Inicio Colombia Un balneario natural del Catatumbo agoniza por atentado del Eln

Un balneario natural del Catatumbo agoniza por atentado del Eln

El rincón de aguas cristalinas, llamado Pozo Azul, que baña las cálidas tierras del municipio de Tibú (Norte de Santander), agoniza debido a un derrame de crudo provocado a principios de esta semana por la guerrilla del Eln.

Este grupo subversivo, cuyas estructuras armadas permanecen en un cese temporal al fuego durante Semana Santa, atacó en dos ocasiones el oleoducto Caño Limón-Coveñas, en las veredas Guachimán y el Seis, de esta localidad, a 116 kilómetros de Cúcuta.

En este último caserío, el fluido se vertió sobre el río Tibucito, que irriga las cascadas de este balneario natural, considerado el destino preferido de esta población durante Semana Santa.

Aunque Ecopetrol desplegó un plan de contingencia para contener el avance de la contaminación en este afluente, en el río Tibú y en Caño Cinco las lluvias de las últimas horas engrandecieron el líquido ‘envenenado’ por el fluido y obligó a cerrar la planta de captación del acueducto, que suministra el agua a 30.000 habitantes de esta población del Catatumbo.

Y ahora el riesgo, según las autoridades colombianas, es que persistan los temporales y la contaminación aflore en el Lago Maracaibo, en Venezuela. Funcionarios de Petroleros de Venezuela (Pdvsa) ya fueron notificados sobre la emergencia.

“Desde el martes se dispuso el convenio de Ecopetrol con Pdvsa. Yo creería que se debieron activar los controles en Venezuela para que esto no ocurra y que en las próximas horas ya esté controlada en territorio nacional”, indicó Alberto Escalante, alcalde de Tibú.

En una sala de crisis, con delegados del Ministerio de Ambiente y la Corporación Autónoma de la Frontera Nororiental (Corponor), las autoridades analizaron la magnitud del daño y evaluaron el plan de respuesta por parte de Ecopetrol y la Gobernación de Norte de Santander.

Asimismo, las autoridades colombianas realizaron un sobrevuelo en la zona y le pidieron a Ecopetrol que mantenga su plan de atención con el despliegue de 120 personas y la instalación de seis puntos de control, reforzados con 126 barreras sobre las aguas contaminadas.

“Desde el fin de semana hemos venido atendiendo un par de atentados que se presentaron en los kilómetros 361 y 367, del oleoducto Caño Limón-Coveñas. Esta situación causó una fuga o una pérdida de contención primaria de hidrocarburo, que suministran agua al municipio de Tibú”, precisó Vidal Armando Ramírez, vicepresidente de Transporte de Ecopetrol.

En lo corrido del 2019, esta infraestructura petrolera, que recorre 328,3 kilómetros de longitud, ha sufrido un total de 14 ofensivas: ocho se han registrado en el departamento de Arauca y seis, en Norte de Santander.

CÚCUTA