Inicio Colombia Regreso de familias a Puerto Valdivia, entre el miedo y la resignación

Regreso de familias a Puerto Valdivia, entre el miedo y la resignación

“Tenemos arriba un lobo dormido y no sabemos cuándo pueda despertarse y arrasar con toda la comunidad”, dice Albeiro mientras camina por la ribera del Río Cauca que pasa tranquilamente por Puerto Valdivia.

Pero no siempre ha sido así. Al menos no para él, y otros pobladores de este corregimiento del Bajo Cauca antioqueño, que aún recuerdan cómo entre el 9 y el 12 de mayo las aguas se crecieron a un nivel nunca antes visto llevándose parte del pueblo y de la vida como la conocían.

Ese lobo feroz es Hidroituango. Ubicado a más de 40 kilómetros hacia arriba, para ellos es una amenaza latente pese a que en las puertas de algunas de sus viviendas un adhesivo color verde les indica que es seguro retornar.

“Todavía hay miedo por lo que dice el señor gobernador de que eso allá arriba está mal hecho o hubo errores de construcción. Yo veo imposible que esto vuelva a la normalidad en el pueblo”, dice el hombre con firmeza.

Opinión que comparte Adriana Mora, afectada y líder social de la comunidad, quien asegura que no sienten que haya garantías para retornar pese a que EPM ha reiterado que las condiciones aguas arriba de Puerto Valdivia son seguras con la puesta en operación del vertedero y los trabajos de apantallamiento en la presa.

Testimonio evacuada de Puerto Valdivia

Luz Adriana Mora habla sobre el miedo que sienten de retornar al corregimiento.

“Lo mismo nos dijeron una semana antes de la avalancha, que no había riesgo. Y vea lo que pasó. Hay madres de la comunidad que van a mi casa llorando diciéndome que tienen miedo pero que están obligadas a volver. Que los organismos de rescate les dijeron en la última capacitación que prácticamente tienen que dormir con ropa en caso de que pase algo. ¿Con qué tranquilidad puede dormir una persona así?”, cuestiona con voz cortada.

Mientras habla, despliega una serie de papeles con cerca de 800 firmas de habitantes del corregimiento que, según dice el papel, no quieren regresar, pero no tienen otra opción.

Estos y otros documentos, los enviaron a la Procuraduría, la Contraloría y la gobernación de Antioquia hace una semana para llamar la atención de lo que consideran una injusticia.

Según la líder social Adriana Mora hay más de 800 firmantes que dicen tener miedo a regresar

Foto:

Guillermo Ossa/EL TIEMPO

Una de las firmantes es Milena. El pasado martes regresó a una de las casas con sello verde. No es la suya. Se la arrendó a otra persona que no piensa regresar por pánico.

“Yo me vine con mi esposo y mis dos hijos pequeños (uno tiene 1 año) a pesar del miedo porque se volvió imposible vivir en Valdivia. La vida se encareció demasiado y con los apoyos de EPM apenas nos da para vivir”, cuenta mientras asea la casa en la que vivirá, al lado del indómito Cauca.

Su esposo entra un colchón y otros enseres dañados por tanto ajetreo. La mujer suspira con frustración y mira a su alrededor las calles vacías y llenas de excremento de caballo que nadie limpia. Es un pueblo fantasma.

Esta semana, según les contó EPM, las 1.500 familias habilitadas por fuera de la mancha de peligro definida por las autoridades de gestión del riesgo podrán retornar. Pero la realidad parece indicar que no quieren hacerlo, pues aunque 800 ya podían hacerlo, no se ven por allí.

Ese es el pavor del que habla Adriana. Gran parte de la comunidad cree que “eso allá arriba”, como se refieren a Hidroituango, todavía no está funcionando bien.

“Es como un experimento a ver qué pasa. Nosotros creemos que hay que esperar hasta las lluvias de abril y si no pasa nada, ahí sí retornamos. Pero en este momento hay mucha incertidumbre y ni siquiera está terminado”, expresa, y añade que la comunidad no quiere que la vuelvan a llevar al puerto para tener que volver a salir corriendo perdiendo otra vez todos los enseres. No quieren revivir la pesadilla del 12 de mayo.

Cerca de 2.600 personas fueron evacuadas en mayo. De esas, aproximadamente 1.500 ya pueden retornar.

Foto:

Guillermo Ossa/EL TIEMPO

Cerca de 2.600 personas fueron evacuadas en mayo. De esas, aproximadamente 1.500 ya pueden retornar.

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Guillermo Ossa/EL TIEMPO

Cerca de 2.600 personas fueron evacuadas en mayo. De esas, aproximadamente 1.500 ya pueden retornar.

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Guillermo Ossa/EL TIEMPO

Cerca de 2.600 personas fueron evacuadas en mayo. De esas, aproximadamente 1.500 ya pueden retornar.

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Guillermo Ossa/EL TIEMPO

Marcharían a Medellín

Parte de la población de Puerto Valdivia dice sentirse afectada económica, moral y psicológicamente. Aducen presuntos incumplimientos de EPM con los pagos económicos y sienten que la empresa se está “lavando las manos” al enviarlos de nuevo a zona de riesgo.

Demora en pagos, falta de apoyo psicosocial y engaño en los mercados son algunas de las quejas de la comunidad.

Didier García, personero del municipio, expresó que la tramitología exigida por EPM para el pago de los apoyos ha complicado el proceso y ha causado la sensación de ostracismo y abandono entre los afectados, que los ha hecho proponer una caminata hasta Medellín para visibilizar su situación.

Parece que es la única forma de que el Gobierno nos escuche. La gente está dispuesta a hacerlo

“Fue una propuesta de varios líderes y de los comerciantes. Son cerca de 500 personas que propusieron ese modo de protesta porque parece que es la única forma de que el Gobierno nos escuche. La gente está dispuesta a hacerlo”, asegura García, quien los apoya.

Sin embargo, para Adriana, esta no sería la mejor solución pues es exponer a población vulnerable como la tercera edad y mujeres en embarazo a un clima adverso, vías peligrosas y un largo trayecto, cerca de 175 kilómetros.

“Como líder, no veo justo hacer esa manifestación. Nosotros venimos de un clima caliente y de ahí para arriba todo es frío. Hay que pensar en la salud de la gente”, argumenta.

Alcaldía y EPM responden

La inconformidad de la gente llegó a oídos de EPM y de la alcaldía municipal. Jonás Henao dio a conocer que la próxima semana llegará un equipo especializado de la multilatina a Puerto Valdivia para atender todas las quejas e inquietudes de la comunidad.

“Esto será definitivo para aclarar dudas. Hay quienes dicen que tienen miedo de que se vaya a reventar la presa, pero es porque hay otras personas infundiendo ese miedo. Otros dicen que yo quiero que la gente retorne a correr riesgos y no es eso. Pero hay familias que se fueron para otra parte y están muy amañadas cobrando el apoyo económico”, indica el alcalde.Para el mandatario, es vital comenzar el retorno para perder el miedo. “Si no empezamos a regresar, nunca vamos a tener una tranquilidad como la que se tenía antes de la crecida del río”, dice.

Si no empezamos a regresar, nunca vamos a tener una tranquilidad como la que se tenía antes de la crecida del río

Para Miriam Trujillo Ciro, coordinadora de atención social de contingencia EPM, no es nueva la información que circula por la zona afectada, tanto en el inconformismo de algunos, como en la posibilidad de que marchen.

Ella, que ha estado en el territorio, cree que el problema ha sido la interpretación equivocada de algunos aspectos de la certificación de retorno, que se suma a la desinformación que circula entre la comunidad.

“Lo primero que hay que aclarar es que la decisión del retorno no la tomó EPM ni la Alcaldía. Fue una directriz de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) en la circular 042, que ordena, basada en estudios técnicos hechos por expertos, que las familias por fuera de la mancha de inundación (8.100 metros cúbicos) pueden retornar a sus hogares. Nosotros como entidades debemos cumplir esa orden”, dice la coordinadora de atención social.

“De pronto no fuimos muy claros al informar sobre cómo serían los pagos y eso les dio a entender que recibirían un apoyo económico adicional al momento del retorno”, añade.

Para darle trámite a la situación, desde esta semana se han llevado a cabo reuniones para socializar y hacer claridad sobre el tema. Los encuentros seguirán la próxima semana entre diferentes actores. Se habla de la posibilidad de dar un retroactivo a ciertas familias.

Una vez firmen la certificación, EPM no los va a abandonar porque seremos vecinos por muchos años

Esperemos que con la instalación del puesto de atención en el corregimiento se les pueda brindar tranquilidad de que una vez firmen la certificación, EPM no los va a abandonar porque seremos vecinos por muchos años”, asegura Trujillo.

Será una reunión vital. Si las comunidades siguen con el sentimiento de injusticia, miedo y abandono, tomarán la decisión de iniciar una lóbrega y extenuante marcha a pie hacia el edificio EPM.

DAVID ALEJANDRO MERCADO PÉREZ
Enviado especial de EL TIEMPO a Puerto Valdivia
[email protected]@AlejoMercado10