Ante el incremento del flujo de vehículos que se dirigen desde el centro del país hacia los Llanos, por el puente festivo, las autoridades determinaron suspender las labores que se adelantaban para desintegrar la roca que se encuentra en la parte alta de una montaña al borde de un deslizamiento en el kilómetro 64+200 de la vía que une a Villavicencio con Bogotá.
Los trabajos que se adelantaron el miércoles y jueves permitieron desintegrar una parte de la piedra que amenaza con venirse sobre la carretera y poner en riesgo a los usuarios de la vía, informó el ingeniero Fernando Castillo, director de Operaciones de la Concesionaria Vial de los Andes (Coviandes).
Las actividades de desintegración de la roca, la cual no se ha podido fragmentar en su totalidad, así como de evacuación de material que cae de la montaña, se retoman el lunes por seguridad y para no afectar la operación de la vía, agregó Castillo. Allí también se deben hacer trabajos de manejo de las aguas que están provocando los deslizamientos.
De todas maneras, anunció el directivo de Coviandes, el personal de vigías va a permanecer en el sector y los vehículos de inspectoría para estar monitoreando de día y de noche. En la zona también estará disponible la maquinaria durante las 24 horas del día para actuar en caso de que se presente una eventualidad.
Castillo señaló que por el puente festivo, desde la tarde de ayer, el contratista Conandino –que adelanta las obras en la segunda calzada entre Chirajara y Villavicencio– suspendió los trabajos en los frentes de obra que generan interferencia directa sobre la operación de la carretera.
Esta semana también se determinó que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Coviandes van a hacer un estudio jurídico para determinar a quién le corresponde hacer las inversiones de diseños y obras definitivas en los kilómetros 45 y 64+200, sectores donde desde hace dos meses se han venido presentando deslizamientos de tierra que afectan la operación de la vía.
Ante los cuestionamientos por lo que está ocurriendo, Coviandes señaló que “los derrumbes y deslizamientos en diversos puntos de la carretera Bogotá-Villavicencio se vienen presentando por situaciones de fuerza mayor o caso fortuito y otras que le son ajenas”.
Coviandes agregó que ingenieros expertos que visitaron el deslizamiento consideran que se produce por “la propia condición de la cordillera, que se agrava por la temporada de lluvias, así como actividades humanas”.
Molestia en el Meta
En Villavicencio hay un malestar generalizado por las continuas interrupciones en el tráfico de vehículos, que comenzaron este año con la caída del puente de Chirajara y que han seguido con los deslizamientos.
La gobernación del Meta les pidió al Ministerio del Transporte y a la ANI mayor atención a la vía ante las pérdidas en vidas que se han ocasionado y los daños económicos provocados.
Por su parte, la Asamblea del Meta convocó para el 27 de julio a los diferentes sectores del departamento a una sesión especial “para exigirles al Gobierno y a la concesionaria Coviandes respetar los intereses sociales y económicos del departamento”.
VILLAVICENCIO
