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Un Centro de Investigación para proteger los frailejones

A 3.100 metros de altura sobre el nivel del mar, soldados del Batallón de Alta Montaña No. 10 se internan, bajo seis grados de temperatura, por el Páramo de Barragán, en el municipio de Tuluá. No van en busca de grupos ilegales, sino detrás de los frailejones.

Esta vez, tienen la misión de recoger las flores del frailejón, la especie que ayuda a que la tierra sea una fábrica de agua y que resulta vital conservar para hacerle frente al cambio climático.

“Estos bosques abastecen las partes planas de las ciudades. Nosotros estamos acá no solo para cuidarlos, sino para reproducirlos. Los frailejones condensan la neblina y absorben el sistema gaseoso y pasan a líquido para abastecer cuencas y nacimientos”, explica el cabo Julio César Cubillos, gestor ambiental del Ejército y quien hace parte del programa ‘Fe en Colombia’.

Soldados revisan el semillero, de 50 semillas solo germinó una.

Foto:

Juan Pablo Rueda, EL TIEMPO

El objetivo es reproducir las plantas en un vivero, ahí estarán por unos 15 meses antes de ser plantadas en el páramo.

Ya han logrado reproducir 500 frailejones en dos años, una operación exitosa, si se tiene en cuenta que los soldados no disponen de la tecnología necesaria.

La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) acompaña este proceso. Se invirtieron 100 millones de pesos en la creación del Centro de Investigación y Producción de Especies de Flora de Páramo y Alta montaña que será inaugurado el próximo sábado en la Base Militar del corregimiento de Barragán.

Base del Batallón de Alta Montaña No. 10. en Barragán.

Foto:

Juan Pablo Rueda, EL TIEMPO

Desde el primero de abril del 2017, cuando se inició este trabajo, el cabo Cubillos y su equipo conformado por ocho soldados, ha logrado recolectar cerca de 88.000 semillas, 1.300 de ellas hoy en proceso de germinación.

El cabo Cubillos dice que ahora, con este Centro de Investigación y Producción, podrán optimizar el trabajo.

Al Páramo de Barragán suben cada mes y medio en busca de flores, en seis horas logran recoger cuatro bultos, y cada ocho días, patrullas la zona para que la comunidad con su ganado no atente contra los frailejones.