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Travesía turística a Casa Verde a lomo de mula

A su majestad el silencio apenas lo interrumpe el recorrido del viento, en medio de las montañas teñidas de verde que a lo lejos se van convirtiendo en azul al tocar el limpio cielo adornado de nubes blancas.

Esa es la imagen que dibujó el gestor de paz Gonzalo Agudelo del paisaje que lo cautivó en el recorrido que hizo por el Alto Duda, entre el sitio San José, de la localidad 20 en el Páramo de Sumapaz, en el límite sur de Bogotá, y el municipio de Uribe (Meta).

El silencio durante los cinco días del recorrido a pie y a lomo de mula, dice Agudelo, le permitió la posibilidad de encontrarse consigo mismo y con la historia reciente del país.

Por estas tranquilas tierras parece increíble saber que, en una época reciente, hubo un enjambre de combatientes que murieron mientras que otros sobrevivieron a los bombardeos que desde el cielo llovieron con gran intensidad sobre Casa Verde, en diciembre de 1990, pocos años después de que allí se cumplieron los diálogos de las Farc con el gobierno de Belisario Betancourt.

Agudelo hizo el recorrido hace apenas dos años, acompañado del entonces director de la RAPE Central, Diego García; el alcalde de Uribe, Jaime Pacheco, y el presidente de la Asociación Agropecuaria de Reserva Campesina del Alto Duda (Arcaduda), Luis Salazar, el guía de la travesía.

En el Alto Duda sus campesinos viven de producir fríjol y arveja que cultivan sin fertilizantes químicos y que comercializan en el supermercado del sitio San José, en la Localidad 20 de Sumapaz, frente al Batallón de Alta Montaña del Ejército.

Y pese a vivir prácticamente en las goteras de Bogotá sus habitantes no cuentan con los servicios de salud, energía eléctrica, televisión, internet ni telefonía fija o móvil. Tal vez ese sea uno de los mayores encantos del recorrido porque la falta de medios de comunicación le da un encanto especial al silencio que allí se disfruta, sostiene Agudelo.

El cañón del río Duda, en Uribe , Meta.

Foto:

Cortesía Ardaduda

Tan cerca de Bogotá, pero…

Pero para los campesinos de las ocho veredas del sector, el aislamiento eso es lo que más les preocupa, “para poder comunicarnos es voz a voz, de vereda a vereca, apenas en tres de las ocho veredas del sector hay escuelas de primaria en las que estudian un promedio de 12 niños en cada una y para cursar el bachillerato los estudiantes y, en ocasiones, las familias tienen que trasladarse a Bogotá, Cabrera (Cundinamarca) o Uribe (Meta)”, afirma el presidente de Arcaduda.

A esto se suma que por estar en una zona de reserva forestal, la corporación ambiental “Cormacarena no han permitido inversiones estatales porque podemos causarle un daño muy grande a la naturaleza”, agrega.

Estas circunstancias, añade Suárez, llevaron al entonces director de la RAPE Central, Diego García, a proponer establecer un corredor turístico “que permita obtener recursos para mejorar el camino para quienes allí lo habitamos como para quienes nos visiten”.

Por esa ruta es está la famosa Casa Verde donde se llevaron a cabo los diálogos de paz con el gobierno de Belisario Betancourt en los años 1984-1985, en la vereda Ucrania, y allí está el sitio La Caucha donde durante varios años vivieron los hombres del secretariado de las Farc, en la vereda Francia.

Esos son dos de los sitios más emblemáticos para las Farc, “que nos estuvieron acompañados por más de 40 años en el territorio, ellos eran nuestro gobierno ya que nos daban algunas opciones de ayuda y autoridad, porque nunca hemos sido vistos por el gobierno colombiano”, expresa el presidente de Arcaduda.

Y ahora, con el acuerdo, las Farc salieron del territorio y “como quedamos solos, hemos visto la necesidad de buscar alternativas ante las entidades nacionales, regionales y locales para ver si algún día tenemos por fin derecho a algún beneficio del Estado colombiano, por lo menos a que nos arreglen el camino, que es muy complicado para transitar” agrega.

La Escuela Tempranos en la zona del Alto Duda, ubicada entre el Páramo de Sumapaz y Uribe.

Foto:

Cortesía Arcaduda

Travesía de siete días

La idea de desarrollar el proyecto la contó, en su momento, Diego García con los negociadores de las Farc, que plantearon ampliar el recorrido desde Icononzo (Tolima) con los excombatientes de las zonas veredales de ese municipio y los de Mesetas (Meta). Ellos conocen el territorio y también pueden servir como guías a los turistas y contar cómo vivieron el conflicto armado.

Por ello el recorrido está contemplado de siete días: el primer día se hace en vehículo empezando en Iconozo, pasa por Cabrera (Cundinamarca) región que ha estado en la lucha agraria, sigue al Páramo Sumapaz en la Localidad 20 y termina en el sitio San José. En los siguientes seis días se hace el recorrido a pie y a lomo de mula por el cañón del Duda, pasando por Casa Verde y La Caucha, y concluye en el casco urbano de Uribe (Meta).

La idea es hacer un turismo responsable con un adecuado manejo del medio ambiente, sin intervenir caños o lagunas y conservar tal como está y al contrario reforestar, donde años anteriores sufrieron quemas. Suárez sostiene que “en forma paralela estamos trabajando una iniciativa de reforestación con el gobierno Noruego con el proyecto ambientes para la paz vida digna y reconciliación”.

Y mientras esperan un nuevo impulso al proyecto por parte de la RAPE ponen de presente que debe ser un turismo manejado por los habitantes de la región, “prestando los distintos servicios y que nos capaciten para brindar hospedaje, alimentación, primeros auxilios y como guías de los turistas”, agrega.

Los visitantes van a disfrutar de los paisajes de clima frío a más de 4.000 metros de altura en el Páramo de Sumapaz, templado a 1.700 metros de altura en la vereda Centro Duda y cálido a 600 metros en el área urbana de Uribe, y también de su majestad el silencio.

NELSON ARDILA ARIAS
Corresponsal de EL TIEMPO
Villavicencio
Twitter: @nelard1