Inicio Colombia Subsecretaria de EE. UU. acusó a Maduro de causar crisis migratoria

Subsecretaria de EE. UU. acusó a Maduro de causar crisis migratoria

El tono político que ayer rodeó la visita a la frontera con Venezuela de la subsecretaria de Estados Unidos para el hemisferio occidental, Kimberly Breier, estuvo atenuado por algunos minutos cuando la funcionaria experimentó, en carne propia, la faena de repartir raciones de comida para aliviar el hambre de la población migrante.

En su recorrido a la casa de paso Divina Providencia, un comedor comunitario que administra la Iglesia Católica en el área metropolitana de Cúcuta, esta representante de la Casa Blanca se saltó los protocolos de su periplo diplomático para unirse al equipo de voluntarios de este lugar, donde diariamente se distribuyen almuerzos para más de 3.000 venezolanos, que huyen de su país acechados por la desnutrición.

Está claro que el responsable de todo esto es el Gobierno de Venezuela y por eso debe cambiar su política

Breier llegó sobre las 11 de la mañana, acompañada del embajador de USA en Colombia, Kevin Whitaker, y sin tanto preámbulo empezó a realizar esta labor humanitaria, que recae en las manos de cerca de 200 colaboradores de la Diócesis de Cúcuta.

Luego, la segunda en la jerarquía del Departamento de Estado para esta parte del continente acompañó a algunos venezolanos mientras comían
y sostuvo conversaciones sobre el declive económico que afronta el vecino país. Estos dramas eran narrados en medio del llanto.

“Vine ser testigo de lo que está ocurriendo. Estados Unidos está con el pueblo venezolano y con nuestro aliado, Colombia, que está atendiendo esta situación. Esto es una tragedia humana, que es imposible de creer (…) Está claro que el responsable de todo esto es el Gobierno de Venezuela y por eso debe cambiar su política”, aseveró Breier.

En su declaración, la diplomática fue enfática en ratificar el desembolso de más de 90.000 millones de pesos como ayuda económica al Gobierno Nacional para enfrentar el reto humanitario que supone la llegada diaria de más de 50.000 ciudadanos, quienes huyen con desespero del vecino país.

De acuerdo con Breier, gran parte de este dinero se materializará en la gestión del Banco Mundial de Alimentos, que diariamente dona una tonelada de insumos, entre granos, proteínas y vegetales, para preparar los almuerzos.

Desde marzo de 2017, esta congregación religiosa decidió habilitar esta casa de paso en un lote baldío de más de 1.000 metros cuadrados. Desde las 10 de la mañana hasta el mediodía se distribuye la comida, que es devorada por los comensales bajo cinco carpas donadas por Naciones Unidas.

El padre José David Cañas es quien lidera esta labor, que alivia el hambre de los más desfavorecidos de la línea divisoria con menús compuestos por arroz mixto, pasta con atún, e incluso, preparaciones venezolanas, como lo son las caraotas.

CÚCUTA