldas. Vamos a poner una cooperativa en cada municipio, basados en el modelo canadiense. Además, voy a implementar el proyecto que venía realizando en América Latina, las bloqueras asociativas. Vamos a volver a las décadas en que las familias autoconstruían sus viviendas.

El presupuesto para 2019 es de 650.000 millones de pesos, lo que parece bajo para atender 27 municipios…

En el presupuesto no están contabilizados recursos de crédito y del balance, con esto crecerá un 5.5 por ciento. Además, la salida de la ley 550 es una gran posibilidad de estar mejor calificados y acceder a más créditos; no vamos a endeudar al departamento, pero da tranquilidad saber que si hay proyectos estratégicos, podemos prestar a municipios.

De otra parte, le plantee al Alcalde de Manizales hacer un plan de desarrollo conjunto para que crezcamos juntos; también está la apuesta de la Región Administrativa de Planificación (RAP). Unidos los tres departamentos del Eje vamos a tener grandes posibilidades de desarrollo.

El Estado tiene una deuda con las víctimas de El Congal, ¿cómo va a aportar usted a su proceso de retorno?

A las personas de El Congal las tengo en mi corazón, porque soy consciente de lo mucho que han esperado su reparación. Llego con el compromiso de titular predios y comprar otros que les den calidad de vida.

Por fortuna, hay unos mecanismos que permiten que la Gobernación titule, así la Agencia Nacional de Tierras entregará los títulos que tienen en proceso y esta administración, otros de los restantes.

Caldas es el único departamento libre de coca certificado por la ONU, pero aún hay denuncias de cultivos y grupos delincuenciales, ¿qué implementará en temas de seguridad?

Yo no tengo conocimiento de presencia de grupos al margen de la ley; sin embargo, sí se necesitan Unidades Básicas de Carabineros (Ubicar) en lugares estratégicos como Salamina, Chinchiná y La Dorada, y un fuerte militar en Samaná.

Respecto a cultivos, estamos por debajo de lo que contempla la certificación de la ONU, por lo que la conservamos, pero vamos a trabajar en erradicar lo que queda. Además, entre más oportunidades, infraestructura, bienes y servicios le entreguemos a las comunidades, lo van a pensar más antes de volver a esos cultivos que cuestan tanta sangre.

LAURA SEPÚLVEDA
Para EL TIEMPO
MANIZALES