Inicio Colombia Ultimátum a afectados por obras del puente Madre Laura, en Medellín

Ultimátum a afectados por obras del puente Madre Laura, en Medellín

“Mi esposo se murió esperando a que nos dieran la casa. Se empezó a enfermar después de que nos sacaron para construir el puente Madre Laura”. Ese es el relato de María Edith Jiménez Bustamante, cabeza de hogar de una de las 193 familias que fueron desplazadas para permitir la construcción del puente intraurbano más largo del país.

Según ella, el Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín (Isvimed) les dio plazo hasta febrero del año próximo para conseguir una vivienda. Después de ese plazo no seguirán obteniendo el beneficio del arriendo temporal.

“Ellos nos ofrecen un subsidio de 56 millones de pesos para comprar vivienda. Pero, ¿en dónde vamos a conseguir por acá (Aranjuez) una casa en ese precio?”, agrega.

El periplo de Jiménez empezó hace más de una década cuando la Administración Municipal inició el proceso de sensibilización con la comunidad sobre el proyecto Madre Laura. En diciembre se cumplirán tres años de la inauguración del puente y aún hay 58 familias sin una solución de vivienda definitiva.

El puente fue inaugurado en diciembre de 2018. Próximo a cumplir tres años aún hay 58 familias sin solución de vivienda.

Foto:

Esneyder Gutiérrez – EL TIEMPO

Algo que se agrava si se tiene en cuenta que en febrero vence el convenio que hay entre el Isvimed y la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) que asegura los recursos para la reubicación de las familias que faltan.

“A estas familias no se les ha dado solución y llevan muchos años esperando”, así define la situación Andrés Felipe Correa, coordinador del Observatorio de Reasentamiento de la Personería, entidad que ha estado haciendo seguimiento constante a la situación de las familias afectadas.

A estas familias no se les ha dado solución y llevan muchos años esperando

El funcionario dice que el tema de las familias es complejo porque hay diferentes frentes: algunos han accedido a su casa nueva, otros han decidido comprar una casa usada y otros todavía reciben el subsidio de arriendo ya que no han podido dar solución a su situación.

Jiménez hace parte de un grupo de 20 familias que tenían sus viviendas en el sector El Hueco, lugar por donde hoy pasa parte del viaducto sur del puente. Todos los propietarios tenían parentesco familiar y fueron desplazados bajo la promesa de obtener una vivienda en un sector cercano, algo que según ella, fue mentira. “La palabra clave para sacarnos fue ‘alto riesgo’, cuando llevábamos 50 años viviendo ahí sin ningún problema”, explica Jiménez.

La palabra clave para sacarnos fue ‘alto riesgo’, cuando llevábamos 50 años viviendo ahí sin ningún problema

Según la directora del Isvimed, Manuela García Gil, la entidad llegó al proyecto de reubicación de los afectados el 4 de febrero de 2015. “Nosotros ingresamos para brindar una solución definitiva de vivienda. La EDU nos remitió los expedientes de 193 familias y dentro del actuar del Instituto hemos reasentado a 135”. De ellas, 106 han obtenido vivienda usada y 29 en vivienda nueva.

“Yo fui la última en salir del terreno. Eso fue el 16 de abril del 2015, también salí porque nos dieron el papel firmado con la dirección en donde nos iban a construir y esta es la hora que nada que nos cumplen”, cuenta Maribel Jiménez, prima de María Edith. Quien explica que las enfermedades que hoy sufre le empezaron a surgir después de la incertidumbre de no tener una vivienda propia.

En este lugar estaban ubicadas las 20 casas que fueron desplazadas del sector El Hueco.

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Esneyder Gutiérrez – EL TIEMPO

En un inicio el Isvimed y la EDU tenían planeado realizar dos unidades residenciales en inmediaciones al puente, Villa Laura y Madre Laura, cada entidad se iba a encargar de un proyecto, pero debido a unos inconvenientes en el uso del suelo de los lotes donde iban a estar ubicadas, y por un cambio en la normatividad que incrementaba los costos del proyecto, ambos están retrasados.

“El tema del reasentamiento no es fácil. Las oportunidades están dadas. De los 193 expedientes que nos remitieron, solamente ocho no cuentan con la vivienda definitiva”,concluye García.

Lo evidente, por el momento, es que las 58 familias que aún faltan por solucionar la situación de su vivienda tienen hasta febrero para hacerlo, ya que hasta ese momento están seguros los recursos para dicho fin. “Me pregunto yo: ¿será que también me voy a morir sin ver realizado lo que nos prometió el gobierno?”, remata Jiménez.

Bryan Andrés González Vélez
Para EL TIEMPO
[email protected]@GonzalezVelezB