Inicio Colombia Se corrió cronograma de estructuración de la doble calzada al mar

Se corrió cronograma de estructuración de la doble calzada al mar

Ya son 13 años desde que se inició la construcción de la doble calzada Buga-Buenaventura y la vía aún no se termina; no hay una fecha que indique cuándo se culminará la obra; en algunos tramos sigue el desprendimiento de tierra sobra la calzada existente y a la altura del kilómetro 89 más 500 metros, en el sentido Buenaventura-Buga se fue un pedazo de la vía que tiene a las tracto camiones pendientes de un letrero de ‘pare’ y ‘siga’ para poder avanzar por un solo carril.

“Son 13 años tratando de resolver una emergencia de país”, dice la directora regional de la Cámara Colombiana de la Construcción, seccional Occidente (CCI), María Isabel Alvarado.

En la actualidad, de los 118 kilómetros de vía entre Buga y Buenaventura hay 33 kilómetros sin doble calzada.

Este corredor es objeto de una estructuración por parte de la ANI, para una futura adjudicación. Lo que ha propuesto es dividirla en dos tramos, uno entre Buga y Loboguerrero y otro entre Loboguerrero-Buenaventura.

A principios de este año, de acuerdo con el cronograma del ministerio de Transporte, se contempla terminar esa estructuración del corredor para mayo o junio, para iniciar corridas financieras en junio o julio y salir con la licitación. Pero ahora, lo más probable, es que todo este proceso arranque a finales de este 2019.

“Este acontecimiento, el derrumbe, dilatará el ejercicio porque los va a ser repensarse, cómo involucrar en una estructuración una zona que en este momento está afectada y cuya solución no se puede producir de manera inmediata”, señaló la directora seccional de la CCI.

Esta estructuración que revisa la ANI para toda la vía, sin contar los 5,0 kilómetros entre el kilómetro cero y el sector de Citronella (la entrada a Buenaventura que quedaría pendiente), demandará cerca de 1,9 billones de pesos entre construcción y mantenimiento. Cifra que se manejaba antes de que se presentara la emergencia en el kilómetro 89 más 500 metros.

Lo que se sabe es que la ANI trasladará recursos a Invías para atender esta emergencia.

“Sabemos que hay complicaciones jurídicas pero, hay que acelerar y a principios del 2020 tener una nueva forma de hacer la obra por el mecanismo que el Gobierno Nacional decida, ya sea por concesión u obra pública. Si la estructuración no es una concesión, si tenemos que volver a los mecanismos de contrato de obra pública, o una mezcla de ambas modalidades, lo importante es que tengamos la vía. ”, dijo la directora seccional de la CCI.

No podemos correr el riesgo como país, no estamos hablando de la vía Buga-Buenaventura, estamos hablando de uno de los corredores al puerto más importantes que hay sobre el Pacífico colombiano

“Desde la CCI el llamado ha sido a encontrar fuentes de financiamiento adicionales para este tipo de obras prioritarias. El Gobierno Nacional ha hablado de una eventual venta de activos de la nación, pedimos reemplazarlos por otros activos productivos, como sería la culminación de corredores estratégicos de comercio exterior, donde está la doble calzada Buga-Buenaventura”, agregó.

“Preocupante que no logremos sacar adelante la doble calzada, importante para el comercio exterior, para el turismo regional. Llegamos a un momento de crisis y este era un tema que lo habíamos manifestado desde el año pasado, sobre los inconvenientes de la vía, en el marco de la planeación y la concesión y solo hasta ahora, cuando se va la bancada y donde hay deslizamientos que dejan poco espacio para la movilidad, ahora sí se generan los estudios, la calamidad pública que permitan recursos para actuar. Lamentable que tengamos que llegar siempre a estos momentos, cuando desde el año pasado se había advertido”, dijo el presidente de la Cámara de Comercio de Buenaventura, Alexander Micolta.


La afectación

El pasado 7 de mayo se produjo la emergencia en el kilómetro 89 más 500 metros, cuya solución aún no se ha determinado, depende de unos estudios que en la zona adelanta el Invías. El temor de los vallecaucanos ahora es por la otra calzada, que termine afectándose también y que haya un cierre total de la vía.

Daño en vía Buenaventura-Buga a la altura del kilómetro 89 más 500 metros.

Foto:

Santiago Saldarriaga Quintero / EL TIEMPO

La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, pidió el respaldo de todos los gremios de la región, al solicitar la declaratoria de urgencia manifiesta.

“Necesitamos respuestas y soluciones rápidas, esto lo maneja el Invías”, dijo la mandataria.

“Hago llamado al Invías y al ministerio de Transporte para que declaren la urgencia manifiesta y contraten, prontamente, la reparación de este derrumbe que pone en riesgo la seguridad de la gente y amenaza la salida al Pacífico para toda Colombia”, dijo la representante por el Valle, Catalina Ortiz después de recorrer la zona afectada junto al también representante vallecaucano Juan Fernando Reyes.

El pasado fin de semana llegó le llegó al Invías la maquinaria para hacer las perforaciones en el lugar donde se fue la calzada y entender qué ocurrió y cómo está la estabilidad general del terreno.

“Estamos a la espera de los resultados porque entendemos la complejidad, tocar la vía sin unos estudios previos, tampoco, la urgencia no nos puede llevar a que de afán se tomen medidas que después de lo técnico no nos resulten”, dijo la directora seccional de la CCI.

En este momento la urgencia, para los vallecaucanos, es que el Invías actué, tome medidas y evite que se comprometa la otra calzada.

“Necesitamos un mecanismo para detener el deslizamiento actual, pensando en el periodo de lluvias donde la presión sobre la montaña puede ser mayor, este tipo de fallas son progresivas, por ahí empieza la roca a soltar más lenta o rápidamente. Lo que se necesita es contener el deslizamiento para que esta vía no se termine perdiendo. Eso es lo que mira el Invias, si hace medida de contención por el lado afectado o, sino, qué medidas tomarían en la ladera contraria”, señaló la dirigente gremial.

Directora regional de la Cámara Colombiana de la Construcción, seccional Occidente (CCI), María Isabel Alvarado.

Foto:

Archivo particular

“En mala hora para la región sucede esto pero, ojalá sea un llamado de atención para quienes están a cargo de la estructuración de estos proyectos, para tomar medidas y se construyan obras sostenibles y duraderas”, dijo la directora seccional de la CCI.

“Por favor señores de la ANI, Invías, Ministerio, unamos esfuerzos todos para encontrar una pronta medida de mitigación de cualquier afectación a la calzada y ya una vez tengamos ese parte de tranquilidad, sentémonos a revisar, técnicamente, cuál puede ser la mejor solución. Desde la ingeniería reconocemos que cualquier solución no se va a presentar en el corto plazo, ya sea buscar la reconstrucción de esa vía, o, reemplazarla por un viaducto, son de largo plazo. En este momento la urgencia es a que no se nos vaya a comprometer la vía existente”, insistió.

En marzo del 2017 un derrumbe en el sector de La Balastrera que generó cierres diarios de seis horas en la vía por más de dos semanas, en septiembre de ese mismo se dio al servicio un viaducto, la vía fue alejada de la montaña y hoy se transita con tranquilidad.

A la altura del kilómetro 94 más 500 metros se presentan, por ahora, pequeños desprendimientos de tierra, pero que llegan a tapar parte del carril de la calzada derecha, en el sentido Buenaventura-Buga. En la parte de arriba, en la montaña hay una finca con piscina lo que, según los ingenieros, provoca un alto riesgo.

En este caso el temor no es la pérdida de calzada, como en el kilómetro 89, sino que se venga el derrumbe y tape la vía.

No podemos correr el riesgo como país, no estamos hablando de la vía Buga-Buenaventura, estamos hablando de uno de los corredores al puerto más importantes que hay sobre el Pacífico colombiano

Los líos

Estas situaciones críticas se han presentado en el tramo que fue concesionado al Grupo Solarte que dejó inconclusos 17 kilómetros de la obra en diciembre del 2016 y al que, según la adición a su contrato de concesión, la No. 13 del 9 de agosto del 2006, se le ‘reconocía los costos por derrumbes a partir de 30 metros cúbicos en etapa de construcción y de un metro cúbico en etapa de operación’ (Numeral 7.1 de la cláusula 7).

Esta adicional 13 fue anulada por un Tribunal de Arbitramento de Bogotá y el contratista dejó la obra que había iniciado en el 2014.

La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el concesionario se fueron aante el Tribunal de Arbitramento en Bogotá donde se decretó la nulidad del Adicional 13 del Contrato de Concesión. Y hoy el Invías está encargado de la vía.

En esos kilómetros entre Mediacanoa y Loboguerrero se encuentran franjas inconclusas que estaban a cargo del Grupo Solarte y que hoy amenazan deslizamientos que han tapado lo que ya se había alcanzado a adelantar. Incluso, las señales de tránsito que alcanzaron a instalar se logran ver entre el pedrerío.

“Tenemos tramos que funcionan, ya tienen maduración en cuanto estabilidad geológica, tenemos puentes, viaductos, túneles, son los sectores que hoy no presentan inconvenientes. El problema es que no el 100 por ciento está en doble calzada, se pasa de una gran vía en dos carriles a un cuello de botella, uno quisiera tramos consistentes y sin interrupciones. El sentir de los usuarios es que hay una vía a retazos y la gente quiere ver un corredor uniforme y fluido. Si bien no presentan deslizamientos ni fallas técnicas, aún no está completa la doble calzada entre Loboguerrero y Buenaventura”, señaló la directora seccional de la CCI.

La doble calzada Buga-Buenaventura fue contratada en el 2006 y debió entregarse en el 2012.